—¡Despierta Elba, ya hemos llegado! —exclamó Xandru mientras levantaba la lona.
De pronto, una extraña sensación de quietud y la ausencia del movimiento del mar...
Elba no se había preparado para la despedida.
Nunca se habría imaginado así aquel momento.
Se sentía invadida por el desasosiego que le generaba la certeza...