Buenas, soy Eva, nací en un pueblín del este de Francia y después de muchas peregrinaciones alrededor del mundo, dejé (al menos por ahora) la mochila en el Oriente de Asturias. Empecé a dibujar y pintar en la universidad porque me aburría muchísimo en algunas clases de Filología Inglesa (no offense) y el arte visual ha sido, desde entonces, más que una afición o un pasatiempo, una manera de reinventar el mundo.
Dibujando, pintando, todo se puede cambiar. Un pintor, frente al paisaje que está pintando, sabe que puede desplazar tal árbol, alargar tal campo o cambiar tal color para obtener un mejor resultado en el lienzo. Pero también podría añadir flores gigantes, animales imaginarios o unos platillos volantes, ¿por qué no?
Poco a poco, decidí pintar paisajes que reflejan mis preocupaciones. Hay una cantidad incalculable de basura en el planeta, los pueblos quedan abandonados y las ciudades hipersaturadas. A veces, nosotros, adultos del mundo, carecemos de optimismo, imaginación y asombro. Intento pintar todo eso con poesía, humor, ingenio, flores y colores bonitos.
Pinto con pigmentos minerales europeos e intento usar materiales de segunda mano o fabricados en el país donde estoy pintando. Desde mi llegada al oriente de Asturias, pinté muchos paisajes asturianos con flora y fauna local, incluso Descensos del Sella, hórreos y algunas playas. Esta tierra de montañas, playas, bosques, lluvia y seres mitológicos no ha terminado de inspirarme.