20.3 C
Oviedo
martes 8, octubre 2024

La Caja de Músicos. Solidaridad entre artistas

Lo más leído

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Un robo en su local, en el que perdieron la recaudación del mes, dejó vacías las arcas de esta asociación cultural y arrasó el ánimo de sus componentes. Pero no hizo que dejaran de moverse. Una subasta benéfica de obras donadas por artistas asturianos les ha ayudado a recuperar la economía y la moral, y demuestra que entre el colectivo de creadores asturianos la solidaridad también está presente.



La organización trabaja, grosso modo, por mejorar las condiciones laborales de los músicos. Isabel Muñiz es una de las «madres» de la idea, que tiene fecha de nacimiento el día 21 de junio de 2008, Día Internacional de la Música. Asturias aún seguía en estado de shock por la muerte de los músicos de Felpeyu, Igor Medio y Carlos Redondo, dos años antes. A partir de ese trágico suceso se ve la necesidad de abordar la situación laboral de los músicos, excesivamente precaria y sin unas mínimas condiciones de seguridad. Es ahora, dicen, cuando empiezan a verse algunos cambios.
Pero antes de eso ha habido que pasar un bache importante. A finales de verano de 2014, la situación económica era muy mala. Tanto, que se barajaba la posibilidad de abandonar el proyecto. Y aún empeoró más cuando en el mes de octubre un robo dejó la sede desvalijada y sin toda la renta del mes. La moral de la tropa cayó al punto más bajo. Es en ese momento cuando se propone organizar una subasta benéfica en la que participaron muchos artistas, a iniciativa de Paco Nadie, artista y diseñador. La idea es un éxito clamoroso que consigue reunir a cuarenta y ocho artistas. «Un día milagroso», en palabras de Moriz Wahl, el tesorero, ya que se pudo recaudar lo suficiente para salvar la deuda, y algo más para continuar adelante con las actividades. «Fue importante, fue emocionante, fue una risa», continúa Isabel Muñiz: «Precisamente en ese momento, con la moral baja, agradecimos la solidaridad de la gente. Muchos artistas cedieron sus obras y tuvimos contacto con personas de otras disciplinas». Tras el robo se ha generado una ola de colaboración en un «gremio» que habitualmente tiende al individualismo. «Fue un momento crítico, a partir del cual notamos crecer esa unión que nos faltaba.

La asociación pretende mejorar la calidad laboral de los músicos para que se trabaje con más seguridad. También se movilizan para que la ley española dé más facilidades para actuar en pequeños establecimientos.

El día de la subasta yo me emocioné porque vi que se podía, y que estamos rodeados de gente buena. Es una motivación más para salir adelante».
Otra vía de financiación es la llamada Cesta de los Músicos, en la que participan distintos establecimientos que donan artículos. Es una forma más de conseguir fondos y de involucrar a la sociedad. «Se nota que hace unos años, posiblemente impulsado por el clima del 15 M, hubo un cambio social en todo el estado que volvió a impulsar procesos colectivos de todo tipo. Ese fue el espíritu que nos llevó a reactivar la Caja de Músicos y sacarla del punto muerto en el que estaba», explica Nacho Vegas, también miembro de La Caja. Todo esto se logra gracias a una intensa actividad en las redes sociales, Facebook principalmente, eventos en las dependencias de la asociación, apariciones en la prensa local… Así han conseguido llegar a un mayor número de personas.
Ahora tienen por delante una nueva etapa. Semanas atrás se convocó una asamblea general para tratar de incorporar al proyecto al mayor número de personas posible. Músicos de Gijón y de Oviedo bajo un mismo paraguas. Es el momento de empezar a marcar objetivos comunes. «Es importante que tengamos un servicio de asesoría laboral y legal -explica Amparo García, colaboradora de La Caja- así como abrir vías de comunicación en todo el Estado para tratar de adecuar la legislación española, más restrictiva, a la europea, en lo relativo a música en vivo y en pequeños locales». Algo que sin duda beneficiaría a un gran número de profesionales. Los problemas a los que se enfrentan diariamente los músicos los resume Isabel Muñiz: «Muchas dificultades vienen de que la música ahora mismo es prácticamente ilegal. Sólo puedes tocar en establecimientos con permiso de «café-teatro» o «discoteca», y la mayor parte ni lo tienen ni pueden optar a obtenerlo. Es un círculo que no se rompe. ¿Cómo vas a pagar doscientos ochenta euros de autónomo si apenas cobras cincuenta por actuar? Y la política no está por la labor de arreglarlo. Es más, si se te ocurre tocar te pueden poner una multa. Antes aprendíamos las canciones en los chigres y ahora está prohibido cantar. Ésa es la realidad». «La música debe ocupar un lugar central -continúa Nacho Vegas-, y no limitado a los márgenes. Así debería ser en cualquier país democrático moderno».

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Más del autor /a

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimos artículos