Se acabó el tiempo. Ya no podemos perder más esperando que quienes tienen que remangarse la camisa y tomar decisiones, hagan el trabajo que les corresponde y por el que cobran un sueldo.
Reconozcámoslo: no son tiempos fáciles. Prácticamente todos los medios de comunicación nos bombardean con terribles noticias que hablan de crisis globales, primas de riesgo, rescates económicos, ajustes sociales...
Porque vivimos donde vivimos, nos gusta el ciclismo. Como bien se cuenta en las siguientes páginas, la Vuelta Ciclista a España nos ha permitido lucir nuestra tierra en todo su esplendor: montaña dura, clima impredecible, tremendo paisaje.
Septiembre es mes de comienzos, de proyectos, de intenciones y de objetivos. Es la vuelta a la cotidianidad y hasta los que no se han marchado tienen la sensación de regreso.
Eso es lo que nos auguran para un verano que ha llegado precedido de lluvia y temperaturas frescas. Después de eso viene por fin el calor, mucho calor, nos advierten los responsables de descifrar las isobaras.
Cuando estas líneas se escriben estamos aún en plena resaca electoral, asimilando los resultados y haciéndonos una composición de lugar de cómo quedan las cosas. Son muchos datos que analizar y en realidad uno sólo que digerir: la ciudadanía ha pedido un cambio.
La temporada alta para el turismo comenzó el mes pasado, en una Semana Santa tardía que nos tuvo a todos con el corazón en vilo: que si llueve, que si no llueve, con todo lo que eso supone para las cancelaciones de última hora.