Cada vez que compite, el Club Asturias Dragón Boat deja el pabellón asturiano en lo más alto. Acostumbrados a lograr auténticas hazañas, la última terminó con cuatro medallas de oro y dos de plata en el 6º Festival Internacional de Dragon Boat, en Barcelona. Solo se puede decir: ¡Enhorabuena!
El dragon boat o barco dragón es una modalidad deportiva milenaria originaria de China y en ella los palistas reman al ritmo de un tambor. En Asturias solo hay un club que entrene y compita en esta disciplina, el Asturias Dragón Boat, y quienes se cruzan por primera vez con este club corverano se preguntan a menudo por qué tiene fama de matagigantes. Tal vez les llame la atención que sus integrantes no sigan el corte tradicional de otros equipos integrados exclusivamente por deportistas jóvenes. Pero de romper moldes, los asturianos saben un rato. Desde su puesta en marcha, hace diez años, el club no para de crecer hasta el punto de lograr títulos nacionales y destacar en pruebas internacionales.
«El equipo de Serbia, sexto del mundo, no nos conocía y les chocó que señores de cincuenta y tantos años les ganasen» (Adolfo Alonso, presidente e impulsor del Club Asturias Dragón Boat)
«Estamos marcando un nivel bastante grande, –explica Adolfo Alonso, presidente del Club–. A Barcelona vinieron equipos internacionales con gente muy preparada. Por ejemplo, el de Serbia, sexto del mundo, no nos conocía y les chocó que señores de cincuenta y tantos años les ganasen. La verdad es que tenemos una edad media muy alta en comparación con otros equipos, y por eso les sorprenden nuestros resultados».
La última competición fue fructífera: los días 24 y 25 de mayo, el club participó con 44 deportistas y consiguió dos campeonatos y un subcampeonato de Europa. Con esta ya son muchas las ocasiones en las que se suben al podio, lo más llamativo es que, –a punto de cumplir los diez años de trayectoria– todavía no cuenten con patrocinadores y salgan adelante sin apenas presupuesto.
Otra de las peculiaridades del Asturias Dragón Boat es el espíritu inclusivo del Club, que no cierra puertas a quien quiera formar parte de esta deportiva familia. Por eso es posible encontrar en sus barcos a ex deportistas en disciplinas como el atletismo, el piragüismo o la bicicleta formando equipo con personas que están saliendo de enfermedades tan agresivas como el cáncer de mama o con alguna discapacidad. «Hay gente que ha hecho mucho deporte, pero que lo ha dejado a causa de lesiones o problemas que aparecen al ir cumpliendo años, desgastes de rodilla, problemas en la cadera, etc.; nuestro barco les permite seguir haciendo deporte al aire libre y además compartirlo con otras personas. Otras, directamente, no sabían lo que era hacer deporte y ahora entrenan cuatro o cinco veces por semana y les encanta, es incluso una forma de terapia».
El Club realiza sus entrenamientos en las instalaciones de Trasona. Entre sus 100 integrantes, alrededor de 60 son mujeres que a menudo palean con sus compañeros en equipos mixtos, aunque el colectivo cuenta también con un 22 femenino en el que muchas de sus componentes son supervivientes del cáncer de mama. «En el barco puede haber personas de condiciones y edades muy diferentes pero lo que cuenta es la suma de fuerzas, y unos apoyan a los otros, de forma que al final nadie da de menos», añade el presidente.
Entre sus 100 integrantes, alrededor de 60 son mujeres que a menudo palean con sus compañeros en equipos mixtos, aunque el colectivo cuenta también con un 22 femenino en el que muchas de sus componentes son supervivientes del cáncer de mama.
El impulsor del Club considera que la Federación Española se equivoca al no apoyar la categoría femenina y no escuchar a los deportistas en sus reivindicaciones. «No tiene sentido que racaneen a la hora de organizar las competiciones y que luego el presidente de la Federación se suba un 23% el sueldo y gane 85.000 euros. Nosotros como entrenadores estamos haciendo un deporte de forma altruista, porque no hay patrocinadores y la gente se paga la ropa y todos sus gastos, y lo que no puede ser es que haya una Federación Pública Española que considere esto como un negocio y quite categorías de una forma injusta. No hay por dónde cogerlo».
A pesar de las dificultades, el Club prefiere ver el vaso medio lleno y continuar en una labor que, a juicio del presidente, «merece la pena». Los éxitos obtenidos avalan esta decisión, y por ello también invitan a empresas interesadas a conocer el club corverano que, sin duda, se ha ganado un patrocinio.