Gastronomía asturiana

Hoy en día, Ceferino Cimadevilla es una autoridad en su campo: ha sido escogido como mejor sumiller de España, presidente de la Asociación de Sumilleres de Asturias, Vicepresidente de la española, y delegado internacional de España.

Son un clásico en la hostelería asturiana. Para tomar un tentempié o incluso para comer de forma rápida y sana, estas pequeñas muestras culinarias pueden llegar a convertirse en el estandarte de un establecimiento.
Cada vez más elaborados, los pinchos y tapas se abren también a la alta cocina.

La Navidad es un momento ideal para echar mano de la creatividad en la cocina. Sugerimos un menú para estas fechas sencillo y original: salteado de setas, verduras y foie con jugo de pato; medallones de solomillo de buey al PX y de postre mousse de turrón.

Es uno de los sabores que definen la gastronomía asturiana, especialmente en estas fechas navideñas. De oriente a occidente se reparten los más de 40 quesos que se producen en nuestra geografía y que han conseguido, cada uno a su manera, ser perfectos embajadores de Asturias allá donde viajen.

El queso Cabrales es, sin duda, el más conocido de los quesos de Asturias y uno de los grandes embajadores del Principado fuera de sus fronteras.

Una de las imágenes de Asturias son los prados y montes verdes, que se pueden ver llenos de hermosas vacas que pastan al aire libre, teniendo la carne que producen el sabor tan apreciado de siempre. La Indicación Geográfica Protegida “Ternera Asturiana” garantiza la calidad de este producto y asegura sus propiedades únicas.

El pote tevergano será el principal protagonista de unas jornadas que año tras año demuestran la solidez de la gastronomía del concejo.

Sotrondio, la capital del concejo, abre el calendario gastronómico con dos fechas destacadas: La Fiesta de los Nabos y la Feria de la Miel.

Les Cebolles Rellenes, que está considerada de Interés Gastronómico Regional y es el evento gastronómico que más ha promocionado el concejo fuera de sus fronteras, convirtiéndose en un buen embajador de la zona.

Si los nabos y las cebollas demuestran año tras año que tienen numerosos adeptos en el Valle del Nalón, los pimientos rellenos tampoco se quedan atrás.