La Comarca Montaña Central cierra una etapa con la finalización del Proder II para dar paso al Leader. Jesús Alvarez Barbao, presidente del Grupo de Desarrollo Rural que gestiona estos programas europeos en la Comarca, hace balance del camino ya recorrido, mientras se dan los primeros pasos de un nuevo ciclo.
-¿Los habitantes de la Montaña Central han sabido aprovechar el PRODER II?
-En líneas generales diría que sí, aunque hay que reconocer que al principio costó ponerlo en marcha, dado que era el primer programa de desarrollo rural que teníamos en la Montaña Central. Luego, al ver las experiencias de vecinos de otros concejos y comprobar que la tramitación era bastante sencilla se fueron poniendo en marcha más proyectos. La valoración es muy positiva, de hecho todo el dinero que teníamos en el PRODER II está comprometido y estamos cerrando todos los expedientes.
-¿Cumplió el PRODER con las metas que se marcaron en sus inicios?
-Yo creo que sí a juzgar por el empleo generado, tanto en turismo como en diversificación. Los resultados han sido satisfactorios, y esto nos hace ser muy optimistas de cara al futuro con el programa LEADER y con los once millones de euros que tenemos para la Montaña Central. Ahora los grupos ya tenemos una credibilidad delante de nuestros vecinos y va a ser más fácil invertir ese dinero en la Montaña Central.
-A través de la READER se promovieron experiencias conjuntas con otros grupos de desarrollo rural ¿cómo ha resultado esta experiencia?
-Fue muy positivo porque nos permitió aprender. Evidentemente, lo que ves con tus propios ojos es más fácil de entender que lo que puedes leer en los papeles. Es una buena forma de intercambiar experiencias y conocimientos con otros territorios que pasaron por problemas similares a los nuestros y que están más avanzados porque ya llevan más programas desarrollados.
-¿Qué aportará al LEADER la experiencia del PRODER II?
-Mucho, porque en el caso del PRODER II partíamos de una inexperiencia total. En la Montaña Central nunca se había desarrollado un programa de desarrollo rural, y aunque todavía tenemos una mentalidad industrial que poco a poco iremos corrigiendo -basada en el 95% de la industrialización de la minería- ya se está dando un cambio de mentalidad y se están dando los primeros pasos en la potenciación del turismo. Evidentemente no va a ser la panacea, pero sí es un complemento importante para las rentas de los vecinos. Estoy seguro que en muy poco tiempo vamos a empezar a ver resultados muy claros y de una mayor rentabilidad, pero para eso hay que mejorar infraestructuras, desarrollar tecnologías y facilitar con dinero público que la gente se quede en los pueblos.
-¿Por dónde cree que pasa el futuro de la Montaña Central?
-Lo primero que hay que hacer es creer en los recursos que tenemos, tanto orográficos como de capital humano, que son muchos. Tenemos un equipo de gente muy capaz, en el Consorcio, en la Agencia de Desarrollo Local, en el grupo del PRODER, en los Ayuntamientos, gente que está trabajando con muchas ganas e ilusión. Lo único que tenemos que hacer es aunar esfuerzos.
Recientemente tuvimos la visita de dos expertos en turismo activo que estuvieron recorriendo los concejos de la Montaña Central y se marcharon maravillados de lo que teníamos aquí. Por ejemplo, con el tirón que tiene el Angliru, el anillo ciclista de la Montaña Central ofrece grandes posibilidades para trazar recorridos para la bicicleta. También tenemos el embalse de Alfilorios, en el que, cuidando las condiciones, se podrían practicar deportes no contaminantes como el piragüismo. Pocos territorios pueden presumir de tener dos estaciones de esquí y estar al mismo tiempo muy cerca de la playa.
En Montaña Central tenemos mimbres suficientes para potenciar el turismo y poder vivir de una forma mejor, con una serie de ingresos que facilita la propia orografía. Ahora falta que nosotros mismos nos lo creamos y apostemos por ello desde los diferentes organismos, porque no todo va a ser el LEADER o el PRODER, hay otras administraciones que también se tienen que implicar. §