Dice Belo que viene con más fuerza que nunca, y escuchando su nuevo trabajo, Pan y Circo, hay que creerle. Le acompañan Los Susodichos, un plantel de músicos conocido y reconocido en Asturias, en un disco de puro rock. Este trabajo ha sido financiado gracias a una campaña de crowdfunding e incluye un documental, Los lunes al rock, en el que hacen balance de estos siete años ‘de carretera’. Y a partir de febrero sumarán más kilómetros, ya que empieza la gira de presentación por toda España.
-A lo largo de tu carrera has tocado en la calle, en el metro y en todo tipo de locales. ¿Al final todo es una cuestión de agallas, como sugieres en uno de tus temas?
-Es una cuestión de hacer lo que uno quiere. Yo llevo unos cuantos años con esto de la música, tocando en todo tipo de garitos, grandes y pequeños. Y sí, me parece que hoy en día hay que echarle un par de huevos, agallas si prefieres, para hacer cualquier tipo de proyecto artístico, aunque evidentemente no somos los únicos y mucha gente se lanza.
-Pan y Circo está compuesto de once temas de contenido social. ¿Es una forma de mostrar tu compromiso?
-Es verdad que este disco tiene un punto más social, porque es inevitable ver lo que está pasando, pero yo siempre intento matizar esto de la reivindicación, porque no creo que todos tengamos que militar políticamente, ni que sea obligatorio ir a manifestaciones para ser una persona comprometida contigo mismo y con tu entorno. Parece que sólo vale lo que tiene que ver con lo social, cuando yo he reivindicado muchas cosas desde la intimidad, usando la primera persona para contar lo que pienso y lo que hago. Mi reivindicación como músico siempre ha sido luchar por hacer lo que quiero, al margen de oportunismos.
«Creo que es el momento de llegar a más público: estoy muy convencido de lo que hacemos y de que podemos gustar»
-En 2007 debutas con Pisando lo Fregao y fuiste nominado a un Grammy Latino. Después de eso, en vez de seguir una trayectoria más comercial, optaste por la autogestión. ¿Fue éste un punto de inflexión?
-Con el primer disco fue todo muy explosivo: la nominación al Grammy Latino, las giras acompañando a grandes artistas… Esto me hizo afianzarme en muchos aspectos, pero en otros me hizo tambalearme, sobre todo al trabajar con una discográfica en la que ves que no hay un interés en ti más allá de los números, que les importa poco lo que tengas que decir. A esto se sumó también la crisis, que en 2007/2008 ya empezaba a dar los primeros coletazos, y mi decisión fue seguir mi camino. Haciendo balance, en general estoy contento porque lo más importante de todo, que es la música, está ahí. Ha sido todo difícil y muy poco a poco, pero es algo que me hace estar orgulloso, y me coloca en una situación en la que estoy más fuerte que nunca.
-Pan y Circo se ha financiado con crowdfunding. ¿Qué tal la experiencia?
-Es una decisión que uno toma para dejar de trabajar con gente que no quiere trabajar contigo. Y eso se hace con autogestión, no hay más. Ahí nos lanzamos a una aventura nueva, hace ya varios discos, y caímos en la fórmula del crowdfunding, que para mí es algo muy auténtico, humilde y directo.
Para los que no estén familiarizados con el concepto, un crowdfunding es tan sencillo como una venta anticipada del disco. Con el dinero conseguido lo grabas y unos meses después quien lo compró lo recibe en casa, junto con algún obsequio o recompensa. A nosotros nos viene de perlas financiar el disco de esta manera, y a la gente le gusta sentirse parte del proyecto.
-¿Qué respuesta esperas del público?
-Hay quien nos lleva siguiendo disco tras disco, y a esta gente quiero cuidarla, agradecerles su apoyo con el disco y el documental. Y también creo que es el momento de llegar a más público: estoy muy convencido de lo que hacemos y de que podemos gustar si se nos escucha, que es la mayor dificultad que encontramos los grupos a este nivel. Porque desde luego, a mí no me gusta vender humo: que la gente escuche el disco, que nos vea en directo y que luego decida si les gusta lo que hacemos.