Doctor Explosion vuelve a la escena con ‘Hablaban con frases hechas’, un trabajo en el que dan un paso más en su propuesta musical, atreviéndose a usar el castellano como idioma base.
Jorge Muñoz-Cobo (centro) además de ser el cantante del grupo y el compositor de casi todos los temas, ha ejercido de productor en este disco, nacido de improvisaciones y grabado con la presión de un tiempo limitado. Pablo Alvarez (dcha.) al bajo y Pibli González (izda.) a la batería completan esta formación, que ya prepara una gira veraniega plagada de conciertos.
-Doctor Explosion cumple veintidós años este octubre. ¿Qué ha cambiado desde los primeros discos?
-Para empezar, el bajista. Han cambiado muchas cosas, pero en el fondo, en la esencia, poca cosa. En realidad siempre somos los mismos, y lo interesante con la edad es conseguir aceptarte y mostrar quien eres con mayor sinceridad. Si eso eres capaz de reflejarlo en tus canciones vas a acertar siempre, por lo menos ante ti mismo. Y si luego sabes vestir eso con tus influencias musicales, mejor.
-Acabáis de publicar “Hablaban con frases hechas”. ¿Qué expectativas tenéis con este trabajo?
-No tenemos ninguna, y eso es bueno, porque las expectativas crean fracasos y frustraciones. Lo mejor es hacer las cosas por el placer de hacerlas, por sorprenderte a ti mismo. No esperamos nada, es un disco que nos ha gustado hacer, estamos contentos con el resultado, y ahora saldremos por ahí a tocar y a pasarlo bien.
-Desde temas propios a versiones muy personales de New Order o Los Brincos… ¿Qué van a encontrar vuestros seguidores en este disco?
-Una serie de canciones, casi todas en castellano, en las cuales por primera vez nos enfrentamos a hacer beat y pop de una forma distinta a la que lo habíamos hecho hasta ahora. Por ejemplo antes nos enfrentábamos a canciones como She’s out of my life, o Out of fun o Fishing, en el último disco, pero siempre lo hacíamos en inglés, y quizás había una timidez a la hora de usar el castellano. En este disco hemos vencido esa timidez, en parte porque me puse un límite de tiempo para preparar el disco, que fue un mes, y casi no me dio tiempo a pensar qué idioma estaba usando: cuando me di cuenta ya lo estaba haciendo. En ese sentido es un disco muy espontáneo, no es un ejercicio de estilo, aunque sí que se ven las influencias de siempre.
En ese sentido, este disco es una herencia de todo lo que ha sido Doctor Explosion, pero a la vez es algo nuevo. Y eso es en parte por las letras, que para mí son muy importantes, siempre busco una identidad en el grupo, que me cuenten las cosas desde una perspectiva personal, que no sea algo manido, que es a lo que hace referencia el título del disco. Por eso, creo que este trabajo ha abierto una línea para seguir explorando, que en el fondo es lo divertido.
“Este disco es una herencia de todo lo que ha sido Doctor Explosion, pero a la vez es algo nuevo. Y eso es en parte por las letras”
-Al igual que vuestro anterior disco, tú has ejercido también de productor, en los estudios de Circo Perrotti de Gijón. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
-Hay que tener en cuenta que nosotros entramos en el estudio sin tener ninguna canción, sin tener el título, sin tener prácticamente nada. Decidimos hacer este disco desde cero y claro, si te pones a improvisar delante de un productor en un estudio, probablemente salga mal, porque tienes que estar muy concentrado en tener intuición contigo mismo para saber si una idea es buena o no, desarrollarla, estar en contacto con el resto del grupo, y no puedes estar pendiente del productor. Por eso no tenía sentido la presencia de un productor ajeno, y afortunadamente pudimos hacerlo así.
Al hacerlo así, al principio no se nos ocurrían grandes ideas, y llegamos a pensar que iba a ser un fracaso, pero empezamos a sacar ciertos riffs, a darle la vuelta a una melodía… y cuando te das cuenta tienes una canción. Eso te motiva, te empiezan a fluir las ideas, y es un proceso muy creativo, una manera muy interesante de afrontar un disco. Y creo que ponerte un límite de tiempo es muy necesario, porque vivimos en unos tiempos de ausencia de límites, por ejemplo en internet, y eso es algo que confunde a la gente. Pero si te dices “a ver qué soy capaz de hacer en una hora”, va a salir algo más verídico y más tuyo que si te dieran toda la eternidad para encontrarte a ti mismo.
-¿Lo pasáis mejor en el estudio o sobre el escenario?
-Nos divertimos mucho en directo. Siempre que la gente viene a vernos, claro (risas). Pero la diversión en el estudio es diferente, es más creativa, tienes más tiempo para desarrollar las ideas. Además el directo tiene un componente de exhibicionismo en el que puedes hacer mucho más el loco. En cierto modo nos gusta romper con lo que se espera que sea un concierto, mola bajarse del escenario, o ponerte a hablar con la gente tranquilamente en mitad de una canción, o hacer lo que se te ocurra… transgredir los esquemas, la pompa y la circunstancia que un concierto implica.