La piedra forma casas sólidas y monumentos románicos en la comarca del Alto Campoo. A lo lejos, las montañas se cubren de un manto de espesa nieve, mientras en los valles dormita la fauna y se escucha cómo nace el río Ebro, entre gorgoteos de agua.
Entre todos los municipios de la comarca del Alto Campoo, nuestros pasos se dirigen preferentemente hacia Campoo de Suso. A lo lejos, los picos Cuchillón, Tres Mares y Cornón muestran sus cumbres y laderas llenas de nieve blanca. Si nos acercamos más en esa dirección, hacia el valle glaciar que queda al fondo de su corona, nos encontraremos con la Estación de Esquí y de Montaña Alto Campoo, el punto de encuentro de miles de esquiadores y snowboarders. Es la única estación de esquí existente en Cantabria, y en invierno este lugar es uno de los que más turistas reciben de toda la provincia, atraídos no sólo por la nieve sino por la calidad de las instalaciones y las múltiples posibilidades que ofrece el entorno. Para quedarse, además de hacerlo en la propia estación de esquí, podemos elegir alguno de los pueblos más característicos de Campoo de Suso: Abiada, La Hoz de Abiada, Entrambasaguas, Salces, Espinilla, Fontibre o Soto. Las opciones de alojamiento van desde el albergue, a posadas, pensiones, centros de turismo rural o cabañas de piedra.
En nuestra visita a estas tierras campurrianas, no han de faltar las compras. Si queremos llevarnos algo auténtico, hay que elegir artesanía -sobre todo en madera- y delicias gastronómicas. La miel de brezo y otros productos apícolas tienen el sabor de la naturaleza del lugar, así como mermeladas, quesos y repostería a base de un hojaldre de textura única. La carne de montaña, la matanza, las setas, el pollo del corral o el cabrito lo probaremos in situ, preparado aquí por expertas manos que consiguen una deliciosa “olla ferroviaria”, cocido montañés, y el famoso caldo de arbejas que se emplea como base para sopas y purés. Hay excelentes restaurantes que ofrecen estos platos tradicionales y otros de elaboración propia que constituyen un motivo más para venir a Campoo de Suso.
En la zona hay mucho que ver, porque estos valles llevan ocupados por el hombre desde la Edad de Bronce. Desde el Gran Valle Glaciar presidido por el pico Tres Mares, pasando por la zona de La Joyanca -un gran hoyo donde se asientan diversos pueblos con rica etnografía-, iglesias barrocas en Abiada o La Lomba, los restos Alto Medievales de la necrópolis de Espinilla, la Cueva de Suano, el castillo y el poblado cántabro de Argüeso, la Torre de Proaño o el Centro de Interpretación del Románico y la iglesia de Santa María, que se encuentran en Villacantid. Todo sin olvidar una de las joyas del lugar, a donde vienen cientos de visitantes durante el año: Fontibre, el nacimiento del río Ebro. Además de ser el lugar donde se forma el río más largo de nuestro país, es una zona de una belleza espectacular.
Imposible transmitir en unas líneas lo que tiene para ofrecer toda la Comarca de Campoo-Los Valles, aunque en este caso las palabras no podrían estar a la altura de la realidad. Lo mejor es ir y comprobarlo con nuestros propios ojos.