Se vende naturaleza. Se vende cultura. Se vende gastronomía. Se vende hospitalidad. Todo eso se ofrece en Asturias, y los extranjeros compran… pero aún no lo suficiente. Así como la internacionalización se plantea como uno de los factores clave para la empresa asturiana, también desde el sector turístico el salto al mercado global parece el paso inevitable y lógico.
2015 ha arrojado el mejor balance turístico desde que empezó la crisis. A la espera de las cifras del último trimestre del año, el cálculo es que el número de visitantes ha aumentado un 11% con respecto al año pasado. Son datos del Sistema de Información Turística de Asturias, en los que se ve que el turismo extranjero es, sin embargo, anecdótico comparado con el nacional: sólo un 17% viene desde fuera del país. Dentro del nacional, el madrileño se lleva la palma con diferencia (23,7%). Los aspectos más valorados de Asturias son el trato con la gente y la gastronomía, seguidos de la conservación del medio natural y cultural.
La asistencia a ferias y los viajes especializados son un medio habitual de promoción.
El verano, y aquí por una vez hay consenso entre los diferentes agentes implicados, ha sido bueno en lo turístico. Y todo gracias a una mezcla de factores, entre los que se cuentan probablemente el buen tiempo, una pequeña recuperación del poder adquisitivo, la inestabilidad en los países africanos del Mediterráneo -destinos turísticos de competencia-, además de que Asturias es un destino con menor ocupación, que permite escapar de la masificación, y más barato, a pesar de que se han subido los precios (alrededor de un 3%) este año.
También habrán influido las diferentes acciones de promoción, especialmente las relativas a los treinta años del eslogan Asturias, Paraíso Natural, cumpleaños que se celebró con treinta excursiones diferentes programadas por todo el territorio regional. La campaña contaba con varios apartados, entre ellos uno diseñado para captar visitantes treintañeros, la generación millennial, otro de los nichos de mercado más interesantes en términos turísticos.
Asturias para foodies
La gastronomía es uno de los valores seguros, y desde luego uno de los que más repercusión consigue en medios internacionales. La sidra asturiana es aún poco conocida en el mundo, y quizá por eso los extranjeros alucinan cuando ven toda la ceremonia que requiere antes siquiera de probarla. Es, junto al queso de Cabrales, uno de los reclamos más funcionales para el turismo internacional, o al menos con lo que más se quedan los periodistas especializados. Jason Wilson, periodista especializado en bebidas «espirituosas» ha publicado varios artículos que hacen referencia a la sidra asturiana, explicando su consumo y su escanciado con ojos de extranjero: «Me quedé impresionado con la cantidad de sidra que la gente consume en Gijón (…) me senté junto a una pareja de mediana edad que se bajó tres botellas de litro en media hora, como si nada». La idiosincrasia asturiana nunca deja de sorprender.
La feria internacional Cheese 2015 dio una gran puntuación a los quesos españoles, destacando el Cabrales «No tiene nada que envidiar al roquefort», afirmaba Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food. ¿Por qué entonces no es tan conocido? La respuesta suele llevar a lo de siempre: promoción. Hay que hacer más, y más especializada.
¿Cómo nos vendemos?
Los viajes de prensa y touroperadores son uno de los medios más habituales para promocionarse en medios tanto extranjeros como nacionales. En octubre, por ejemplo, visitaron Asturias para publicar en los suplementos de tres diarios de información general belgas. La visita organizada en colaboración con la Oficina Española de Turismo en Bruselas, permitirá a las publicaciones Nieuwsblad, Gazet van Antwerpen y Het Belang van Limburg mostrar los cascos históricos de Oviedo, Gijón y Avilés, además de los monumentos del prerrománico asturiano, entre otros enclaves.
El treinta cumpleaños del slogan Asturias, Paraíso Natural se celebró con treinta excursiones por la región.
También el corresponsal en España del diario británico The Independent viajó al Principado. Este viaje, organizado junto con la Oficina Española de Turismo de Londres, servirá para que Asturias forme parte de una guía que distribuirá el próximo mes de enero el diario londinense Evening Standard. El reportaje publicado formará parte de la serie Spanish Journeys.
Así, durante este año se han recibido visitas de periodistas o profesionales especializados de destinos tan diversos como Polonia, Brasil o Portugal. Gracias a ello, se plantean contenidos específicos diseñados según las características del público objetivo de cada país.
¿Y cómo vienen?
La mayoría, en coche. El tema de la comunicación con el exterior -y su falta de ella- es recurrente en el imaginario asturiano, y la percepción general es que el aeropuerto de la región no termina de arrancar. Tras la marcha de Ryanair, la compañía de bajo coste Volotea ha establecido una base en el aeropuerto asturiano, y ha planteado una serie de vuelos nacionales e internacionales que alivian, aunque no solucionan, ese tradicional aislamiento. Este año se prueba una ruta Venecia-Asturias, y en 2017 se sumará una conexión con Munich. Además, y gracias a un acuerdo con el Principado, se plantea un itinerario de promoción turística con acciones como anuncios en los reposacabezas de los aviones, mensajes de voz a bordo y publicidad en las tarjetas de embarque.
Pero ¿nos conocen?
Las referencias en la prensa internacional no son muchas, pero existen. Una de las más sonadas recientemente ha sido una entrevista publicada en The New York Times, en la que se afirma: «La zona del norte (de España) en torno a Asturias es nuestro secreto mejor guardado, y donde los españoles pasan sus vacaciones. Olvídate de ir a las playas del Mediterráneo: las de aquí son grandes de arena blanca y fina, y con agua limpia y bella. El área tiene también las montañas de Picos de Europa, paisajes espectaculares y comida alucinante, que incluye quesos de montaña y todo tipo de carnes de vaca. Los precios son buenísimos, y es imbatible». Se trata de una entrevista a Virgina Irurita, propietaria de una agencia de viajes en Madrid, en la que recomendaba sitios poco conocidos en España. Una publicidad como ésta en un medio tan reconocido es casi impagable, y se basa en uno de los puntos fuertes que tenemos en la región: el boca-oreja. Porque al final no hay como venir a Asturias para convencerse.