Revisamos los puntos principales de la propuesta de ley y 9 claves para hacer correctamente dieta sin gluten.
Todo un hito para el colectivo de personas con Enfermedad Celiaca. El pasado 21 de octubre el Congreso de los Diputados dio luz verde a la tramitación de una proposición de ley que supondrá, entre otras cosas, una compensación económica para las personas diagnosticadas con esta patología autoinmune de 600€ a través de una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. En este artículo revisamos también algunas claves fundamentales para hacer una dieta sin gluten correcta.
Se trata de una reivindicación histórica por parte del colectivo y de sus asociaciones. El último informe de precios de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) señala que la cesta de la compra anual en una familia en la que hay una persona con Celiaquía es de aproximadamente 1.000 euros más que la de las familias en las que no hay Celiaquía. Y es que los productos específicos sin gluten -panes, pastas, bollería, masas de pizza, etc- pueden ser entre 2 y 3 veces más caros que sus versiones con gluten. El elevado precio de las materias primas y los rigurosos controles de seguridad a los que se debe someter a estos productos, son algunos de los factores que explican estos precios, pero no se trata en ningún caso de elecciones personales, sino de productos que suponen parte del tratamiento para los pacientes con Celiaquía.
La tramitación de esta proposición de ley supondrá una compensación económica para las personas diagnosticadas con esta patología autoinmune de 600€ a través de una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
La proposición de Ley, impulsada por el PP y aprobada por unanimidad, pretende también crear un registro nacional de pacientes diagnosticados como medida para poder gestionar la deducción fiscal y también con interés epidemiológico. Se sabe que la Enfermedad Celiaca afecta aproximadamente al 1% de la población; hay estimaciones de que entre un 75 y un 80% de las personas con Celiaquía no están diagnosticadas, pero no se tienen cifras reales ni a nivel regional, ni a nivel nacional.
La noticia fue recibida con entusiasmo por las asociaciones de pacientes a través de las redes sociales, y es que sin duda tendrá un impacto positivo especialmente en aquellas familias en las que hay varios miembros diagnosticados.
La Enfermedad Celiaca es una patología de base inmunológica, crónica y sistémica provocada por la ingesta de gluten, que se da en individuos predispuestos genéticamente. Ese componente genético es el que explica que en un mismo núcleo familiar pueda haber más personas diagnosticadas, de hecho, los familiares de primer grado de una persona con Celiaquía son el principal grupo de riesgo de Enfermedad Celiaca.
El único tratamiento eficaz para la Celiaquía en la actualidad es una dieta sin gluten estricta, sin transgresiones voluntarias y evitando siempre el contacto cruzado o contaminación cruzada (las trazas que pueden producirse cuando caen unas migas de pan de trigo en el plato de una persona celiaca, las trazas que se transfieren al cortar con el mismo cuchillo pan con gluten y pan sin gluten, etc.). A pesar de ser una necesidad llevar este tipo de alimentación de forma correcta y estricta todos los días, los pacientes reclaman también más información tras el diagnóstico.
Hacer una dieta sin gluten no es fácil. Se necesita aprender a interpretar etiquetas, tener información básica sobre legislación de alérgenos en Europa, saber que las trazas son un riesgo para la salud de estas personas y es necesario evitarlas tanto a través de los productos como a la hora de cocinar en casa.
Y es que hacer una dieta sin gluten no es fácil. Se necesita aprender a interpretar etiquetas, tener información básica sobre legislación de alérgenos en Europa, saber que las trazas son un riesgo para la salud de estas personas y es necesario evitarlas tanto a través de los productos como a la hora de cocinar en casa. También es importante saber en qué establecimientos evitan esas trazas y trabajan con seguridad para este colectivo.
Así que a continuación, revisamos algunas cuestiones básicas -muy básicas- para aprender a hacer una dieta sin gluten estricta:
- La dieta sin gluten debe estar basada en alimentos que de manera natural no contienen gluten: frutas, verduras, legumbres (cuidado con las lentejas que pueden contener granos de trigo), carnes, pescados, huevos, frutos secos, cereales sin gluten… Estos, según el actual Reglamento UE828/2014 no pueden contener en su etiquetado la mención “sin gluten”, pero puedes identificarlos fácilmente ya que todos los años FACE publica en su web el listado de genéricos para poder orientarte con la compra.
- Los productos que pueden contener gluten como ingrediente, -como pueden ser panes, bollería, etc- deben indicarlo claramente en su etiquetado, según el Reglamento UE 1169/2011, ya que los cereales con gluten, cuando se usan de forma intencionada para elaborar algún producto o plato (es decir, cuando son ingredientes), son un alérgeno obligatorio y deben destacarse en el etiquetado de un producto o un plato en hostelería (no ocurre lo mismo con las trazas, por eso es importante el siguiente punto).
- El resto de productos, denominados según la clasificación de FACE “convencionales” y “específicos” serán seguros siempre y cuando contengan la mención “sin gluten” y/o certificación europea. Esta mención está regulada por el Reglamento UE828/2014 e indica que ese producto contiene menos de 20 partes por millón de gluten, límite que se considera seguro ya que no produce respuesta inmune en personas con Celiaquía según la ciencia -y la ley- en la actualidad.
- En casa es importante intentar tener una zona específica para los productos sin gluten, para que no haya errores ni posible contacto cruzado con alimentos que contengan gluten. Esas trazas sí despiertan respuesta inmune. A la hora de cocinar con y sin gluten hay que extremar las precauciones, igualmente a la hora de sentarnos en la mesa con personas no celiacas que sí están consumiendo gluten.
- En algunos casos necesitarás herramientas específicas para trabajar sin gluten en la cocina, como ocurre con tostadoras o freidoras de aire. También los materiales de madera -como tablas- serán de uso exclusivo sin gluten para evitar riesgos.
- Se hace fundamental también implicar a las personas que conviven con una persona diagnosticada y a su entorno más cercano, para que sean aliados especialmente en la gestión de ese contacto cruzado.
- Fuera de casa no se puede bajar la guardia. Es imprescindible acudir a lugares que además de trabajar sin gluten lo hagan evitando en todo momento el contacto cruzado. Y es que, si hay trazas, siempre hay respuesta inmunológica y daño intestinal, aunque no haya síntomas. Por suerte cada vez hay más establecimientos seguros y las asociaciones publican en sus webs la lista de aquellos que trabajan con formación.
- Es importante también revisar que los medicamentos y complementos alimenticios son aptos para personas con Celiaquía.
- Siempre que haya dudas sobre si un producto contiene o no gluten, es mejor no consumirlo.
Son estas nociones muy básicas que será necesario ampliar para poder hacer una alimentación libre de gluten segura, y que así el paciente vaya poco a poco recuperando su salud y su calidad de vida. Y para ello es también fundamental que las personas con Celiaquía lleven un seguimiento médico que debe ser, según el actual Protocolo de Diagnóstico Precoz de la Enfermedad Celiaca, “periódico e indefinido” para comprobar que el paciente evoluciona correctamente y que no surgen complicaciones asociadas.