Calidez para el viajero y trabajo en equipo, son dos de las premisas que muchos empresarios del mundo turístico están poniendo en marcha para contrarrestar los efectos de una crisis que también se está cebando en el sector.
Frente a las dificultades que trae consigo la crisis económica sólo hay dos actitudes: quejarse y lamentarse ante la nueva perspectiva, o afrontar la realidad, estudiarla y buscar estrategias para ser más competitivo. Esto último es lo que están haciendo muchos empresarios del sector turístico asturiano, que buscan nuevas fórmulas con las que conquistar a sus clientes.
La crisis económica ha dado un gran varapalo al turismo en Asturias, que ha visto descender los niveles de ocupación durante la pasada temporada de verano. No ha ayudado mucho la inexistencia de una campaña promocional durante el periodo anterior, el descenso de vuelos y destinos en el Aeropuerto de Ranón o, de forma puntual, la imagen de una Asturias incomunicada y conflictiva debido a las huelgas mineras. El resultado quedó a la vista: una caída del 15% de ocupación y el 40% de rentabilidad. Durante los meses de julio y agosto la región recibió 594.000 turistas menos que en verano de 2011, una tendencia generalizada en toda la España Verde, aunque la caída en Asturias fue considerablemente mayor.
Para intentar paliar esta carencia, se ha puesto en marcha una nueva campaña promocional desde el Gobierno del Principado. En palabras de Graciano Torre, consejero de Economía y Empleo: «tenemos que hacer una campaña conjunta, que evite los localismos y que luego sea el individuo, el turista el que elija. Nuestro paraguas va a ser: Asturias, paraíso natural. Destino multiproducto» De esta forma, la iniciativa que mostrará los recursos de la región se apoya en cinco pilares: el turismo rural y de naturaleza, el cultural, el turismo de costa y villas marineras, el turismo gastronómico, y el de congresos.
Los viajeros de hoy en día quieren más por el mismo precio. Valoran enormemente el buen trato y poder vivir experiencias que les permitan disfrutar y sentirse parte del entorno.
Dentro de este plan de recuperación, el otoño se está viviendo con intensidad en la Sociedad Regional de Turismo, que en un plazo récord ha organizado numerosos viajes de conocimiento para medios de comunicación franceses, italianos y españoles; también para touroperadores especializados en turismo de naturaleza, salud y bienestar, procedentes de destinos tan diferentes como Rusia, Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Irlanda y Reino Unido. A estas iniciativas se suman otras en la misma línea, que desde las instituciones pretenden dar a conocer las bondades del Principado de Asturias fuera de sus fronteras, especialmente en el mercado europeo.
Alemania e Inglaterra son de los dos países que más turistas traen a la región, un mercado que lejos de disminuir crece, por eso los empresarios asturianos diseñan productos que puedan atraerlos. Es el caso de Jesús Frade, impulsor de la recién creada iniciativa empresarial «Momentos de Asturias» que vende experiencias en diferentes puntos de la región. «Pretendemos ofrecer un turismo diferente, un turismo de experiencias en las que el cliente sea partícipe en primera persona y pueda por ejemplo visitar una cueva de queso Cabrales, hacer sidra, trabajar el cuero, la madera, etc». El proyecto está dando sus primeros pasos desde el mes de mayo y está orientado al turismo internacional. Hasta ahora, el «momento» que más éxito está cosechando es el relacionado con la elaboración de la sidra: «tenemos un duerno, machacamos la manzana a mano, a la vieja usanza como los mayadores y todo el mundo se lo pasa muy bien. La gente lo que más agradece es el trato familiar, porque ya están cansados de ser números. Entran como clientes y salen como amigos».
Rocío Estepa Fonseca, artesana y empresaria de hostelería en Taramundi, también tiene sus propias ideas en este sentido. No en vano el año pasado recibió de la ASPET (Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo) un galardón por su buena gestión empresarial vinculada al turismo rural. Estepa afirma que «tenemos que volver a medir en parámetros de calidad y calidez a nuestros viajeros, que no turistas ni clientes. Sólo se va a salvar la gente que entienda ese concepto porque todos ofrecemos casas muy bonitas y en lugares con paisajes maravillosos. Hay que ofertar una acogida cálida, de forma que el viajero sienta que forma parte de tu entorno y por un tiempo convive con la gente de alrededor». La mayor parte del turismo que llega hasta Taramundi procede de comunidades como Galicia, Euskadi, Madrid y Cataluña. Llegan buscando un lugar tranquilo donde disfrutar del entorno, degustar la gastronomía local y empaparse de la cultura de la zona, por eso la experiencia de Rocío dice que lo mejor que se les puede dar es tiempo. «Hay que estar dispuesto a querer compartir tu vida con los viajeros que vienen a visitarte -opina Fonseca-. Nosotros les llevamos a escuchar la curuxa por la noche, a disfrutar de las fiestas de los pueblos en verano y si está diluviando enciendes la chimenea y juegas una partida con ellos. La gente viene a pasar un rato contigo».
Que la situación es difícil en el sector hostelero no es ninguna novedad, hay mucha gente asustada viendo que las cuentas no salen a final de mes, pero para esta asturiana del occidente lo que hace falta para salir adelante es «cambiar la actitud, hay que salir de la cofradía del lamento, porque sólo por nombrar las cosas no van a cambiar».
La crisis económica ha llevado a muchos empresarios del sector a asociarse para poder ofertar a sus clientes propuestas más atractivas.
La promoción está en la red
La solución pasa por trabajar en equipo. Eso es lo que piensan muchos empresarios asturianos que están uniendo fuerzas para promocionar sus ofertas turísticas. Es el caso de Asturias ye Natural, una asociación integrada por propietarios de hoteles y casas rurales que, a pesar de encontrarse en distintos concejos asturianos, han decidido trabajar en conjunto para sacar adelante sus negocios. Marimar Pérez, hostelera de Cudillero, está convencida de que en solitario no se va a ninguna parte, por eso hace un año participó en la creación de este colectivo que, entre otras cosas, dedica buena parte de su tiempo a promocionarse en las redes sociales. «Somos diez personas, y uno se encarga de trabajos en vídeo, otro de la fotografía, otro de Facebook, otro de Pinterest, etc. Ahora mismo los clientes están en las redes y hay que ir a ahí a buscarlos. Si trabaja uno solo se pierde mucho tiempo, pero juntos es mucho más sencillo y la promoción se multiplica». Con su trabajo preparan paquetes turísticos en conjunto, acuden a ferias nacionales donde presentar su marca, e incluso colaboran con asociaciones de otras comunidades para compartir clientes. «Compartimos las oportunidades que nos salen a cada uno; si uno aprende un programa lo comparte o nos pasa los apuntes, y de esa experiencia nos enriquecemos los demás».
Tener visibilidad en las redes sociales y poder manejar diferentes herramientas tecnológicas es algo cada vez más valorado en el sector, ya que más del 90% de los usuarios de alojamientos turísticos consultan o contratan a través de la red. Internet es la referencia y cada día es más difícil sustraerse a ella. Por eso, desde la SRT (Sociedad Regional de Turismo) en colaboración con el CTIC, se ha puesto en marcha la segunda fase del Plan de formación en nuevas tecnologías para el sector. Un equipo de la Fundación CTIC imparte 80 talleres por toda Asturias en los que participan al menos 239 profesionales. Miguel Ángel Acero es el responsable de proyectos y empresas de CTIC: «nosotros tratamos de trasladar al empresario que tiene que ser proactivo y estar a la última en las herramientas y las redes sociales. Cuanto antes conozca el funcionamiento de las redes, más sencillo le resultará estar actualizado. Cada día hay nuevas vías, nuevas redes sociales, nuevos portales en los que es importante estar». Entre las cuestiones que se enseñan está la «analítica web»: conocer cómo el visitante está accediendo al portal del empresario o a su web, qué enlaces llevan a su página, cuántas visitas tienen…
La ‘reputación digital’ es otro de los puntos del temario: «es muy importante que un alojamiento o un restaurante conozca lo que se está diciendo de él en internet, si hay quejas en foros o a través de portales», explica Acero. «Nosotros les enseñamos a diseñar un sistema de vigilancia para identificar qué tipo de menciones hay a su negocio y cómo deben enfrentarse a ellas, si se debe o no responder o compensar al cliente. Esto es esencial para ellos».
Más del 90% de los usuarios de alojamientos turísticos consultan o contratan a través de la red.
La conectividad también es un factor a tener en cuenta. El número de usuarios de smartphones ya se acerca al 50% de las personas que tienen dispositivos móviles, lo que en lo relativo a consultas, localización o búsqueda de información se conoce como el fenómeno SOLOMO: social, local y móvil. «El potencial cliente tiene un comportamiento muy vinculado a las redes sociales. Si antes las reservas se hacían con mucha antelación, ahora son dos semanas antes, o incluso cuando el visitante llega a su destino», describe Acero. Por eso, cada vez gana mayor importancia el geoposicionamiento, y que el empresario sepa como funcionan elementos a nivel de promoción y participación del cliente, como el geocaching, Foursquare o el pixHunting.
La existencia de nuevos hábitos informativos directamente relacionados con las nuevas tecnologías está transformando el mercado turístico. Las nuevas figuras de intermediación en forma de portales online y centrales de reservas son ahora los soportes de comercialización en los que hay que tener presencia para poder llevar a cabo efectivas campañas de promoción. En este sentido, la SRT ha puesto en marcha recientemente una campaña online con la que posicionará el destino Asturias en los principales portales de viajes de internet: Edreams, Rumbo, Atrápalo y Muchoviaje; portales que en total comercializan más de 1.500 establecimientos turísticos.
Si de algo entiende Carlos Cuesta es de turismo. Para el presidente de Aspet, la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo, resulta fundamental dirigir el turismo rural hacia una renovación que amplíe sus posibilidades.
-¿Han cambiado los hábitos de los visitantes con motivo de la crisis económica? ¿Qué busca el turismo en Asturias?
-La crisis ha influido decisivamente en todo lo relativo al turismo rural. Los visitantes siguen llegando a Asturias pero para estancias más cortas. Si bien antes estaban una semana y se aprovechaba para programar un poco de turismo cultural, gastronómico, de naturaleza, etc., ahora la estancia se reduce a dos o tres días nada más. De modo que aunque el turismo rural sigue estando sobre la mesa, creo que la actividad hoy por hoy debe evolucionar. Hay que buscar nuevas fórmulas para atraer al viajero.
-Haciendo un poco de análisis de la situación, ¿es posible que se haya saturado la oferta de turismo rural en los últimos años?
-Sí, claramente. Creo que hay un exceso de casas rurales en el mercado. Mi opinión es que habría que regular un poco la actividad y sobre todo pedir un poco más de formación al personal dedicado al sector servicios.
-¿Es interesante hacer un esfuerzo para atraer al turismo internacional?
-Por supuesto. En este momento el turismo internacional que viene a Asturias no supone más de un 2% del total de viajeros y es muy interesante promocionarlo. Ingleses y franceses por ejemplo son muy amantes de la naturaleza, y aquí, si algo tenemos, son buenos paisajes.
-¿Cómo debe enfocarse la promoción?
-Es fundamental vender la marca Asturias. Hay que buscar el hecho diferencial en todos los ámbitos: productos artesanales, naturaleza, cultura, historia, arte. Que el turista nos conozca, que visite una bodega, que conozca el ritual de la matanza. Hay que buscar alternativas para que la gente disfrute aprovechando todas las posibilidades que ofrece cada lugar, sacándole partido a nuestra amabilidad y buen trato. El visitante tiene sobre todo que sentirse a gusto. Es responsabilidad de los profesionales ofertar el turismo de manera efectiva, no hay otra cosa ahora mismo. Y está demostrado que el que ofrece calidad y novedad, sale a flote.
-Después de haber visitado varios países para conocer distintos enfoques turísticos, ¿qué cree que podemos aprovechar para Asturias?
-Sobre todo aprender a sacarle partido a lo que ya tenemos, que es lo que otros países tratan de hacer. Hay que darle profundidad a la actividad turística, es decir, no se trata solo de probar la gastronomía local, sino de conocer por qué se prepara ese plato en esa zona, qué tradición tiene, con qué productos se elabora. Hay que enseñar a hacer una boroña o a cocinar un pescado. Hay que mostrar al turista lo que tenemos.