Manuel Quintana Aspra es el actual director de la Coral de Nava. Lleva al frente de este grupo de voces desde el 2014 y asegura que es un orgullo pertenecer a esta familia que suena muy bien gracias al buen ambiente de trabajo que han conseguido entre todos.
Reconoce que aunque ser director de la Coral es un trabajo, prima tanto el buen ambiente que en el 80% de los ensayos se olvida de que los dos días a la semana que ensayan forman parte de su jornada laboral. “Ellos hacen que todo sea muy sencillo. No me da la sensación de estar trabajando por lo fácil que te lo hacen todo”.
-¿Cuánto tiempo lleva dirigiendo esta Coral y qué supone esta experiencia para usted?
-Con ellos llevo desde el 2014 y la experiencia es muy buena. No puedo decir otra cosa pero creo que es por lo que ellos me dan a mí. Es un grupo excepcional, todo se lo toman muy en serio. Se dejan guiar por lo que les digo y esto, cuando estás a cargo de un grupo de estas características, es muy satisfactorio porque quiere decir que te respetan como músico y como director. Es algo muy bonito no solo en el ámbito profesional sino también en el personal, hay muy buena química entre nosotros. No podría decir más que cosas positivas de todos.
-La coral se refundó y se hizo cargo de la dirección empezando desde cero. ¿Cómo definiría su trabajo como director?
-La Coral la estaba dirigiendo José Ordóñez Noriega, “Pepín El Turrao”. Esta persona falleció y el coro estuvo parado unos cuatro o cinco años: fue entonces cuando me llamaron. Yo no sé cómo trabajaban porque no sabía nada de ellos y lo que hice fue actualizar un poco la manera de trabajar. Soy joven y lo que quería era ponernos al día en el campo de la música coral que evidentemente es mi mundo, es algo que me fascina, me dedico a ello y pretendo que en Nava se le dé el valor que se merece porque muchas veces es un trabajo infravalorado y da la impresión de que se puede hacer de cualquier manera. También es cierto que hay otra parte de corales que trabajan muy bien y que muestran trabajos muy buenos. A mí me gusta pensar en obras que no son tan conocidas, con lo cual creo que aporté otro tipo de repertorio que no es el tradicional de chigre o de bar. Desde que llegué estamos poniendo unas piezas más actualizadas para que el trabajo sea más moderno.
-¿Qué repertorio tienen?
-Hay un poco de todo. Al principio estaban un poco sorprendidos porque recuerdo que empezamos con latín, después los llevé al francés, solo el primer año pasamos por cinco idiomas. Estaban un poco abrumados porque también les metía mucha caña. En el repertorio hay sacro, habaneras, canciones tradicionales de Asturias, alguna más antigua y más conocida y otras de nueva composición porque ahora hay gente que lo está haciendo muy bien y actualizan los temas de la música tradicional asturiana. Ellos nos ayudan a modernizar la música coral que no solo es cantar a viva voz.
-¿Cuántas voces componen esta Coral?
-Redondeando, somos alrededor de treinta voces mixtas y siempre estamos intentando convencer a la gente del pueblo para que vengan, porque es una manera de cuidar y de preservar el coro. Soy de Infiesto pero tiene que ser la gente de Nava y alrededores la que se implique. En la Coral hay gente que viene de Oviedo, de Parres y yo creo que es porque lo pasamos muy bien. No creo que sea por un sentimiento de devoción a la música sino porque hay muy buen ambiente, es un grupo excepcional y esto atrae. Animamos a que participen los navetos porque cuesta que vengan pero cuando prueban, la mayor parte de las veces repiten.
“Todos tienen muy buena disposición, son muy trabajadores, hay alegría y eso se nota cuando cantan”
-¿Cuáles son sus objetivos?
-La gente, en un principio se apuntó para que no desapareciese el coro y lo que primó fue el buen ambiente. Después llegó el querer hacerlo bien y esto es la base de todo, poder tener una buena dinámica de trabajo desde la admiración, el respeto, la cordialidad y la simpatía. A partir de ahí se han empezado a construir cosas poco a poco. Costó mucho, había mucha gente que había cantado antes y vino para poner en marcha el proyecto con la idea de marchar después pero ahí siguen todavía.
-¿Cuáles son las señas de identidad?
-El ambiente que se ha creado es lo mejor. También tenemos muy buen sonido aunque siempre se puede mejorar. Además tienen muy buena predisposición, son muy trabajadores, hay mucha alegría y esto se nota cuando se canta. Hay veces que estamos un poco preocupados cuando hay algún concierto que para nosotros es importante; los nervios aparecen antes y después del concierto. Pero se nota mucha felicidad, hay gente que aporta mucho en este sentido.
-¿Qué cree que ofrece la Coral a cada uno de sus integrantes?
-Creo que es una labor social. No es un coro de gente muy mayor con lo cual tienen una proximidad conmigo y esa parte es la que prima. Siempre digo que esto es como ir a echar la partida de cartas. Vas al bar a jugar y no vas a jugar la peor carta, lo que tienes que hacer es echar la mejor porque aunque no vayas a ganar lo que quieres es hacer el mejor juego. Lo que les digo siempre es que soy el que les enseña a tirar la mejor carta pero cantando. Vienen a ensayar dos días a la semana para aprender a cantar e intentar hacerlo lo mejor posible. Evidentemente hay días mejores y peores pero lo pasamos muy bien.