La llaman la televisión del futuro, y con razón: dentro de poco tiempo, será la única que habrá. La Televisión Digital Terrestre o TDT va entrando en los hogares españoles a la fuerza, ya que queda poco más de un año para el apagón analógico. En Asturias, los preparativos están siendo especialmente complicados.
Es un concepto que ya suena. Los sintonizadores de TDT han sido uno de los regalos estrella de estas navidades, y actualmente no se encuentran en el mercado televisores nuevos que no lo tengan incorporado. Y está bien que suene, porque el calendario aprieta: el 3 de abril de 2010 cambiará definitivamente la forma de ver la tele de todos los españoles. Las ventajas parecen ser evidentes: más canales, mejor calidad de imagen y sonido, más servicios. Sin embargo, el desarrollo de la televisión digital estaba en pañales hace muy poco. En el año 2000 se emiten las primeras pruebas de la mano de la plataforma fallida Quiero TV y no es hasta el 2005 cuando se aprueba el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre, donde se fija un apretado calendario para los próximos cinco años. Se pone el 2010 como fecha límite para el cambio, dos años antes de lo establecido por la Comisión Europea.
Lo cierto es que todos los cambios que ha habido hasta ahora, relacionados con el tema, han sido graduales. El paso del blanco y negro al color se fue haciendo hasta que todas las televisiones admiteron el formato. Poco a poco, se han ido introduciendo mejoras: teletexto, sonido dual… que no todas las televisiones recogen ni todas las zonas reciben, pero no impiden que llegue lo básico. Con la TDT, en cambio, no hay medias tintas: o se ve, o no se ve. El que no tenga un terminal adaptado, se queda sin señal. Hay otras opciones como la tele por Internet o por satélite; pero son de pago y la TDT, al menos de momento, es la única opción gratuita. (…)
¿Qué pasa en Asturias?
Las cadenas que tienen una concesión televisiva están en la obligación de facilitar un servicio a los telespectadores. Esta obligación, sin embargo, es limitada. La televisión pública debe llegar, como mínimo, al 98% de la población y las privadas al 96%. Los porcentajes, sin embargo, se calculan sobre el total del territorio nacional, de modo que ciudades como Madrid o Barcelona cubrirían ya una gran parte, mientras que lugares con una orografía complicada, como Asturias, podrían quedar fuera de cobertura. Las previsiones indican que aproximadamente un 9% de la población asturiana podría dejar de recibir la señal de televisión, cuando ahora sí la está viendo.
«Nuestro objetivo es que en 2010 todo el mundo tenga cobertura», sentencia Alberto Pérez Cueto, Director General de Modernización, Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del Principado de Asturias. «No es un tránsito fácil, porque los plazos son apretados en general, y más en una comunidad como Asturias, donde tenemos una orografía complicada, montañosa, con valles difíciles de cubrir, y contando con que aunque lleguemos a la mayoría de la población hay una pléyade de pequeños núcleos, muy pequeños y diseminados a los que también hay que prestar servicio».Precisamente el porcentaje de población más pequeño es aquel cuya cobertura plantea más problemas. «Con un sólo centro, el Gamoniteiro, se cubre el 60% de la población asturiana. Para llegar al 80% sólo necesitamos catorce centros más. Pero pasar del ochenta al noventa supone incrementar los centros hasta llegar a cuarenta y cinco. Y sólo para el diez por ciento restante habría que habilitar trescientos centros más. Es decir, que el coste es exponencial, por eso los operadores no llegan a este porcentaje». Poner en marcha esta infraestructura tendrá un coste calculado en 24 millones de euros. (…)
Una vez esté todo listo, es de suponer que asistiremos al nacimiento de un nuevo modelo de televisión. Por donde antes viajaba un canal, ahora pueden ir tres o cuatro, de modo que la oferta se incrementará considerablemente.
Preparados, listos…
Con esto se lograría una de las tres condiciones básicas de la TDT: cobertura. Sin embargo, faltaría comprobar que la antena esté adaptada, especialmente las antenas comunales que suelen necesitar una pequeña obra. Para ello, el Principado lleva dos años subvencionando a las comunidades de vecinos con 300 euros. El tercer elemento es tener el decodificador de la señal de TDT, que cada televisor debe tener. En los nuevos viene incorporado, y para los antiguos hay que comprarlo e instalarlo aparte. Hay distintas marcas, modelos y por supuesto precios, pero hoy en día se puede comprar uno por menos de cuarenta euros.
Una vez esté todo listo, es de suponer que asistiremos al nacimiento de un nuevo modelo de televisión. Por donde antes viajaba un canal, ahora pueden ir tres o cuatro, de modo que la oferta se incrementará considerablemente. (…)
La cuenta atrás
El Plan Técnico Nacional establece una serie de fases que afectan de forma diferente a cada región. En Asturias, el repetidor del Naranco terminará las emisiones analógicas el 23 de junio de 2009. Éste sólo presta servicio a una parte de Oviedo, de modo que no es hasta el apagón definitivo de 2010 cuando se toca el punto más importante: el repetidor del Gamoniteiro, que afecta prácticamente a toda Asturias. Todo tiene que estar listo para ese momento.
Por todo el país, hay lugares donde sólo se recibe ya la TDT, y en muchos otros no esperarán a apurar la fecha. En otras zonas ya conviven los dos formatos, a la espera del apagón definitivo. En www.televisiondigital.es/Terrestre/Cobertura se puede comprobar la cobertura por código postal, y en la página web del Principado www.asturias.es están disponibles las previsiones de digitalización.
Foto: Fusión Asturias