No es fácil encontrar suelo empresarial en el oriente asturiano. El poco que hay está prácticamente ocupado, por eso en Recta de Lleu no renuncian al proyecto de acometer una cuarta fase de expansión. A pesar de la crisis global, las expectativas son buenas.
Piloña es un pequeño concejo tradicionalmente rural y de servicios, que en los últimos años ha hecho un importante esfuerzo por reciclarse y buscar nuevas vías de desarrollo. En momentos económicamente convulsos, en el concejo de Piloña se dan situaciones tan contradictorias como el cierre de grandes empresas, con evidentes consecuencias en las cifras de empleo; y al mismo tiempo hay otras empresas que muestran su interés en la zona y no pueden instalarse por falta de espacio. El polígono de Recta de Lleu ha sido un éxito de funcionamiento desde sus inicios, a mediados de los noventa, como motor económico del concejo de Piloña y sus alrededores. La demanda de espacio llevó a construir una segunda fase, inaugurada en 2003, y una tercera que llegó en 2009. Hoy en día, todavía hay empresas que desean ampliar sus instalaciones y otras que buscan un hueco para establecerse en la zona. Por eso, aún se insiste en la viabilidad de una cuarta fase del polígono.
El polígono ha sido un éxito de funcionamiento desde sus inicios, a mediados de los noventa, como motor económico del concejo de Piloña y sus alrededores.
¿Qué tiene Piloña para ser tan atractivo para los empresarios? Para empezar, Recta de Lleu está a una distancia similar del centro geográfico de Asturias que de la vecina comunidad cántabra, lo que permite entablar relaciones por una y otra vía con igual facilidad. Los precios, en cambio, son más baratos que en las cercanías de la capital, mientras que las buenas comunicaciones -aquí la Autovía del Cantábrico juega un papel protagonista- permiten salvar distancias cómodamente. Es decir: Piloña cuenta con todas las ventajas de estar en el centro sin estarlo, y por tanto las desventajas de la masificación se reducen de forma evidente. El único problema, común a la mayoría de polígonos industriales, es la seguridad. El tema es recurrente entre todos los empresarios asturianos, y cada zona empresarial intenta buscar soluciones en la medida de sus posibilidades.
En este caso, durante años ha habido una asociación de empresarios, Aserlleu, que funcionaba de interlocutor ante las autoridades y agrupaba problemas y soluciones comunes. Actualmente la asociación se encuentra sin actividad, y las reuniones, gestiones y consensos necesarios se realizan de modo informal. Existe por ejemplo la idea de plantear un proyecto de videovigilancia; lo más probable es que sea una empresa privada la que realice una propuesta y una presentación a los interesados, que deberán tomar una decisión a título individual, y luego buscar acuerdos en el tema de la financiación y puesta en marcha de esta iniciativa.
Sin renunciar a sus raíces rurales hace ya años que Piloña ha apostado por dotar de terreno a una creciente actividad empresarial, con resultados positivos. El Ayuntamiento colabora también en el mantenimiento de unas infraestructuras que han demostrado ser vitales para los piloñeses. Aunque la instalación de alguna de las empresas comprometidas se ha retrasado por culpa de dificultades puntuales, las treinta y dos parcelas disponibles en Recta de Lleu se han quedado pequeñas. Todo un milagro con los tiempos que corren.