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miércoles 24, abril 2024

Senogul. Explorando los límites musicales

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En busca de nuevos sonidos, los cinco músicos de Senogul abren sus mentes a la creatividad, transitando por los senderos que ha ido abriendo el rock. Tras diez años juntos, acaban de editar su tercer trabajo, que vuelve a la sonoridad inicial.
Pablo Canalís, encargado del bajo eléctrico, percusiones y voces, ejerce de portavoz del grupo:

-Senogul ha sido calificada como «la banda más importante y creativa del rock progresivo asturiano». ¿Cómo os definiríais vosotros para el lector?
-Ante todo somos un grupo de músicos de mentes abiertas, libres, que subsiste por amor al arte en sí mismo y que no ve la música como un mero negocio, sino como una profunda forma de expresión, una manera de dar rienda suelta a nuestra creatividad sin complejos. No nos gusta encasillarnos en ningún estilo, ni a la hora de componer, ni a la hora de interpretar. Todo tiene cabida, siempre que esté en consonancia con nuestras propias ideas referentes al buen gusto y la intencionalidad. No obstante, nuestra formación instrumental básica o núcleo básico podría encuadrarse dentro del ámbito del rock, en el más amplio sentido de la palabra.
-Vuestra música también es difícil de describir, así que en vez de encasillarla, ¿qué señas de identidad la definen?
-Como señas de identidad podría citar algunas concretas como puede ser recurrir frecuentemente a compases de tempo irregulares, empleo de modulaciones inesperadas, progresiones armónicas disonantes, ocasionalmente falta de sustento rítmico y creación de atmósferas etéreas, libertad de tempos, o por el contrario extrema rigidez..etc, aunque muchas de estas señas, leídas sobre el papel de una revista y sin conocer la sonoridad del grupo, podrían dar lugar a equívocos, puesto que todo lo que tocamos suele discurrir con total naturalidad, por extravagante que suene y ese es uno de los logros del grupo. En este caso vale más escuchar 2 minutos de nuestra música, que leer una descripción enciclopédica de la misma…porque hay cosas difíciles de explicar y fáciles de entender escuchando, y otras fáciles de explicar y prácticamente incomprensibles para una mayoría de oyentes, a veces lo difícil se hace fácil y lo fácil es realmente lo difícil. Algo interesante y característico de Senogul es que en algunos temas hay partes en los que los instrumentos ejecutan fraseos sencillos, que superpuestos unos a otros hacen el efecto de un complejo puzzle, en el que todas las piezas deben encajar a la perfección.

«Nuestra participación en la adaptación de la Ópera del Orfeo de Monteverdi para rock progresivo fue una de nuestras experiencias musicales más importantes como grupo, aportando mucho a nuestra forma de componer»

-En una entrevista afirmaste que los músicos que tienden a decantarse por el rock progresivo «son gente que busca ir más allá, llevar la música un poco más lejos». ¿En qué sentido?
-Mi forma de entender el rock progresivo, o mejor aún, el espíritu progresivo, es la de los músicos a los que les gusta mezclar sin barreras, sin complejos, aunque con criterio, hacer evolucionar la música a través de la mezcla, la fusión de culturas, la experimentación, la conjunción de elementos populares y académicos, la contraposición entre lo electrónico y lo acústico, las miles de formas de expresar una misma idea sonora. Un dato de interés al respecto puedo ser que por ejemplo, cuando se grabó “La leyenda del tiempo” de Camarón, el productor recurrió a músicos que por aquel entonces formaban parte del ámbito del rock progresivo para acompañar al cantaor (y también a consagrados músicos del mundo flamenco claro). Entre estos músicos provenientes del progresivo podría citarse a Jorge Pardo, Gualberto o los hermanos Marineli, que a día de hoy son prestigiosos músicos de amplio currículum, y que todos ellos han innovado y hecho evolucionar la música de este país. Algo similar ocurrió por ejemplo con Miguel Ríos en sus inicios, cuando se profesionalizó, que se rodeó de músicos del círculo del rock progresivo en sus primeras grabaciones y directos. Joan Albert Amargós comenzó también sus pasos muy ligado al rock progresivo y la fusión y acabó de arreglista para innumerables artistas como Serrat.
Actualmente son muchos los músicos asturianos, que recurren por ejemplo al talento de nuestro teclista Eduardo, para dar un toque de calidad, maestría y sofisticación a sus propias músicas, como por ejemplo sucede con Anabel Santiago o Edwin Moses.
-En las composiciones de Senogul se mezcla el academicismo con lo callejero y racial. ¿Cómo conseguís tal eclecticismo en el sonido? ¿Y cómo os ponéis de acuerdo entre todos los miembros del grupo a la hora de crear?
-Este eclecticismo fluye de una manera natural en el grupo. Todos somos ávidos “consumidores” de un amplio abanico de músicas, pero cada uno tiene sus preferencias y predilecciones, a veces infinitamente distantes. Nuestros gustos son muy dispares, pero todos confluimos en una franja común a la hora de componer y arreglar. Entre nuestras influencias pueden estar múltiples grupos de Rock, Funk, Heavy, Blues, Soul, Hardcore, Reggae, Flamenco, Salsa, Afrobeat, y un interminable etc. No es raro escuchar algún fragmento en el que las guitarras rockean, el bajo utiliza recursos salseros, la batería es totalmente funk y el piano lleva una libertad propia del jazz más “free”. Escuchando tanta música diferente, es algo natural que haya ese mestizaje en nuestras composiciones. Ponerse de acuerdo suele ser fácil, ya llevamos casi 10 años juntos y sabemos de qué pie cojea el vecino (si no fuera fácil no habríamos pasado del primer disco), además en Senogul todos nos admiramos, respetamos e intentamos aprender unos de otros. Nuestro proceso creativo suele ser rápido y todo lo natural que puede ser, es más, podría decirse que “vomitamos” tantas ideas que a veces lo difícil es dejar algunas atrás. Un ejemplo de eclecticismo puede ser la interpretación de una melodía de santería afrocubana con la guitarra o el saxo, sobre una base roquera (este tipo de ejemplos pueden escucharse en nuestros tres discos).
-Vuestra música no es para acompañar una tarea, sino más bien para pararse y escucharla con atención. ¿Es una manera de devolver la música a su lugar, alejándose de las radiofórmulas que han convertido la mayoría de las canciones en melodías de consumir y tirar?
-Realmente hacemos la música que nos apetece, sin preocuparnos demasiado en la comercialidad, o en el uso que pueda darle cada uno a esta música. No obstante sí que es verdad que lo nuestro como grupo es una carrera de fondo, en la que los logros van consiguiéndose poco a poco y trabajamos mirando casi siempre a largo plazo. Creo que nuestra música es bastante ajena a las modas, por lo que si bien hasta ahora no hemos conseguido toda la difusión que podríamos conseguir, esperamos que nuestra música perdure durante muchos años…no corre el riesgo de pasar de moda, porque no está de moda. De todos modos tiene que haber de todo en las viñas del señor, la música de ascensor o la música de consumo también tienen su función
-¿Cómo conseguís llevar al oyente a otra dimensión sonora, cómo lográis dibujar en su mente imágenes a través del sonido?
-Bueno, eso depende de cada persona, lo que busque en nuestra música, su predisposición, su imaginación. Con nuestro segundo disco trabajamos mucho la línea de los “paisajes sonoros”, evocando imágenes con nuestra composición de sonidos. El proceso de evocación es subjetivo, cada uno tiene el suyo y eso es enriquecedor, puesto que hay tantas imágenes para un “paisaje sonoro”, como personas hay en la tierra. Mi cuñada trabaja como profesora de antropología en una universidad de Brasil, impartiendo una asignatura llamada “sociología de las emociones”, ha utilizado en sus clases fragmentos de paisajes sonoros de nuestro segundo disco, obteniendo resultados muy interesantes. Utilizaba por ejemplo un fragmento de nuestro corte “Mae Floresta” y cada alumno, después de escuchar el tema, describía imágenes las imágenes que le sugería la música. Hay quien por ejemplo puede asociar un color a cada nota, o un olor a cada sonido. El mundo de la sinestesia es un mundo apasionante.
-¿Qué evolución hay en vuestro último trabajo, respecto los anteriores?
-La evolución ha sido continua del primer al tercer disco, sin que haya habido ninguna ruptura entre ellos, aunque sí diversos puntos de inflexión. El primer punto de inflexión fue cuando comenzamos a integrar percusiones en el grupo de forma considerable, especialmente el uso de reclamos, arpa de boca, kalimbas, congas, y típicos efectos como el flexatone y el vibraslap, etc…que desde ese momento forman parte del abanico sonoro del grupo. Esto sucedió durante las sesiones de grabación del primer disco y su utilización se desarrolló y consolidó en el segundo disco. Otro punto de inflexión importante fue nuestra participación en la adaptación del “Orfeo Ba-rock”, un proyecto muy ambicioso consistente en una adaptación de la Ópera del Orfeo de Monteverdi para grupo de rock progresivo, ensemble de saxos, y orquesta. Esta fue una de nuestras experiencias musicales más importantes como grupo, que también aportó mucho a nuestra forma de componer.
El tercer disco es una especie de vuelta a la sonoridad del primer disco, pero con la solidez de haber pasado por un segundo disco, del que también es deudor.

«Somos un grupo de músicos de mentes abiertas, que ve la música como una profunda forma de expresión»

-Músicos de gran talla musical han participado en vuestro tercer disco, Senogul III. ¿Cómo ha sido el intercambio creativo?
-Hemos contado con multitud de colaboradores que han contribuido a dar un enorme colorido a los temas, ampliando la instrumentación básica del grupo con fagot, violín, saxos, vibráfono, percusiones latinas, flautas, etc.
Podría citarte dos colaboradores de gran prestigio en nuestro país como son Pedro Ontiveros (flauta y saxo soprano) y Luis Cobo “Manglis” (guitarra eléctrica, acústica y de 12 cuerdas). Ambos participan en nuestro tema “Sopa Colorá”, un tema de sonoridades flamencas y latinas. Estos músicos pertenecían al grupo Guadalquivir, un grupo de jazz-rock progresivo con un importante sabor flamenco, que tuvieron su mejor momento a finales de los años 70 y comienzos de los 80 (actualmente han vuelto a reunirse). Pedro grabó en discos con por ejemplo el cantautor asturiano Daniel Vega y Luis Cobo acompañó por ejemplo a Miguel Ríos, Triana y otros grupos estatales de renombre. También acompañaron a cantaores como Enrique Morente.
Colabora también el sabio Marcos Mantero con sus sintetizadores en el tema “Paraná” (primera versión que se graba para un disco oficial de Senogul), con un extensísimo currículum musical, que pasa por grupos como Los Pegamoides, Joaquín Sabina & Viceversa, Lole y Manuel e Imán Califato Independiente, entre otros muchos.
Senogul somos unos grandes fans de Guadalquivir e Imán, por lo que para nosotros es todo un sueño hecho realidad que estos grandes músicos se hayan prestado a colaborar con nosotros. Aparte, la experiencia humana de haber intercambiado ideas y vivencias es realmente enriquecedora para todas las partes.
Colabora también con nosotros Theodosii Spasov, un músico búlgaro virtuosísimo intérprete de la flauta de soplo oblículo “Kaval”, toda una celebridad musical en su país y fuera de él. Todo un ejemplo de profesionalidad y eficiencia.
Además, colaboran varios músicos asturianos de gran calidad, como son Chema Fombona, Rafael Yugueros, Iris Cárcaba, John Falcone, Alejandro Martínez Ares o Juan Antonio Martínez .Todos ellos han dado lo mejor de sí mismos y nos han proporcionado momentos inolvidables.
-Utilizáis a menudo instrumentos de otros países, ¿qué sorpresas habéis incluido esta vez?
-Bueno, si las desvelo todas dejarían de ser sorpresas. Aparte de la instrumentación que he mencionado anteriormente, en este tercer disco se puede escuchar un Sheng (órgano de boca chino) en el inicio de disco, y una Marímbula eléctrica en el tema “Pijamas”. El resto se lo dejaremos al oyente para que lo descubra.
-¿Qué aporta Senogul al panorama musical asturiano?
-Nuestro grupo se mueve en un entorno bastante solitario dentro del panorama musical asturiano, y yo diría incluso que nacional. Hace casi 10 años que se fundó el grupo y a pesar de no ser una banda que da muchos conciertos al año, poco a poco vamos saliendo del círculo urderground y llegando a más público, sin que para ello hayamos modificado ninguno de los parámetros en los que se mueve nuestra música. Nuestro grupo cubre un pequeño hueco creativo que bebe de muchos círculos, sin que pueda encasillarse en ninguno. Esto es una ventaja porque no conocemos a nadie haciendo nada similar a lo que estamos haciendo nosotros en la región (con lo cual es más fácil que te conozcan, porque digamos que no tenemos “competencia”), pero también una desventaja porque es muy difícil poder entrar en el cartel de festivales no especializados en nuestra música (inexistentes en Asturias claro), puesto que no encajamos del todo en el rock, tampoco en el jazz, ni en el folk del arco atlántico, etc…vamos directamente al cajón desastre de los raros, osea que no encajamos en ningún circuito a nivel regional.
-Sé que desaconsejas el cerrarse únicamente a un estilo a la hora de tocar un instrumento, «cuanto más vocabulario se tenga, mejor podrás expresarte». ¿Podríamos decir lo mismo al oyente, que cuanta más música diferente escuche, mejor podrá entender la música?
-Partiendo de la premisa de que el oyente quiera o desee entender la música, creo que cuanta más música asimile, mejor podrá llegar a comprender las leyes o normas que la rigen, o la mecánica de su funcionamiento, sus rasgos característicos. De todos modos, para poder disfrutar de la música no es necesario entenderla, simplemente sentirla. Nuestra música podría resultar compleja de analizar, pero no hay razón para analizarla, simplemente puedes disfrutarla, sus melodías, sus rítmos, dejarte llevar. No hace falta ser un experto para disfrutar por ejemplo, de un cuadro de Picasso porque puedes disfrutarlo simplemente contemplando sus oníricas formas y colorido.

Senogul son:-Eduardo García Salueña: Teclados y Minimoog.
-Pedro Alvarez Menchaca: Guitarras eléctricas.
-Israel Sánchez Barragán: Guitarras eléctricas y saxo.
-Pablo Canalís: Bajo eléctrico, percusiones y voces.
-Eva Díaz Toca: Batería y percusiones.

Senogul III se publica en formato CD en julio de 2011. Los distribuidores son Disconsonancia (para España), Musea (para el resto del mundo, excepto América latina, y para todo el mundo en formato digital) y Azafrán Media (para América latina).
Más información en www.senogul.es

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