El nombre de la marca Salvaxe surge para darle forma y sentido tanto a la identidad de las joyas como a la de su creadora, María.
Quien en 2018 y con 24 años decidió girar el timón y darle un rumbo diferente a su vida. Pidió ayuda a su hermana pequeña (que con 9 años ya sabía hacer pulseras) y con nociones básicas, pero mucha valentía, dejó Oviedo y se trasladó a Lisboa.
Allí comenzó a vender su macramé por las calles y mercados portugueses.
Para quienes se pregunten qué es el macramé, les gustará saber que es una técnica artesanal que consiste en ir uniendo abalorios a hilos encerados que, trenzados o anudados, forman patrones y se transforman en joyas únicas.
Después de casi un año volvió a Asturias y siguió desarrollando y dando a conocer su marca a través de las redes sociales Facebook e Instagram con el nombre de @somosalvaxe.
En 2020, una vez entrada la pandemia, María volvió a dar otro giro en su vida, esta vez sería el cambio vital y definitivo: decidió comprarse una casa y por fin cumplir el sueño de tener su propio taller.
Volvió a arriesgar, lo dejó todo y comenzó de nuevo, pero esta vez más estable, con más experiencia y ganas de demostrarse.
Y así es como vive esta artista en la actualidad, inmersa en los bosques, rodeada de vida y centrada en ella y sus proyectos (@elcampuylamaria). Creando cada vez que siente que debe crear, demostrándose sin parar y compartiendo a través de sus redes todo lo que aquí se cuenta.
Ella, más libre que nunca, va creando y sintiendo con cada proceso, dándole así un valor añadido a cada pieza, que no se ve pero sí se siente, transformando materia en energía. Tejiendo con sus manos Magia y Fantasía, creando historias con sus manos y sus hilos.