El Jueves Santo, con la procesión del Nazareno, es el centro de un calendario de actividades religiosas en Luarca, donde la devoción mueve a miles de personas.
Los actos de Semana Santa empiezan este año el 27 de marzo, con la novena a Jesús Nazareno, que da paso el Miércoles Santo a las solemnes procesiones. Pero desde mucho antes, la Real Hermandad del Nazareno de Luarca ya está trabajando para que esté todo perfecto: «Desde que estoy en la cofradía yo sé que empiezo en enero y termino en diciembre. Siempre hay algo que hacer». Así lo explica Evaristo Guardado, que es el director de este colectivo desde hace más de quince años.
La Real Hermandad es una de las más antiguas de Asturias, ya que según la documentación existente data de 1965, y cuenta hoy en día con más de mil cofrades. Es una cifra que hay que valorar en su contexto, puntualiza Guardado: «teniendo en cuenta que la población de Luarca, ronda los 4.000 habitantes, es una cifra que dice mucho de la importancia de la cofradía. Y además hay que pensar que los cofrades no son individuales, sino familiares, y es el cabeza de familia el que ampara a todos sus miembros». Más de mil familias, pues, que participan activamente en la Semana Santa luarquesa, y la han convertido en una de las más concurridas de Asturias. «Según las cifras que manejamos, el día grande hay más de 20.000 personas en la villa».
El Jueves Santo la procesión recorre una fuerte pendiente desde la Iglesia Parroquial hasta la capilla de la Atalaya, el punto más alto del pueblo.
Ese día es el Jueves Santo, con una procesión multitudinaria que recorre una fuerte pendiente desde la Iglesia Parroquial, en el casco urbano de la villa, hasta la capilla de la Atalaya, el punto más alto del pueblo: por algo entre los asistentes se ha hecho común la expresión «voy a subir al Nazareno». Ésta es la procesión que más fervor despierta, pero no es la única: también está la de la Borriquilla, el Domingo de Ramos; la del Cristo del Perdón, el Miércoles Santo, que además este año estará presidida por el Arzobispo; la del «Santo Entierro, el Viernes Santo; y la de la Soledad, el Sábado Santo. Precisamente esta última, que comienza a las siete de la mañana, es la que los luarqueses consideran como «más suya», ya que la hora temprana y la dureza del trazado hacen que se genere un ambiente especial: «subimos por la carretera del faro, que es un acantilado con unas vistas impresionantes, y más a esa hora, que está amaneciendo. El ambiente es de silencio, sólo roto por algún rezo o algún cántico».
Estos días son únicos y característicos en Luarca, tiempo de devoción y de emoción. Y una pieza fundamental en ellos es la presencia de la Real Hermandad del Nazareno, que además desarrolla otras actividades a lo largo del año, como la Exaltación de la Santa Cruz, el 14 de septiembre.Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo