Cercanía vecinal, redes de mujeres, arte comprometido y relatos de abuelas rurales son los ingredientes de un cóctel que, aderezado con la lengua materna, el gallego-asturiano, configuran, en el concejo de Boal, un homenaje al Día internacional de la Mujer con sello propio.
Para llegar al concejo de Boal a través del corredor del Navia, la AS-12, hay que estar dispuesto a conducir a través de un curvo trazado que se complica a medida que se avanza hacia el suroccidente asturiano. Pero la desventaja de la dificultad en las comunicaciones también ha propiciado el fortalecimiento de comunidades rurales con un fuerte sentido de vecindad, como ocurre en este concejo.
Buena muestra de ello ha sido el II Encuentro de Mujeres Rurales en la aldea de Sampol que, tras el éxito de la primera edición, congregó el 8 de marzo a más de ochenta y cinco personas en el espacio de la cooperativa local para visionar el reportaje documental en gallego-asturiano: Nía, nosoutras ideamos arte y asistir a una mesa redonda posterior.

La película documental que narra la experiencia vital de tres parejas de mujeres del occidente asturiano, mayormente madres e hijas, logró la acogida esperada. «Para el pueblín tan pequeño que es Sampol, hay que decir que tuvo mucho éxito –explica Carmen Siñeriz, docente y miembro de la Asociación de Vecinos de Sampol, organizadora del Encuentro–. Además no solo asistieron mujeres, también los hombres participaron. En el concejo hay gente que está muy comprometida y que intenta que los proyectos salgan adelante, así que tras el esfuerzo y el trabajo que supone, el resultado te da mucha satisfacción».
El II Encuentro Mujer Rural, organizado por la AA.VV. de Sampol, con el apoyo del Ayuntamiento de Boal, congregó el 8 de marzo a más de ochenta y cinco personas en esta pequeña aldea del Valle del Navia.
Siñeriz fue la encargada de dirigir la mesa redonda y la tertulia posterior a la proyección, en la que se analizó el pasado, presente y futuro de la mujer en el medio rural. Tras la misma, un aperitivo de despedida y confraternización entre los asistentes puso fin al II Encuentro que tuvo lugar en las instalaciones de la Cooperativa de Sampol, y que contó con el apoyo del Ayuntamiento de Boal a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. «Una de las cosas que salió a colación en la tertulia es la importancia que tiene el que en zonas rurales como esta las mujeres puedan reunirse para charlar o realizar actividades, que tengan un momento para estar juntas, para compartir», concluyó Siñeriz.
El éxito logrado se extendió también a los actos organizados por el Colegio Público Carlos Bousoño con motivo de la Semana de la Mujer, algunos de los cuales todavía están por celebrar el próximo lunes 17 de marzo. En el centro escolar, ubicado en la capital boalesa, el protagonismo recayó principalmente sobre las abuelas rurales que, acompañadas de sus nietos y nietas, relataron aspectos de su forma de vida hoy impensables para las nuevas generaciones.
Parzamique cuas Nías fue la denominación al evento principal, una acepción en fala que hace referencia a una charla animada y desenfadada con niñas y mujeres, que en este caso señalaba a las once abuelas que participaron: Ana, Amadita, Amparo, Arcadia, Argelina, Azucena, Gonzalina, Mari, Maruja, Susina y Amelia.
Parzamique cuas Nías fue el emotivo acto intergeneracional de la semana de la mujer que permitió a los escolares escuchar las historias vitales y consejos de las once abuelas asistentes.

«Estaban allí todos los alumnos de primaria, infantil y secundaria, fue muy ameno y enriquecedor. Les gustó muchísimo escuchar las historias de las abuelas, que además eran de distintas generaciones, porque había desde abuelas más jóvenes a una bisabuela. Los alumnos les hicieron preguntas y las once mujeres les contaron sus experiencias, cómo había sido su niñez y sus vidas. También les dieron consejos de abuela sobre cómo se tenían que formar y la importancia de salir del rural para prepararse y estudiar y luego volver de nuevo al territorio», explica Siñeriz, que imparte clases de ‘fala’, el gallego-asturiano, en el centro educativo.
El origen de esta actividad tiene sus raíces en actos anteriores, «en la Semana de la Mujer de 2023 el proyecto se llamaba As nosas nías y los alumnos tenían que traer fotos de sus abuelas que les parecieran interesantes y acompañarlas de un pequeño texto. Y en el I Encuentro Rural hicimos una mesa redonda en la que se lanzaban temas relacionados con el pasado, presente y futuro de la mujer rural. Había un grupín de críos ensimismado escuchando a las mujeres contar cómo iban a lavar al río porque de aquella no había lavadoras o cómo entonces una familia vivía con cinco vacas», añade la docente.
Durante los actos de la Semana de la Mujer los alumnos de Secundaria y Bachillerato pudieron disfrutar del visionado del documental Nía, que contó con el asesoramiento llingüístico de la profesora boalesa. La clausura de la Semana tendrá lugar el lunes 17 de marzo, tras los talleres: Mi Mona Lisa y su sonrisa y Menudas artistas: Lita Cabellut, ambos a cargo del grupo “Cuéntame un cuadro”. El primero, dirigido al alumnado de infantil y primaria, está inspirado en La Gioconda de Da Vinci, y el segundo, es un taller de expresión plástica a través de las grandes maestras de la Historia del Arte, y está destinado al alumnado de Secundaria.