El Día Internacional del Libro reivindica este martes el fomento de la lectura con actividades en todo el mundo. Una invitación que pretende extenderse al resto del año. Asturias se suma a esta fiesta de la cultura organizando distintos tipos de eventos a lo largo y ancho de la comunidad.
Decía Borges que hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua pero que él era incapaz de imaginar un mundo sin libros.
Seguro que todos recordamos libros que han supuesto un antes y un después en nuestra vida. Aquellos primeros cuentos llenos de valores, historias divertidas que nos embelesaron en la infancia; las lecturas de adolescencia que nos hicieron reír, llorar, estremecernos, emocionarnos, o los que hemos leído ya en la edad adulta y nos han ayudado a superar un mal momento, a ampliar fronteras o viajar por diferentes mundos no ya paralelos, sino ajenos o incluso más exactos que el que consideramos real.
Desde 2012, el índice de lectura en tiempo libre ha experimentado en Asturias un crecimiento del 57,9% al 64,8%.
Los libros nos acompañan desde el principio de los tiempos, tienen más de tres mil años de historia. En ellos se han encontrado las ideas y utopías más alucinantes de hombres adelantados a su tiempo que luego sirvieron de inspiración a otros que decidieron ponerlas en práctica y con ello hicieron que el mundo cambiara. Leer es revolucionario.
Mientras algunos hoy se preguntan si los libros han pasado de moda, si tendrán o no futuro, otros defienden que lo que ha cambiado es más bien la forma clásica de lectura. Las generaciones actuales tienen ahora ante sí la posibilidad de acceder a la lectura en soportes de papel, y también en digital. Hay para todos los gustos. Pero el libro sigue estando ahí y afortunadamente, goza de buena salud.
En Asturias el índice de población que lee libros se sitúa en el 51,4%, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España, elaborado por la Federación de Gremios de Escritores de España. Además, desde 2012, el índice de lectura en tiempo libre ha experimentado en la región un crecimiento del 57,9% al 64,8%
En cuanto a los lectores frecuentes, -los que por lo menos leen una vez a la semana-, el porcentaje se ha mantenido con un 52,5% de la población. No es una situación para tirar cohetes -ni mucho menos-, pero sí demuestra cómo estos índices van mejorando año a año. Una sociedad que lee, que tiene información y conocimiento es una sociedad que piensa y que hace valer sus derechos como ciudadanía.
Las editoriales asturianas viven un muy buen momento gracias a la riqueza y variedad de la producción, la buena acogida por parte de los lectores y, la buena calidad de su trabajo.
Si hablamos de editoriales -las más desconocidas en todo este proceso-, hay que decir que, en concreto, las asturianas, viven un muy buen momento gracias a la riqueza y variedad de la producción escrita en estos tiempos, la buena acogida por parte de los lectores y, todo ello, abalado por una buena calidad de edición. Se han especializado y ofrecen una variedad de géneros muy grande y rica.
Aunque el Día Internacional del Libro es el evento por excelencia, da pie a numerosas actividades literarias que se extienden a lo largo de varios días en todos los rincones de Asturias. Las ferias se consolidan y adquieren más peso, atrayendo a más lectores y aumentando el número de ingresos por venta de libros. La fórmula funciona.
Se celebren donde se celebren, son ocasiones perfectas para ver la imagen final de un puzle del que, hasta el momento, sólo hemos visto piezas sueltas. Allí podremos encontrar casetas, expositores y puestos con libros de todos los géneros, desde los más recientes a los más clásicos. Cientos de ejemplares tratarán de llamar la atención de los lectores con sus cubiertas e intentarán engancharle con esa pequeña sinopsis que aparece en la contraportada. Y es que parecen tener vida propia y no es de extrañar porque cada libro recoge una parte del alma de su autor, pero también el esfuerzo del editor -una tarea muy desconocida- y de todos aquellos que han participado en este largo proceso hasta que el libro sale a la calle.
Una sociedad que lee, que tiene información y conocimiento es una sociedad que piensa y que hace valer sus derechos como ciudadanía.
En las ferias no sólo se compran libros, tenemos también la oportunidad de hablar con nuestros escritores favoritos y hacernos con la firma de ese ejemplar solo dedicado para nosotros; asistir a coloquios y diversos actos culturales y festivos. Todo ello junto, consigue que, aunque sólo sea por uno o unos cuantos días al año, la literatura ocupe la portada de todos los medios de comunicación.
Bibliotecas, centros de enseñanza, asociaciones, ayuntamientos, casas de cultura, todos quieren aportar su granito de arena a esta promoción de la cultura en cada ciudad y cada pueblo por pequeño que sea. Para ser una región pequeña, en apenas unos años, hemos conseguido realizar un avance importante en cuanto a número de lectores. ¿El reto? Atraer a ese casi 40% de personas que reconocen no leer nada.