Es la primera mujer vicepresidenta de Asturias además de consejera de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo. Gimena Llamedo ejerce el poder, pero de otra forma. Quizás su formación en psicología le haya ayudado a desempeñar esa comunicación con vocación de diálogo, de búsqueda de puntos de encuentro tan necesaria entre la clase política. Cree que Asturias es una tierra de oportunidades e intenta aportar su granito de arena para dejar un futuro mejor a las generaciones venideras.
Hablamos con ella un poco de todo porque son muchos los temas que están bajo su paraguas.
-¿Qué herramientas le ha proporcionado haber estudiado psicología para el desarrollo de su actividad política?
-Bueno, yo creo que no solo el haberlo estudiado, ejercí como psicóloga durante varios años y ese trabajo me ha aportado muchas experiencias. Pero sí es cierto que la psicología es un instrumento muy útil cuando tienes que trabajar con personas, coordinar equipos, estructurar objetivos y motivar a la gente. Además, entiendo que la labor de un político es negociar, intentar acercar posturas, sentir empatía por el que tienes enfrente, ponerse en la piel de los demás y, sobre todo, escuchar y eso para un psicólogo forma parte de su profesión. No obstante, creo que estas facultades las deberíamos de desarrollar todos los políticos. Yo tengo este perfil que me aporta una serie de fortalezas, pero seguro que tengo también muchas debilidades que otros no tienen. Cada uno tiene su perfil y todos son necesarios.
-Sí, pero el ciudadano reclama más empatía a la clase política, más proximidad a los problemas que se viven en la calle.
-Lo primero que nos dijo el presidente, Adrián Barbón, a todo el equipo que formamos parte de este Gobierno es que estuviéramos en la calle, que escucháramos y nos pusiéramos en la piel de los asturianos para poder ayudar a resolver sus problemas. Todos los consejeros tenemos presente esta indicación y tengo evidencias de que mis compañeros lo están haciendo en el día a día.
«Lo primero que nos dijo el presidente a todo el equipo de Gobierno es que estuviéramos en la calle, que escucháramos y nos pusiéramos en la piel de los asturianos para poder ayudar a resolver sus problemas»
-Los más próximos a usted destacan su tenacidad, capacidad de diálogo y de trabajo, cualidades que –según dicen– le han permitido conseguir el consenso en reformas legales presentadas por su partido en la Cámara. ¿Está de acuerdo con estas apreciaciones?
-(Risas) Seguro que quien dice eso me quiere y me quiere bien. Bueno, yo sé cuáles son los objetivos que tenemos en política, el motor fundamental que nos mueve en el día a día que es mejorar la vida de las personas. Para hacer eso hay que alcanzar consensos para que los acuerdos sean duraderos y eso se hace a base de diálogo. No siempre se consigue, pero es cierto que en mi trayectoria están algunos acuerdos importantes y supongo que, por eso, los que me quieren bien, hacen ese comentario.
-¿Qué le supuso un mayor cambio en su vida, asumir la responsabilidad de cuatro consejerías además de la vicepresidencia, o ser madre?
-Ser madre supuso un cambio de vida porque me aportó otra visión de la realidad, pero yo creo ambas cosas están bastante entrelazadas y me explico. En política siempre he trabajado con un horizonte a la vista, con objetivos, pero desde que nació Martina la motivación es aún mayor porque cada día intento aportar un granito de arena para dejar un futuro y una tierra mejor para todos los asturianos, y ahí también está contemplado el futuro de mi hija. No puede haber motivación mayor que trabajar por una tierra en la crees: Asturias es tierra de oportunidades y los datos lo confirman. Viene más gente de la que se marcha, somos una comunidad autónoma líder en creación de empresas, hemos mejorado nuestras exportaciones, tenemos mejores datos de turismo y la sanidad mejor valorada por los propios usuarios. En esta tierra de oportunidades vive mi hija, y ese es el motor que me hace despertarme cada mañana, ponerme a trabajar y no escatimar esfuerzos.
«El turismo rural genera y distribuye riqueza en todo el territorio, produce actividad económica en lugares donde no había oportunidades. Queremos que Asturias siga siendo un referente»
-En Fitur adelantó que el Principado sería anfitrión de un importante encuentro internacional de turismo rural. Hoy ese evento ya tiene fecha: 25 y 26 de septiembre en Cangas de Onís. ¿Qué espera que ocurra en este congreso?
-Será en el Parador de Cangas de Onís coincidiendo con el Día Mundial del Turismo (27 de septiembre). Queremos que sea un encuentro entre profesionales, un encuentro para la reflexión. Asturias siempre fue la cuna del turismo rural, y eso hay que decirlo con orgullo. Somos referente en la España Verde respecto al número de alojamientos, pero también de estancias y pernoctaciones. El visitante extranjero cada vez elige más el turismo rural, cosa que antes no hacía, pero no nos conformamos con esto. Queremos seguir creciendo, siendo referentes, por eso en este congreso internacional queremos pararnos, reflexionar, analizar y mirar al futuro. Este tipo de turismo genera y distribuye riqueza en todo el territorio, produce actividad económica en lugares donde no había oportunidades. Queremos que Asturias siga siendo referente en turismo rural y no vamos a escatimar ningún esfuerzo para que esto sea.
-Me pareció muy interesante la reflexión que hizo con motivo del 40 aniversario del logotipo, “Asturias Paraíso Natural”. Recordaba que, en pleno boom del turismo de sol y playa, Asturias decidió apostar por sus montañas, su costa y su naturaleza, y le dijo al mundo que éramos un paraíso natural. Una apuesta muy arriesgada…
-Y todo fue gracias a Pedro de Silva, un presidente audaz, visionario, al que debemos un reconocimiento mayúsculo. Él supo ver las oportunidades que tenía Asturias, apostó por un turismo sostenible cuando ni siquiera habíamos oído hablar de eso, un turismo de calidad, lejos de las masificaciones. Decidió conservar la costa asturiana que hoy es la joya de la corona, apostó por las reservas de la biosfera, los parques naturales, el turismo rural. Hoy todo eso forma parte de nuestras fortalezas y es el motivo por el que la gente nos elige, sumado a nuestra gastronomía. Siempre lo decimos, en un mismo día puedes subir el Urriellu y terminar dándote un baño en una playa del Cantábrico; puedes esquiar en una de nuestras estaciones y luego darte un paseo por el casco antiguo de Avilés, por ejemplo. Asturias lo tiene todo y eso tenemos que creérnoslo.
«Pedro de Silva supo ver las oportunidades que tenía Asturias (…). Decidió conservar la costa asturiana, apostó por las reservas de la biosfera, los parques naturales, el turismo rural. Hoy todo eso forma parte de nuestras fortalezas»
-Antes de ocuparse de la consejería de Turismo, trabajó en la empresa privada dentro de este sector. ¿Cree que en Asturias sabemos vendernos?
-Yo creo que Asturias está empezando a creer en sí misma, estamos ganando cada vez más autoestima. El sector está creciendo, se está profesionalizando. Es un momento importante y creo que lo estamos aprovechando, ahí están los datos. Estamos creciendo en la dirección que queremos, estamos desestacionalizando el turismo, hay empleo en meses donde antes no había, y la gente va a lugares distintos; toda Asturias se está convirtiendo en destino turístico y enamora, por eso la gente repite. Hemos incrementado el número de conexiones aéreas, a ello hay que sumar la llegada de la alta velocidad que supuso un antes y un después. Esto hace años parecía una utopía y hoy es una realidad.
-El turismo asturiano afianza su desestacionalización y crecemos en temporada baja por encima de la media. ¿Qué ha cambiado o qué se ha hecho de nuevo para que esto dé sus frutos ahora después de tantos años de trabajo?
-Hace cuarenta años se definió un modelo de turismo para Asturias y durante estos años –la inmensa mayoría de gobiernos socialistas– se ha trabajado en esta línea y se han ido recogiendo frutos. A ello hay que sumar que hemos incrementado la promoción en base a un plan diseñado con el sector. Hemos definido cuáles son nuestros nichos, las razones por las que nos eligen –gastronomía, naturaleza, cicloturismo, patrimonio minero– y hemos hecho una inversión de casi 100 millones de euros de la mano de los ayuntamientos para generar más oportunidades vinculadas al turismo en Asturias. En definitiva, se ha trabajado mucho en este tiempo y también se han intensificados las inversiones.
-Antes mencionaba el incremento de conexiones aéreas. Este 2025 se van a ofertar 30 destinos directos. ¿Qué mercados son los más consolidados?
-El aeropuerto tenía muy poco movimiento y cuando Adrián Barbón llega al Gobierno y lanza una apuesta tan ambiciosa, nadie le cree. Hoy, cinco años después, el aeropuerto ha registrado dos millones de viajeros, tenemos 12 conexiones directas internacionales y 18 nacionales, y queremos seguir creciendo porque para nosotros el turismo internacional es muy importante. Tenemos mercados como el francés, el alemán o el portugués que están muy consolidados, por eso queremos poner la vista para promocionarnos como destino accesible y bien conectado en otros más emergentes.
«Hemos incrementado el número de conexiones aéreas, a ello hay que sumar la llegada de la alta velocidad que supuso un antes y un después. Esto hace años parecía una utopía y hoy es una realidad»
-¿Qué iniciativas están impulsando desde el Principado para fortalecer ese turismo sostenible?
-Es nuestra premisa fundamental y trabajamos de forma continua día a día. Lo hacemos por ejemplo en el plan especial de transporte a los Lagos de Covadonga; el servicio de lanzaderas –en colaboración con los ayuntamientos– que conecta con playas y paisajes naturales para evitar las masificaciones; servicios de búho y conexiones especiales para llegar a fiestas populares o grandes eventos; lanzaderas al aeropuerto o alta velocidad. Queremos seguir siendo un turismo de calidad y sostenible, y siempre pensando en la gente que vivimos aquí, eso explica la modificación que hicimos de la Ley del Turismo para mejorar la regulación de las viviendas de uso turístico. Desde la consejería hemos reforzado los mecanismos de control para combatir la competencia desleal, la oferta ilegal o el intrusismo profesional. Se han incrementado las inspecciones y se ha registrado un aumento de las sanciones.
-Los pisos turísticos ¿benefician o perjudican a los destinos?
-Las viviendas de uso turístico son una realidad, lo que tenemos que hacer es velar porque no interfieran o no afecten, por decirlo de alguna manera, a la convivencia; por eso les hemos dado un papel protagonista a las comunidades de vecinos. Muchas competencias en este terreno corresponden a los ayuntamientos, pero en el ámbito que compete a la comunidad autónoma, hemos querido impulsar esta modificación de la ley para evitar efectos negativos y garantizar la convivencia.
«Somos la primera comunidad autónoma que tiene un decreto en el que se obliga a todos los centros a tener un plan de coeducación en su programación»
-El Plan de Coeducación cumple un año, ¿cuál es el balance?
-Pues muy positivo, pero no porque lo digamos nosotros, sino porque escuchamos a los colegios en los que se implanta, a los profesores. Aspiramos a lograr la implicación de toda la comunidad educativa, incluidas las familias, queremos pasar de la escuela mixta a la escuela coeducativa. Se han formado 700 profesores y se ha implementado en 20 centros, y esto es algo fundamental porque la coeducación es la primera palanca que tenemos para vivir en igualdad y por tanto para prevenir la violencia de género que es la que asesina a tantas mujeres cada año, la que destroza vidas, familias y deja a niños y niñas huérfanos.
En estos momentos me resulta muy difícil pensar en una comunidad educativa que no sea un espacio de coeducación.
-Los centros que han solicitado sumarse a esta iniciativa ha sido muy superior a las plazas convocadas…
-El interés de la comunidad educativa ha sido abrumadora y ha desbordado todas nuestras previsiones. La convocatoria iba destinada en un principio a 50 centros de primaria, pero han sido 120 los solicitantes, así que lo hemos ampliado a 80. Poco a poco iremos incorporando al resto. Para dar respuesta a esta demanda pondremos en marcha este verano la I Escuela de Formadoras en Coeducación, que ofrecerá formación intensiva para preparar a un equipo que a su vez forme a otros educadores.
-En Navarra acaban de aprobar un nuevo Plan de coeducación de obligado cumplimiento en todos los centros educativos financiados con fondos públicos. ¿Para cuándo algo así en Asturias?
-Somos la primera comunidad autónoma que tiene un decreto en el que se obliga a todos los centros a tener un plan de coeducación en su programación. Nosotros lo que hacemos es facilitar a los centros un Plan de Coeducación elaborado por profesionales, testado por el Gobierno de Asturias, que incluye una planificación de actividades de formación y asesoramiento para el profesorado, prácticas educativas y materiales gratuitos y online para los colegios que lo soliciten. Lo importante es que en todos hay un plan de coeducación, con lo cual la escuela asturiana es una escuela coeducativa. Estoy segura de que a medida que vayan conociendo los resultados de nuestro programa van a ser más los centros que lo elijan. Hay que trabajar en esta línea para alejar ideas tan peligrosas como el negacionismo, porque el negacionismo mata, la violencia de género mata y la única vacuna que tenemos frente a eso es la coeducación. Desde el Gobierno de Asturias no vamos a escatimar ningún esfuerzo.
-Desde siempre ha formado parte de movimientos feministas, ¿echa de menos el activismo?
-Siempre participé en movimientos feministas porque no contemplo otra forma de estar en el mundo. Fui presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes de Asturias, miembro del Comité de Coordinación de la Red de Mujeres Españolas y Africanas por un Mundo Mejor, vocal de la Coordinadora Española del lobby europeo de Mujeres, de la Fundación Mujeres y uno de los rostros del aquel Tren de Libertad cuya experiencia no olvidaré jamás. El feminismo no me parece una opción ni una ideología con la que se pueda discrepar. Es una forma de vida, de caminar por el mundo. Y no, no echo de menos el activismo porque creo que en el momento en que te pones las gafas moradas, todo lo ves desde ahí con independencia del lugar donde estés.