Con “El chico que no sabía escribir” expreso mi interior y pasado en relatos cortos ficticios donde la realidad está dibujada en cada letra trazada y deseando tener esa ilusión de poner al lector en mi piel, que sea el presente de la historia.
Prólogo
La noche disociaba la realidad de la luz diurna que se diluía en la ciénaga, hayas gigantes ante la menudez de mi cuerpo y mi voz no alcanzaba la altura para ser oída.
Capítulo 1. Amaranto
“Las ciénagas ocultan la verdad...