Dos fieros pataricos hacen naufragar a un barco en la portada D’outro mundo. La imagen habla por sí sola del rico imaginario asturiano que alimentó los sueños de infancia del escritor Babel de cal Cadete y que ahora salen al público en forma de poemas y con el soporte ilustrado de Patricia Sáez.
El coañés José Manuel Gayol es conocido popularmente como Babel de cal Cadete y él no puede, ni tampoco quiere, olvidar sus orígenes. Por eso, aunque ahora está felizmente afincado en la ciudad de Gijón, tiene muy presente lo vivido en la costa occidental asturiana de la que es oriundo y que frecuenta con asiduidad. Su pueblo natal, Ortiguera -Ortigueira para él y para los que hablan la fala de la zona- descansa acunado por el Cantábrico. De ahí la larga tradición marinera de su familia, y por eso también confiesa que ha sido el primer ‘desertor’ que cambió el movimiento de los barcos por un trabajo en tierra firme. “Eso, a pesar de haber empezado a estudiar Náutica, unos estudios que luego dejé. Nada que ver con los que me precedieron, el abuelo de mi tatarabuelo ya era marinero y pescador”.
Pero como todo lo que trae a tierra la marea cuando menos te lo esperas, Babel de casa Cadete (porque en esta zona, y para terror de los carteros, los apellidos quedan relegados tras la denominación de las casas) guarda dentro de sí los relatos de infancia que su madre y su abuela le contaban. Y como defensor de la lengua materna que escuchaba a todas horas siendo niño, qué mejor que contarlos en gallego-asturiano “en fala, esa lengua tan piquiñina, tan minoritaria… porque solo somos 45.000 personas en la comarca, pero que aun así está muy viva, porque se habla”.
Dispuesto a contribuir al mantenimiento de la cultura popular, Babel ha publicado en fala D’outro mundo, su último trabajo literario. Un volumen que, de la mano de Editorial Trabe, acerca al lector personajes del imaginario popular, costumbres, supersticiones y creencias. Muchas de ellas conocidas en otras zonas con otros nombres, por eso, en D’outro mundo son los Trasnos (y no los Trasgus) los revoltosos duendecillos que pueden jugarte malas pasadas si están de malas y es el Burgoso (Busgoso en otras áreas de Asturias) el hombre con cuernos y patas de cabra que defiende a los bosques y a sus habitantes.
“Siempre que desaparecía algo de casa, como las tijeras o el dedal -añade Babel-, mi madre o mi abuela decían que se lo había llevado el Sumicio. Es un personaje de mi infancia, como lo fueron también el Trasno, el Hombre del saco, el Hombre marín, la Bruxa…”.
“Siempre que desaparecía algo de casa, como las tijeras o el dedal, mi madre o mi abuela decían que se lo había llevado el Sumicio. Es un personaje de mi infancia, como lo fueron también el Trasno, el Hombre del saco, el Hombre marín, la Bruxa…”
(Babel de cal Cadete)
En realidad, el origen de este libro tiene mucho que ver con la sana curiosidad de un niño del pueblo ávido de conocer más sobre los mitos y personajes imaginarios de los que hablaban sus mayores. “Por eso, decidí escribirle al neno un poema y empecé con el del Trasno -explica el escritor de casa Cadete”. Y como le gustó, seguí con otros personajes, así hasta quince. A partir de ahí salió lo que es este libro”.
Con este trabajo, Babel regresa a su infancia, a la de un crío que escribía cuentos gracias al encargo de un profesor que impartía Formación del Espíritu Nacional. No puede evitar reírse al recordarlo, ya que “esta asignatura era la comedura de coco ideológica que de aquellas daba el Régimen, pero al final no les valió para nada porque salimos todos rojos. En realidad, este profesor pasaba bastante de la asignatura y nos mandaba escribir historias y aquello me gustó. Con el tiempo empecé a escribir poemas para las fiestas del pueblo en los que recordaba historias; la gente de mi entorno me llamaba para hacerlo. Me aficioné a escribir, pero lo guardaba todo en un cajón”.
La conexión de Babel con el gallego-asturiano también tuvo mucho que ver con la decisión de publicar por primera vez sus trabajos. Empezó a colaborar en una antología de poetas en gallego que escribían en el Occidente y luego a participar en la revista Trabatel, una cosa llevó a la otra consolidando su relación con la escritura hasta “entrar en la carrera del editaje, a la que llegué ya mayor. Por eso tengo que aprovechar para sacar libros ahora. El primero fue El mar que m’enchumaza (2022), este fue el segundo y ya tengo preparado el tercero, que también quiero publicar”.
Historias ilustradas
Patricia Sáez es la ilustradora de D’outro mundo y ha sabido captar a la perfección la esencia de los personajes que Babel quería transmitir en sus poemas. La asturiana no lo tenía fácil, porque el libro debía estar dirigido tanto a niños y niñas como a público adulto. “Busqué crear una atmósfera misteriosa, un poco fúnebre, pero también con un toque infantil a veces picarón y a veces divertido -explica Patricia-. Para crear los personajes me leí los poemas bastantes veces, me hacía preguntas tratando de leer entre líneas … ¿Qué es lo que quiere transmitir el autor? ¿Qué personalidad intenta darle a cada personaje? Y luego también estaba mi interpretación del poema, con todo ello intentaba hacer una mezcla entre los dos para enriquecer visualmente la obra de Babel, que son unos poemas muy guapos”.
Una lechuza posada en el alero de la iglesia observa tranquila un paisaje al amanecer. En él unos pájaros se elevan hacia al cielo al tiempo que se escucha el tañer de las campanas repicando a modo de señal funeraria. Así es la imagen que acompaña a ‘Morte’, el poema de Babel dedicado a la muerte y Patricia reconoce que, de todas las ilustraciones del libro, fue la más difícil de hacer por su contenido conceptual. “No quería caer en el tópico de ilustrar un esqueleto con la guadaña, quería ir un poco más allá. La base de la ilustración es contar un cuento o una historia, así que apoyándome en el texto quise reflejar ese momento en el que alguien se va, en el que el alma se eleva como los pájaros. Ahora es una de mis imágenes favoritas, aunque también me gustó mucho la de los Pataricos, la de la Bruja y la del Hombre del saco, porque en esta última hice un guiño a la película Nosferatu, una sinfonía de terror del año 1922”.
El hecho de vivir en Asturias ha permitido a esta artista estar familiarizada con las leyendas y la mitología popular que ahora ha podido reflejar en D’outro mundo. Como la mayoría de los niños se sentía atraída por lo desconocido, y ahora esa imaginación infantil se convierte en recursos aprovechables por una profesional de la ilustración. Porque, aunque Sáez era aficionada desde niña a pinturas y lápices, por motivos de salud no pudo utilizarlos durante quince años de su vida. “Volví a cogerlos hace diez años -explica- y ocurrió casi como un destino de la vida, porque fue en un taller de análisis de negocio, nada que ver con la ilustración, donde un compañero me pidió que ilustrase un libro de fábulas que estaba escribiendo. Me vio hacer dibujitos en una actividad de grupo y le gustaron”.
“Morte es una de mis imágenes favoritas, aunque también me gustó mucho la de los Pataricos, la de la Bruja y la del Hombre del saco, porque en esta última hice un guiño a la película Nosferatu, una sinfonía de terror del año 1922”
(Patricia Sáez)
Así, sin pretenderlo, fue como inició su regreso “a casa”. Dejó el trabajo que tenía y se volcó de lleno en la ilustración. “Lo mío fue un poco tardío y además tuve que aprender de todo, porque esto no va solo de hacer dibujos, tienes que aprender mucho sobre conceptualización, comunicación, color, composición, aparte por supuesto de todo lo que tiene que ver con derechos de autor, contratos, administración, etc., que también lleva su tiempo. Y en esas estoy aprendiendo, haciendo, deshaciendo… a base de prueba y error”.
La nueva publicación de Babel de cal Cadete está enriquecida con once ilustraciones que ratifican el acierto de Patricia Sáez por volver al mundo de la pintura y la creación artística. En realidad son quince los personajes citados y siete las referencias a leyendas y costumbres que recoge D’outro mundo. El propio autor, satisfecho con el trabajo de la artista, afirma que “esta vez no nos dio tiempo a incluir más imágenes, pero si hay una segunda edición y viendo las virguerías que ha hecho Patricia, es algo que podríamos hacer”.
Me encanta el libro, lo recomiendo para grandes y pequeños, los primeros para que recuerden y los segundos para que conozcan a estos personajes tan entrañables de nuestra cultura popular. Sería un estupendo libro para trabajar con el en la escuela o en los primeros niveles de la ESO. Enhorabuena a Babel por un libro tan maravilloso y a Patricia por haberles » puesto cara».
Felicidades amigo
Muy satisfecho con la entrevista. Habéis sido extraordinariamente fieles a mí relato y lo habéis expuesto de una manera magistral.
Enhorabuena.
Gracias a ti por dedicarnos tu tiempo. Es un placer poder tener una charla desde la naturalidad y la cercanía. Seguro que habrá otras ocasiones.