Se acerca el solsticio de verano y con él una de las fiestas más concurridas y tradicionales de la Montaña Central: las fiestas de San Xuan. El fuego purificador y el baile alrededor de la hoguera son señas inconfundibles de unas fechas en las que todos los mierenses salen a la calle a divertirse.
Todo el mundo en Mieres espera el lanzamiento del barrenazu en la plaza del Ayuntamiento, y no porque su sonido sea especialmente agradable a los oídos, sino porque su mensaje es claro: comienzan las fiestas más largas y unas de las más tradicionales.
La fiesta, que tiene un origen pagano, ha mantenido con el paso de los años muchos de sus elementos. La danza prima, el baile en torno a una hoguera frente al edificio consistorial, es el momento más especial para los mierenses y para todos aquellos que ya se sienten de esta tierra. Antes, todos los ritos se cumplen paso a paso: se enraman las fuentes, para que el agua ahuyente el mal de ojo y procure belleza y fecundidad a quien la utilice; dos bueyes de la tierra transportan la leña para la hoguera, en lo que se conoce como el desfile de la cargüeñá; y previo al encendido de la hoguera, el cielo se ilumina con cientos de kilos de material pirotécnico. 
No todo es tan tradicional. San Xuan es también la fiesta de los grandes conciertos. Amaral, el día 20 en el Estadio Hermanos Antuña, es el espectáculo estrella y el único por el que habrá que pagar entrada. Los demás espectáculos, incluido el de El Arrebato,son gratuitos y conseguirán como todos los años una afluencia masiva de participantes.
El programa de actividades es amplio, los festejos se prolongan durante más de diez días y hay citas que son obligadas, pues han ido enraizando con los años y con la buena respuesta de los mierenses: la arrozada, las verbenas populares, el encuentro de música asturiana, la actuación de las corales de los pueblos mineros, los bailes regionales, los cuentacuentos o incluso las competiciones deportivas que llevan orgullosas el nombre de San Xuan. Todas ellas tienen su propio espacio en este intervalo festivo que se cierra el día 24 de junio, con la fiesta del Bollu y con la tristeza de aquellos que querrían atrapar el tiempo y continuar con San Xuan un poco más. §
La fiesta del solsticio de verano, la de San Xuan, es también la de los ritos y leyendas relacionadas con el agua y el fuego. Las xanas y los trasgos presencian el enramaje de las fuentes del casco urbano con «sanjuaninos», las flores del patrón. Del agua de San Xuan se dice que ahuyenta los males y atrae la juventud y la belleza. Del fuego, que es el elemento purificador y previo a la hoguera tiene lugar la cargüeñá: una representación figurada del acarreo de leña que se hacía antiguamente en una carreta de bueyes para preparar la hoguera.