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Inaugurada en 2011, la Residencia de Mayores Spa de Felechosa, gestionada por el Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana, ha transformado la atención residencial y sanitaria en las Cuencas Mineras, un territorio asturiano marcado históricamente por la industria del carbón y en busca de nuevos horizontes para revitalizar su economía y población.
Esta Residencia no es solo un espacio de cuidados para personas mayores, sino también un centro neurálgico que ofrece bienestar a toda la comunidad local y actúa como un catalizador de desarrollo económico y social en la zona.
Tres pilares de atención integral
La Residencia de Felechosa se distingue por su enfoque multidimensional en la atención a las personas mayores, con una oferta de servicios que abarca tres áreas clave. En primer lugar, el núcleo del proyecto está en el área residencial y de cuidados a personas mayores con diferentes niveles de dependencia, un servicio esencial en una sociedad que envejece rápidamente y donde la demanda de cuidados especializados crece exponencialmente. Esta área atiende a personas mayores de 65 años, brindándoles atención personalizada en un entorno seguro y confortable.
En segundo lugar, destaca su unidad de atención a la discapacidad, que ofrece plazas para personas de cualquier edad con necesidades especiales. Este enfoque inclusivo refleja la sensibilidad del Montepío hacia la diversidad de situaciones que afectan a la población, proporcionándoles un espacio donde pueden recibir los cuidados y la atención necesarios, sin importar su edad o condición.
Este centro, con horarios especiales para el público en general, ofrece para sus propios residentes, tratamientos terapéuticos que no solo se enfocan a la parte de cuidados y relax, sino, en muchos casos, como soporte en estancias que requieren rehabilitación.
El tercer pilar es quizás el más innovador, ya que amplía la oferta de servicios más allá de los residentes y abre sus puertas a la comunidad a través de su centro de hidroterapias SPA, un espacio destinado al bienestar físico y mental. Este centro, con horarios especiales para el público en general, ofrece para sus propios residentes, tratamientos terapéuticos que no solo se enfocan a la parte de cuidados y relax, sino, en muchos casos, como soporte en estancias que requieren rehabilitación. Y el SPA brinda también franjas horas independientes para atender al público general con las terapias clásicas sobre la base de la afamada agua de este valle allerano, incluyendo inhalaciones, cromoterapia, podología, pediluvio y maniluvio, entre otros.
La posibilidad de acceder a estos servicios en un entorno rural supone un valor añadido para los vecinos y familias de la zona, que encuentran en la residencia un lugar de bienestar integral o incluso un complemento en la oferta turística de la zona, siendo la hidroterapia perfecta para combinar en cualquier estación del año con los flujos de paso en la zona, especialmente durante la temporada de otoño e invierno, como recurso para personas que hacen deportes de montaña y nieve.
Además de los servicios asistenciales y de salud, la residencia del Alto Aller apuesta por una programación cultural e intergeneracional que dinamiza la vida de los residentes y la comunidad. El objetivo de su equipo multidisciplinar es estar al día de las innovaciones referentes al sector en materia de cuidados integrales de la persona: plasmados en el día a día. Y así, durante todo el año, se organizan actividades de todo tipo: musicales, de exposiciones, actuaciones y talleres gastronómicos, de lectura, de huertos, plantas, de digitalización… y de celebración de casi todas las fechas especiales (incluidos muchos días mundiales, fiestas y tradiciones) que no solo aportan entretenimiento, sino que generan un sentido de pertenencia y conexión entre generaciones, fomentando la participación y el envejecimiento activo. Conciertos o exposiciones, por ejemplo, son en determinadas fechas semanales, compartidas entre residentes, familias y vecinos.
Un motor económico en las Cuencas Mineras
Más allá de su contribución social, la Residencia de Felechosa desempeña un papel clave como motor de desarrollo económico en una región que ha sufrido las consecuencias del declive de la minería. Con más de cien empleos directos generados, la residencia del Montepío es uno de los mayores empleadores de la zona, lo que representa una fuente vital de ingresos para muchas familias. A esto se suman los empleos indirectos generados a través de la red de suministros y servicios que requiere una infraestructura de este calibre. La residencia del Montepío de la Minería, con sus más de 200 residentes, casi un centenar de trabajadores y las familias que visitan a sus seres queridos consume diariamente productos y servicios que abarcan desde la alimentación, productos farmacéuticos y de higiene, hasta el transporte y la cultura, lo que beneficia a un amplio tejido de pymes locales y empresas de proximidad.
Este impacto económico es aún más notable cuando consideramos la importancia de sostener la actividad económica en las áreas rurales y periféricas de Asturias, especialmente en las Cuencas Mineras, que enfrentan el desafío del despoblamiento y el envejecimiento de la población. La Residencia de Felechosa ha demostrado ser un ejemplo exitoso de cómo un proyecto bien gestionado puede contribuir a mantener la vida económica y social en zonas que, de otro modo, podrían ver una drástica reducción de su actividad.
Con más de cien empleos directos generados, la residencia del Montepío es uno de los mayores empleadores de la zona, lo que representa una fuente vital de ingresos para muchas familias.
Un compromiso con la calidad y el bienestar
Desde su inauguración hace trece años, la Residencia de Felechosa ha apostado por la mejora constante de sus servicios, ofreciendo no solo cuidados de calidad, sino un enfoque centrado en el bienestar integral de sus residentes. Este enfoque no se limita a cubrir las necesidades básicas, sino que busca proporcionar una experiencia de vida completa, donde los residentes y sus familias se sientan apoyados, activos y conectados.
El equipo de la residencia, comprometido con la mejora continua, trabaja para implementar proyectos que no solo cuidan de la salud física de las personas mayores, sino que también promueven actividades de envejecimiento saludable, intergeneracionales y que favorecen la estimulación cognitiva y emocional. Desde talleres gastronómicos, programas de reminiscencias, animaloterapia, musicoterapia, hasta actividades culturales como teatro y exposiciones, la oferta es diversa y rica en estímulos, generando un ambiente donde los mayores no solo cuidan su cuerpo, sino también su mente y alma.
Además, la residencia ha sido pionera en romper la brecha digital a través de talleres que permiten a los residentes conectarse con sus familias y el mundo exterior, una labor que cobró especial relevancia durante la pandemia de COVID-19. Gracias a la planificación y a las medidas de prevención, la residencia logró proteger a sus residentes y, al mismo tiempo, mantenerlos activos y conectados mediante conexiones digitales con sus familias y seres queridos, una práctica que continúa hoy en día, también programas de convivencia con colegios o asociaciones o equipos de jóvenes y culturales.
Un proyecto de servicios y con futuro, un ejemplo para la España vacía
Lo que en sus inicios fue visto como un reto debido a su ubicación periférica en el Alto Aller, se ha convertido con el tiempo en una de las mayores fortalezas de la Residencia de Felechosa. Su enclave en un entorno natural privilegiado ha sido revalorizado por los residentes y sus familias, especialmente tras la pandemia, cuando la importancia del contacto con la naturaleza y los espacios abiertos se hizo más evidente que nunca. Hoy en día, la Residencia mantiene altos niveles de ocupación, lo que demuestra que su combinación de calidad asistencial, bienestar y ubicación natural es una fórmula ganadora.
En conclusión, la Residencia de Felechosa no solo es un ejemplo de cómo revitalizar zonas rurales y sostener la actividad económica, sino también de cómo ofrecer un servicio integral y humanizado que da valor a la vida en todas sus etapas. Este proyecto, impulsado por el Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana, sigue siendo, trece años después de su apertura, un modelo a seguir en el sector de los cuidados en Asturias y en toda la España vaciada. Una realidad de esas nuevas Cuencas Mineras que apuestan a futuro sin olvidarse de sus raíces.
Apuesta por las energía limpias
La Residencia de Felechosa estrenó el pasado mes de abril su instalación fotovoltaica, con 202 paneles que aportarán un 15% de su autoconsumo. En su primer mes de funcionamiento, la instalación logró cubrir con la autogeneración la media prevista (incluso alcanzado en algunos días el 25% de su consumo) y espera que, con una producción estimada anual total de 102 MWh, logre un ahorro superior al 15% al año. Con esta nueva inversión de 92.000 euros, la entidad confirma su apuesta por las energías limpias y la eficiencia y el ahorro energético. La nueva instalación, además, aprovecha la buena disposición de la cubierta del edificio principal para poner a funcionar un sistema fotovoltaico de 110,09 kWp para autoconsumo sin excedentes, con una superficie estimada de 522,05 m² y módulos coplanares a la cubierta existente.
Para hacer posible este proyecto, la Residencia Felechosa-Montepío contó con el asesoramiento técnico de la empresa EDP y una ayuda de 23.000 euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea en nuestra Comunidad, para instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable, impulsado en nuestra Comunidad por la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno de Asturias.
En un mundo donde la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son cada vez más importantes, la instalación de una planta fotovoltaica en la Residencia de Mayores de Felechosa emerge como una solución brillante y necesaria. Esta iniciativa no solo impulsa el ahorro energético, sino que también promueve un compromiso tangible con el medio ambiente y ofrece una serie de beneficios significativos en materia de: eficiencia energética, ahorro económico y cumplimiento de nuestro compromiso ambiental como entidad social, sensible con las necesidades del planeta en reducción de emisiones.
Otras acciones del Montepío
La Residencia de Mayores de Felechosa no es el único proyecto del Montepío de la Minería Asturiana, una entidad obrera emblemática en Asturias que ha sabido modernizarse en estos últimos años para dibujar un mutualismo que dé respuestas adaptadas y atractivas para el siglo XXI. Con cerca de 8.000 familias mutualistas y su sede central y administrativa en Oviedo, a las que se suman sus 16 juntas locales, distribuidas en los principales enclaves mineros de nuestra comunidad, el Montepío extiende su red de actividad hasta Salamanca, Murcia y Roquetas, donde gestiona el histórico Balneario de Ledesma y los residenciales de apartamentos de Destinos de sol de Los Alcázares del Mar Menor y de Roquetas de Mar, en Costa de Almería. Aunque las cifras de empleo y actividad varían a lo largo del año, por estar sometido el sector del turismo a factores de estacionalidad, estas tres actividades mueven cerca de 200 empleos directos en verano, con un mínimo de 130 en invierno.
Se trata, por lo general, por su ubicación, de empleo importante en sus zonas de actividad, especialmente en la Comarca de Ledesma, donde los baños termales son no sólo un motor (más de 100 empleos directos y unos 16.500 clientes en los nueve meses que dura la temporada termal), sino también un valor histórico y patrimonial, por ser el Balneario uno de los más antiguos de la Península, con veinte siglos de antigüedad. El Balneario del Montepío a orillas del Tormes, con aguas mineromedicinales únicas (que brotan a 46ºC) catalogadas como Bien de Interés Nacional desde 1886, ha sido además pionero en España en programas de termalismo social y en la popularización del turismo de salud -ya atendían a trabajadores del carbón a mediados del pasado siglo, de ahí su conexión con el mutualismo minero asturiano-.
Desde hace más de cinco años, el Montepío puso en marcha su Fundación Obra Social Montepío para canalizar toda su actividad social, cultural y de ayuda solidaria. Una de sus últimas acciones destacadas en este campo ha sido la participación en el programa de acogida de migrantes en el Residencial de Los Alcázares, respondiendo a la crisis estatal y europea en materia migratoria. El pasado otoño la Fundación Barbón reconoció con su galardón de 2023 la trayectoria del mutualismo con alma minera que, en cinco décadas, desde la pequeña aportación mensual de miles de familias del carbón, han construido un proyecto que encara el segundo cuarto de este siglo con músculo, vitalidad e ideas fieles a su visión social original.
Más información: www.ResidenciaSpaFelechosa.com