No tiene pérdida. Para saber cuándo es el Antroxu hay que coger el calendario, localizar el Domingo de Pascua y contar siete semanas atrás. Como no podía ser menos, Laviana da las últimas puntadas a los trajes y a los planes de fiesta. La cita ineludible es el 23 y 24 de este mes, aunque días antes ya se puede empezar la fiesta con Les Comadres.
Hace tiempo, la costumbre era aprovechar el hollín de las hogueras para pintarse la cara de negro, o bien quemar un corcho para luego usarlo como maquillaje. Los medios escaseaban, pero no las ganas de montar la fiesta: las caretas reciclaban trozos de cartón, trapo o madera, a los que se les hacían dos agujeros para poder ver. Los disfraces que triunfaban eran los de animales, utilizando pieles de ganado; o los cambios de sexo, simplemente pidiendo la ropa que hubiera por casa.
Mucho han cambiado las cosas desde que el Antroxu era una pura manifestación popular, un pequeño desahogo antes de la austera Cuaresma. Ahora la fiesta está casi institucionalizada, y es difícil encontrar a alguien que no participe. También han evolucionado los disfraces, cada vez más elaborados.
En Laviana el carnaval es temático. El año pasado lavianeses y visitantes se rindieron a los encantos del lejano oriente, que por una vez se convirtió en cercano gracias a la participación popular y a la ambientación de restaurantes, sidrerías, cafés y disco bares. Este año el tema son los personajes de Walt Disney, de modo que muchos personajes clásicos de la infancia saldrán a la calle dispuestos a pasarlo en grande. Esto no quiere decir que el tema sea obligatorio: el Antroxu es anárquico por naturaleza, y todos los atuendos son bienvenidos, mientras reflejen buen humor.
Las actividades de programa del Lunes y Martes de Antroxu son muchas y variadas, con talleres infantiles, actuaciones, reparto de fayuelos y chocolate,… Incluso el momento más triste de todos, el Entierro de la Sardina, es una fiesta, ya que el recorrido será teatralizado por la compañía local Alevosía Teatro, que dinamiza también gran parte de las actividades programadas.
De este modo, no queda más que salir a la calle para sorprenderse ante la imaginación de los participantes. Se trata de ver, pero también de dejarse ver. Para vivir el Antroxu como se merece, vale más sumarse al colorido y la diversidad, y disfrutarlo desde dentro. §