Una economía de equilibrios. Jaime Rabanal. Consejero de Economía y Hacienda.

Dirigir las finanzas de una comunidad autónoma como Asturias es un reto no exento de dificultades y polémicas, porque muchas veces supone situarse en el centro de los debates más espinosos de la política regional. Pero a Jaime Rabanal, leonés de nacimiento y asturiano de adopción, no parecen asustarle las controversias.
Este economista apela a la imaginación, al esfuerzo, y al compromiso de todos para que tanto Asturias como el resto de las comunidades autónomas dispongan de los recursos suficientes para garantizar el equilibrio entre ingresos y gastos y atender los servicios asumidos.

-Los efectos de la crisis se han visto en Asturias con un poco de retraso respecto a otras Comunidades. ¿Quiere esto decir que el modelo productivo asturiano es más sólido, o simplemente es más lento en reaccionar?
-La crisis incide con cierto retraso en Asturias debido fundamentalmente a tres cuestiones. La primera de ellas es el mayor protagonismo de la obra pública en Asturias frente a la construcción residencial. En segundo lugar, el crecimiento más ordenado y equilibrado del sector de la construcción asturiano, como consecuencia de las políticas de preservación ambiental. Y por último, durante los últimos años el tejido empresarial asturiano ha sufrido cambios importantes y es hoy más competitivo que antaño.
-¿Qué medidas se están tomando para minimizar los efectos de la crisis en nuestra región?
-Ante los efectos de la primera crisis de la globalización, el Gobierno asturiano ha puesto en marcha medidas para estimular la actividad económica, potenciar la inversión productiva y reforzar las políticas sociales.
Por una parte, estas actuaciones se han dirigido a facilitar el acceso al crédito. Las entidades financieras han restringido el crédito no por la falta de medios de pago, sino por la pérdida de confianza. Ahora los ciudadanos y las empresas encuentran muchas dificultades para acceder a la financiación, provocando no sólo una disminución del consumo y de la inversión, sino también haciendo peligrar el desarrollo de la actividad de muchas compañías y por tanto de los puestos de trabajo que generan. Ante esto, el Gobierno del Principado de Asturias, con el objetivo de que aquellas empresas y autónomos solventes y con un proyecto viable puedan disponer de la liquidez suficiente para mantener la actividad ordinaria, ha ampliado los recursos de la sociedad de garantía recíproca Asturgar para la concesión de avales por valor de más de 40 millones de euros; a la vez que ha recogido, en el Presupuesto 2009, 226 millones de euros en avales para la financiación de proyectos de inversión, mejora de la estructura financiera empresarial, desarrollo de la actividad y apoyo al sector de la vivienda.
Por otra parte, las medidas llevadas a cabo también se han orientado a incrementar la inversión pública para fomentar la actividad económica, a incidir en las políticas de protección social para proporcionar ayuda a los que más lo necesitan, así como al refuerzo de las políticas de austeridad y de la mejora de la gestión del gasto público.

«De persitir la crisis, todavía queda margen de maniobra, pero conviene utilizar los recursos públicos con sensatez para no poner en peligro la estabilidad de las cuentas públicas»

-Una de las medidas anticrisis del Gobierno asturiano es la de facilitar el acceso al crédito, sin embargo sus efectos no parecen visibles: las entidades financieras siguen dando problemas de liquidez y confianza a empresarios y consumidores.
-No estoy de acuerdo con que sea una medida que no tiene efectos visibles, ya que desde el 1 de enero, Asturgar ha concedido 105 avales a empresas por más de 22 millones de euros que afectan a 2.819 puestos de trabajo. A los que hay que añadir avales por un importe total de 15,5 millones de euros autorizados y vinculados directamente al Presupuesto a seis empresas afectando a cerca de 1.000 empleos. Lo que si cabe puntualizar es que es una medida que tendría más efecto aún, si su capacidad para facilitar el acceso a la financiación no se viera mermada por la poca fluidez del crédito en la actualidad, ya que sigue imperando la desconfianza en los mercados financieros.
-Mantener un tejido empresarial y un mercado laboral con un tamaño similar al que teníamos en 2007, está siendo un objetivo prioritario del Gobierno asturiano. ¿Con qué dificultades se está encontrando?
-Hasta el momento, los efectos adversos de esta crisis se han sentido con menor intensidad en Asturias, pero también hay que tener en cuenta que estamos ante una crisis rodeada por una gran incertidumbre sobre su intensidad y profundidad, por lo que resulta difícil predecir cuándo se producirá la salida de la misma.
-De persistir la crisis, ¿el gobierno asturiano tiene aún margen de maniobra?
-Si fuera necesario, todavía queda margen de maniobra, pero conviene ser prudentes y utilizar los recursos públicos con sensatez y cordura para no poner en peligro la estabilidad de las cuentas públicas.

«El futuro modelo de financiación debe otorgar mayor relevancia al envejecimiento y la dispersión, elementos muy presentes en la realidad asturiana»

-Para el debate del nuevo modelo de financiación autonómica han calado aspectos importantes como el envejecimiento y la dispersión geográfica de la población. ¿Son aspectos irrenunciables para llegar a un acuerdo?
-El Gobierno del Principado de Asturias siempre defenderá, tal como lo ha hecho hasta la fecha, los criterios más beneficiosos para los asturianos, tanto en el marco de la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica como en cualquier otro asunto. El modelo futuro debe otorgar mayor relevancia a elementos tales como el envejecimiento y la dispersión ya que son determinantes claros del coste de prestación de los servicios y elementos muy presentes en la realidad asturiana.
-¿Qué otros aspectos deben contemplarse en ese modelo de financiación, imprescindibles dentro de ese marco de solidaridad territorial?
-Hay un criterio esencial sobre el que se fundamenta la propuesta del Gobierno de Asturias para la nueva financiación autonómica: no hay comunidades autónomas ricas ni comunidades autónomas pobres; hay españoles con más ingresos y españoles con menos ingresos. Todos los ciudadanos, más allá de su lugar de nacimiento o residencia, tienen el derecho constitucional a recibir los mismos servicios y de la misma calidad.
El punto de partida de la posición de Asturias es, por tanto, que a igualdad de esfuerzo fiscal, la calidad de la sanidad, de la educación o de los servicios sociales, entre otros muchos, sea homogénea en todos los rincones de España.
-Si a nivel estatal ya se plantea el colapso de la Seguridad Social y la posible eliminación de determinados servicios públicos, ¿de dónde se van a sacar los recursos económicos para dar todos esos servicios en un futuro?
-Dada la evolución de las necesidades crecientes provocadas por el envejecimiento poblacional o los nuevos retos que supone la Ley de Dependencia, es necesario incrementar de forma sustancial los recursos de las comunidades autónomas para afrontarlos. Es por esto que se plantea la revisión del actual modelo de financiación, donde el Gobierno asturiano defiende que todas las comunidades autónomas dispongan de los recursos suficientes para atender los servicios asumidos y se garantice el equilibrio entre ingresos y gastos a lo largo del tiempo.
Las comunidades autónomas somos responsables de la prestación de los principales servicios públicos. Es por tanto necesario que dispongamos de los recursos necesarios para no poner en peligro la prestación de los servicios públicos fundamentales, pilares del estado del bienestar. §

Fotos cedidas por Consejería de Economía y Hacienda