Más allá de las iniciativas turísticas, el Polígono de Caborana presenta una faceta a tener en cuenta dentro del panorama empresarial del concejo, que busca necesariamente ampliar el campo de acción y los sectores de desarrollo.
Tras el declive de la actividad minera, la industria allerana ocupa un discreto pero importante lugar en el panorama económico del concejo. Este Polígono fue el pionero, y mantiene una actividad estable dentro de las posibilidades de un espacio limitado.
Cuatro naves industriales, más una gasolinera y un local de restauración, forman este pequeño polígono industrial que contribuye a dinamizar la economía de una zona eminentemente rural. Actualmente las comunicaciones son su mayor problema, por culpa de las riadas que afectaron al Corredor del Aller.