Son varios los entrevistados que al preguntarles sobre cómo ven el futuro coinciden en señalar que muy posiblemente será el metaverso, que muchas grandes empresas ya están explorando sus posibilidades y trabajando para dar a luz su propio mundo virtual. Microsoft, Facebook, Zara, Caixabank, Nike, Coca-Cola o Amazon son solo algunas de las empresas que ya están abrazando el metaverso e invirtiendo en él. Cálculos optimistas aseguran que moverá en 2030 más de dos billones -con b- de dólares, unas dos veces el PIB anual de España, para que nos hagamos una idea.
Aunque la mayoría de los mortales estemos un poco ajenos a todos estos movimientos, el cambio de vida de lo digital a lo virtual dicen que ya se está produciendo. Es más, según los expertos, los próximos cinco años van a ser definitivos para hacer realidad este mundo llamado a convertirse en una especie de megamercado virtual.
Pero ¿qué es el metaverso? Un espacio de realidad virtual donde los usuarios pueden interactuar dentro de un entorno generado por un ordenador y otros usuarios. Es un mundo paralelo al real, pero con puentes de ida y vuelta, lo mismo puedes comprar que disfrutar de un concierto en directo, realizar gestiones o hacer reuniones de trabajo: en todo momento podremos interactuar no solo entre nosotros si no también con lo que nos rodea.
En 2002 de forma pionera ya se empezó a explorar y estudiar este mundo en el departamento de Informática de la Universidad de Oviedo. El ingeniero informático asturiano, Iván Fernández Lobo, hoy director de Gamelab Barcelona, y en aquel momento profesor de universidad, creó en aquel curso una asignatura que se llamaba ‘interacción en mundos virtuales’ donde se abordaron todos los temas que hablamos ahora, pero de una forma más general. Fernández Lobo aprovechó el tirón e interés entre los alumnos por el tema para invitar a participar a gente conocida del sector a nivel internacional en unos cursos de verano de la Universidad para que explicasen los entresijos de este mundillo a los alumnos. Muchos proyectos de fin de carrera fueron en esta línea y varios de aquellos alumnos hoy se dedican al mundo de los videojuegos.
Desde hace unos años, Asturias es territorio de empresas tecnológicas, digitales y creativas. En 2015 veía la luz UNEVA, la Asociación de Empresas de Videojuegos de Asturias formada por diez grupos desarrolladores que tiene como objetivo fomentar la capacidad de cooperación y comunicación entre estas empresas vinculadas a la tecnología del ocio interactivo con otras entidades externas y organismos públicos. En definitiva, quieren sumar esfuerzos y conseguir sinergias para elevar a la región a la categoría de referente mundial del videojuego.
Muchos reconocen que en Asturias hay una base muy buena, además de mucho talento, aunque no se puede hablar de un sector que a día de hoy esté consolidado en el Principado. Potenciar esta industria traería consigo muchas ventajas porque crearía empleo cualificado, se podría exportar desde aquí creatividad, productos y servicios muy valorados en un sector que está muy bien pagado y se encuentra dentro de un mercado global que está en imparable crecimiento.
Parece que estamos en la dirección correcta para poder beneficiarnos de este anunciado boom, pero quizá -reclaman desde el sector- haría falta conducir más la atención del talento a la oportunidad que representa el videojuego en el ámbito laboral y empresarial.
Es un sector emergente en Asturias lleno de oportunidades, pero necesita más apoyo por parte de la administración y de las empresas.
La verdad es que no podemos predecir si el metaverso alcanzará o no el éxito que promete, pero sin duda será interesante ser testigos y, por qué no, protagonistas de su desarrollo.