El curso en la Universidad de Oviedo comienza con el reto de aplicar el Plan Bolonia, para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Mari Paz Suárez Rendueles, vicerrectoria de Ordenación Académica de la Universidad de Oviedo asegura que el próximo curso tendrán los deberes hechos, y la adaptación completa.
“Desde que tomó posesión el nuevo rector, en mayo del año pasado, hasta diciembre, tuvimos que diseñar las memorias de verificación de los doce grados que se empiezan a impartir en este curso, y de cuarenta y un másteres oficiales. Ha sido una carrera contrarreloj”, añade Rendueles.
-¿Cuáles son los principales problemas con los que han tenido que lidiar en este proceso?
-Uno de los más importantes fue que teníamos un tiempo muy limitado y partíamos prácticamente de cero. Con lo cual tuvimos que tomar muchas decisiones de manera muy precipitada, y esto lo digo especialmente en el caso de los másteres. Desde un principio la idea del equipo rectoral no era implantar cuarenta y un másteres de investigación, pero todos los directores de departamento estaban empeñados en que querían el suyo. Hemos tenido que llegar a una solución temporal, aceptando la propuesta de que todo el mundo pueda tener su máster, con una validez oficial de dos cursos académicos. Con lo cual no más tarde de enero de 2010 tendremos que pensar cómo configuramos el mapa final de másteres de la Universidad de Oviedo, es decir que nos queda mucho trabajo por delante.
Otra dificultad estuvo en que yo creo que la mayor parte del profesorado, y en algunos casos los estudiantes, no se creían que había que cumplir el Real Decreto 13/93, es decir, que había que tener todas las titulaciones adaptadas en octubre de 2010. Al principio se pensaba que el Ministerio iba a dar una prórroga, pero después de unos cuantos meses todo el mundo está convencido de que esto es irreversible, y que tenemos que procurar hacerlo lo mejor posible. Hay un poco de reticencia también por parte del profesorado, porque tampoco sabía muy bien cómo se iban a contabilizar todas estas actividades nuevas que tienen que llevar a cabo. Todos los cambios generan un poco de inquietud, pero yo creo que al final la institución está por encima y saldremos adelante sin ningún problema.
-¿Cree que un motivo para esas “reticencias” es la falta de información?
-Bueno, nosotros hemos hecho un esfuerzo importante, de hecho antes de terminar este curso hemos ido por todos los campus explicando en qué consistía la adaptación al EEES. En la mayoría hemos tenido una respuesta superior a la que yo esperaba, salvo algunas intervenciones puntuales en el campus de Humanidades. En la página web también hemos puesto una presentación de Power Point explicando en qué consiste. Probablemente en el último momento, pero creo que la sociedad ya es consciente de lo que significa la adaptación.
“Nuestra intención es conseguir mayor calidad en la enseñanza, mayor calidad en la investigación, tener más visión internacional”
-No en todas las carreras es posible acceder a un máster. Concretamente, en Derecho.
-En el caso de Derecho no podría ser un máster universitario oficial, por la sencilla razón de que desde la Facultad y los distintos departamentos de Derecho no se pusieron de acuerdo en el momento en el que hubo que hacer las propuestas de los másteres adaptados al Espacio Europeo, de modo que precisamente este año en la oferta de másters oficiales de la Universidad de Oviedo no hay ningún máster de Derecho. Lo pondremos en marcha en los próximos dos o tres meses.
Sin embargo, a veces la gente se confunde. Están los másteres universitarios oficiales, que son los que están financiados a través de las becas de la Consejería de Educación del Principado, a través del Plan Zapatero para los que están en paro, etc. Pero además hay títulos propios de la Universidad de Oviedo, que no están financiados. Consecuentemente las tasas de matrícula son mucho más elevadas que los precios oficiales, pero también son títulos que tienen un gran valor añadido y que en el mercado laboral se cotizan.
-Habla usted de la fuerza de la Universidad como institución. ¿Cuál cree que va a ser el futuro de una institución con cuatrocientos años de historia tras un cambio como éste?
-Nuestra apuesta es que este cambio signifique simplemente una mejoría. Nuestra intención es conseguir mayor calidad en la enseñanza, mayor calidad en la investigación, tener más visión internacional. A corto y medio plazo, la idea es conseguir ofertar titulaciones con un valor añadido, que sean atractivas no sólo para los alumnos de esta región sino para los de las regiones limítrofes, y sobre todo atraer para los estudios de máster a alumnos de Hispanoamérica, con los que tenemos lazos desde hace muchos años. Para eso hay que hacer un estudio serio y ver en qué nos diferenciamos del resto de las universidades que tenemos alrededor. Conseguir ser mejores en determinados aspectos, ser capaces por ejemplo de aglutinar investigadores y profesores de distintas áreas y juntarlos para impartir un máster transversal que tenga gran atractivo: ésa es la apuesta a corto y medio plazo de este vicerrectorado.