Autores: Bardial Cerámica.
“Llegó la seronda, y qué mejor publicación le podemos dedicar, que una que nos haga recordar a una gran olvidada de la construcción tradicional asturiana: la cuerría, conocida también como corripa, corra o xoxa.
Antaño, existían por toda Asturias grandes y cuidadas plantaciones de castaños. Junto a estos se encontraban las cuerrías. Son unas construcciones circulares, hechas de piedras apiladas, en las que se depositaban los erizos, que permanecerían tapados con ramas de los propios castaños hasta su maduración. El conocido aire de las castañas era el encargado de desprenderlos del árbol. Pero si alguno se resistía, se dumían con la ayuda de largas pértigas. Los erizos se recogían con unas pinzas de madera (morgaces) y se colocaban en el interior de las cuerrías. De esta forma, se conservaban las castañas y podían recogerse en cualquier momento del año.
Hoy en día tan sólo quedan las ruinas de estos antiguos almacenes. Con esta pieza hemos querido recrear uno de ellos: lo que queda de la estructura de piedra y de un antiguo castaño hueco, bajo la atenta mirada del esguil (ardilla)”.