A la sombra de la capital ovetense, en pleno centro de Asturias y con una geografía excepcionalmente llana, el concejo de Llanera podría pasar desapercibido, si no fuera por que precisamente estas condiciones son las que han impulsado el excepcional desarrollo industrial del municipio. Asipo y Silvota, dos grandes áreas empresariales de referencia junto con el Parque Tecnológico, han hecho de las tierras de Llanera un lugar deseado para la empresa asturiana.
Asipo
Evidentemente, corren tiempos de gran dificultad para la empresa, momentos que ponen a prueba la consolidación de las áreas industriales y que obligan a sopesar con detenimiento cualquier inversión o expansión sobre las mismas. Pero al igual que la iniciativa denominada Asipo requirió tesón y esfuerzo para sacar adelante el proyecto en sus inicios, los empresarios de Llanera saben que hay que capear el temporal que más tarde o más temprano acabará por amainar.
Para ahondar en los orígenes del polígono de Asipo hay que remontarse al año 1968, cuando se constituye en Oviedo la Asociación de Industriales de la Provincia de Oviedo (Asipo). Los emprendedores del momento necesitaban que sus empresas se desarrollasen y creciesen sin la cortapisa de un núcleo urbano congestionado, que además planteaba necesidades residenciales difícilmente compatibles con el desarrollo de fábricas y talleres. La creación de un polígono industrial, en las proximidades de Oviedo pero lejos del casco urbano fue sin duda una idea bien recibida por los empresarios agrupados en Asipo, que tras algunos encuentros y desencuentros con la Administración, aceptaron el ofrecimiento de terrenos de la compañía Unión Explosivos Río Tinto, S.A. en el concejo de Llanera. La nueva área industrial ocuparía, tras formalizar la compra-venta en 1972, la superficie de la fábrica de explosivos de Cayés y la de algunas fincas colindantes. Al año siguiente, en julio de 1973, con el estruendo de los explosivos caían las chimeneas de la fábrica, despejando el camino para iniciar las obras del polígono, trabajos que finalizarían en marzo de 1975. Desde entonces hasta ahora, larga ha sido la trayectoria de un área industrial que nació de la necesidad y unión de medianos y pequeños empresarios, y cuyo carácter pionero la ha convertido en toda una referencia en el área central de Asturias.
El polígono, de iniciativa privada, fue dando los pasos necesarios hasta disponer de todas las infraestructuras y los servicios necesarios. Ahora, cuarenta años más tarde, Asipo cuenta con 200 asociados y 230 empresas, de las cuales la mayoría son pymes y micropymes. En él se hallan representados todos los sectores comerciales e industriales, que sin duda se ven beneficiados de su excelente ubicación. Hay que recordar que Asipo se halla a escasos kilómetros de Oviedo y goza de unas excelentes comunicaciones con las principales ciudades metropolitanas y, por ende, con el resto de concejos asturianos. Además, conjuntamente con los del polígono de Silvota y el Parque Tecnológico, los trabajadores de Asipo disponen de un autobús lanzadera que recorre las tres zonas industriales y comunica con la estación de Renfe, en Lugo de Llanera, desde donde es posible ampliar el radio de desplazamiento.
Un polígono autosuficiente
Asipo es desde sus inicios un ejemplo de emprendimiento, ya que al no estar recepcionado por la administración, todos los servicios y su correspondiente mantenimiento están gestionados por la Asociación. «El Ayuntamiento de Llanera no presta ningún servicio, nosotros nos ocupamos del alumbrado público, el suministro de agua, la recogida de basuras…», enumera Delfín Cuervo, Presidente de la Asociación de Empresarios de Asipo. Para llevar a cabo las mejoras necesarias cuentan con el apoyo del IDEPA, que subvenciona parte de sus proyectos. Esto, entre otras cosas, les ha permitido establecer un sistema de vigilancia 24 horas que ha hecho del polígono un área más segura, con guardas que efectúan rondas y realizan un registro de entrada y salida de vehículos en horarios no comerciales. «Precisamente el año pasado incrementamos la seguridad, instalando más cámaras, una en la calle D y otra en la calle A, de forma que estamos completando el radio de acción», explica Cuervo.
Entre las novedades que también ha visto el pasado 2013 se encuentra la instalación de bandas reductoras en la denominada Calle C, completando así un dispositivo que ha mejorado notablemente la circulación en el interior del polígono. Las condiciones del tráfico y su excesivo volumen son desde hace años uno de los mayores problemas. Actualmente, y como consecuencia de la crisis económica, éste ha mermado considerablemente, pero previendo la vuelta a un paisaje económico más favorable y como consecuencia a una mayor actividad, los responsables del polígono continúan desarrollando instrumentos para una mejor circulación.
«La Asociación se encarga de todos los servicios del polígono: seguridad, alumbrado público, suministro de agua, recogida de basuras, limpieza de viales…»
Más que un parque empresarial
Asipo destaca, entre otras cosas, por contar con un Parque Empresarial que ofrece gran variedad de servicios a los usuarios del polígono.
El proyecto del Parque Empresarial empezó a gestarse a finales de los 80, y hoy es una realidad que permite que Asipo disfrute de una completa área de servicios. Han hecho falta veinte años de dedicación para finalizar el mayor de los sueños que ha visto crecer el polígono, y que surgió del empuje de tres empresarios asturianos: Isidro González, Secundino Roces y Julio Alberto Blanco. La historia del Parque comenzó con una idea en 1989 y se culminó con la inauguración de la tercera fase en el año 2010. Las cifras indican la gran envergadura del proyecto: 24 millones de euros invertidos, 31.000 m2 construidos, más de 180 oficinas y locales comerciales y aproximadamente 300 plazas de garage. Para llevarlo a cabo, se constituyó en 1989 la Sociedad para el Desarrollo Integral de Asipo, S.A. (SODIASA).
La fisonomía de Asipo está claramente determinada por la presencia de un parque empresarial compuesto por tres equipamientos modernos y funcionales, tres edificios de diez metros de altura y de colores diferentes, distribuidos en la zona de acceso, que se han convertido en puerta de entrada al polígono. El complejo empresarial formado por Asipo I, Asipo II y Asipo III mantiene una estética innovadora y unificada que convierte al conjunto en un elemento diferenciador. Desde su creación, los niveles de ocupación de la primera fase han sido altísimos, permitiendo que el polígono creciese en servicios y sectores hasta el punto de conseguir encontrar en él todo lo necesario para la actividad diaria: bancos, restaurante, cafetería, etc. La crisis ha ensombrecido en parte los buenos resultados del complejo, que ha visto en los últimos tiempos el cierre de negocios en las dos primeras fases, ralentizando la ocupación de la tercera. A pesar de las dificultades, en los últimos meses los responsables de Sodiasa han observado índices de recuperación que permiten el optimismo, ya que ha crecido el interés en la venta y el alquiler de locales, aumentando incluso el nivel de operaciones.
Invirtiendo en agua
Entre las mejoras recientes que se han hecho en el polígono de Asipo se encuentra la impermeabilización de los dos depósitos de agua que surten al área. La obra, que supuso una inversión importante, asegurará la calidad y evitará las pérdidas en el suministro de agua. La Asociación del Polígono es la propietaria del manantial que se halla ubicado en el localidad de Villapérez, lo que abarata los costes de este servicio a los asociados.
Un punto limpio
La recogida de residuos no es un problema para los asociados del polígono ya que Asipo cuenta con un Punto Limpio en el que las empresas pueden depositar los denominados residuos no peligrosos. La lista incluye los asimilables a urbanos, cartón, madera, plásticos, escombro y chatarra, entre otros.
El compromiso medioambiental de las empresas ubicadas en el polígono y la necesidad de una correcta gestión de los residuos llevó al colectivo a ampliar la recogida a los residuos peligrosos, que necesitan tratamientos específicos. Gracias a un convenio suscrito con la empresa LACERA, ésta se encarga de su recogida, acordando el coste para los interesados en función del peso. A cambio, el coste del transporte es asumido por las empresas usuarias del servicio.
Es toda una joya entre las áreas empresariales asturianas: la mejor de las ubicaciones en pleno centro de Asturias, completo en servicios y un ritmo de trabajo al día en tecnologías e innovación. Así es el polígono industrial de Silvota.
El área de Silvota tiene un recorrido vital de más de 40 años, pero no los aparenta. La renovación integral que experimentó en el año 2011 fue todo un espaldarazo a un área que ya tenía una trayectoria saludable, pero necesitaba renovar los servicios básicos de redes de agua, modernizar los viales, reordenar el tráfico con la creación de nuevas glorietas y un largo etcétera. Desde entonces Silvota no ha dejado de consolidar sus infraestructuras y servicios.
Ubicada en el concejo de Llanera, es una zona privilegiada en cuanto a comunicaciones pues se encuentra en el centro de la región, en perfecta conexión con los núcleos metropolitanos de Oviedo, Gijón y Avilés.
La Asociación de Empresarios del Polígono de Silvota (Asemposil) se encarga de la gestión de los servicios, que son completos: recogida de basura, limpieza de viales, jardinería, abastecimiento y mantenimiento de la red de agua y alumbrado, servicios de apoyo empresarial y representación institucional, centro de servicios, salas de reuniones comunitarias y un servicio de vigilancia que la convierte en una de las áreas más seguras de Asturias. Y eso a pesar de que el polígono no se halla cerrado al público, pero una red de videovigilancia con 47 cámaras instaladas, un sistema de reconocimiento de matrículas y uno de seguridad presencial que vigila en horario nocturno y durante los fines de semana, consiguen que la ratio de actividades delictivas sea particularmente baja.
La estratégica ubicación de Silvota, con accesos directos a la AS-II, AS-I, y enlace a la Autovía del Cantábrico y A-66 es clave en el desarrollo de este polígono. También se valora la cercanía a los puertos de Gijón y Avilés, y el acceso a vía férrea.
Además el polígono cuenta con una red de gas natural, suministro eléctrico (media y alta tensión), cableado de fibra óptica para comunicaciones, zonas de aparcamientos, y transporte colectivo. El centro de servicios alberga -entre otras cosas- una guardería infantil que funciona desde el año 2010, facilitando la conciliación laboral y familiar de sus trabajadores.
Los taludes de reducción de velocidad que se han incorporado para incrementar la seguridad vial y la creación de nuevas rotondas contribuyen a mejorar los desplazamientos en el interior del polígono. Una medida importante para un área que no quiere limitar su actividad al terreno exclusivamente industrial y afronta la crisis económica abriéndose a todo tipo de público. Es la estrategia que necesariamente adoptan muchos polígonos en Asturias que ven como cada día van cerrando empresas.
La guardería infantil, que se halla en el Centro de Servicios del polígono, cuenta con servicio de comedor de catering, lo que permite a los padres contratar a su conveniencia y según sus horarios la alimentación de los niños.
A pesar de ser un área privilegiada en cuanto a dotaciones y ubicación, Silvota también está acusando fuertemente la recesión económica. Según datos del IDEPA en 2008 trabajaban en el polígono alrededor de 4.400 trabajadores, una cifra que en el año 2013 se redujo a 2.600. Las empresas han adaptado sus plantillas y la reducción de personal es de un 35%.
Tecnología para el día a día
En muy poco tiempo Silvota contará con un novedoso sistema de información táctil que contendrá el directorio de empresas del polígono, así como datos de relevancia y una ficha con la ruta de acceso. El mupi digital estará situado en la entrada y permitirá al visitante acceder a información actualizada, completando la que ofrece el directorio actual. Para llevar a cabo esta iniciativa, Asemposil cuenta con una subvención del IDEPA de aproximadamente 7.000 euros. Ésta es una de las novedades de un polígono que busca estar siempre a la última en tecnología y comunicación, pero no la única. Recientemente la Asociación ha puesto en marcha un sistema de tele lectura del agua, que evita que los consumidores tengan que acudir físicamente al contador para obtener datos de su consumo. De momento, este pionero sistema sólo se ha instalado en algunas de las grandes empresas del polígono y está en fase de pruebas, pero la intención de Asemposil es extenderlo al resto.
El polígono, uno de los más seguros de Asturias, cuenta con 47 cámaras de videovigilancia y un sistema de identificación de matrículas de vehículos sospechosos, en conexión con la policía local. A esto hay que sumar la vigilancia presencial en horario nocturno y durante los fines de semana.
Entre las prioridades del colectivo de empresarios se encuentra también la eficiencia energética, por eso cuentan con reguladores de flujo, reguladores de potencia y relojes astronómicos que permiten optimizar la luz solar. De esta forma sacan el mayor partido a una instalación eléctrica que también se ha renovado recientemente.
Como muestra del espíritu pionero de esta área industrial hay que mencionar también que es uno de los pocos polígonos industriales con presencia en las redes sociales. A través de Facebook, LinkedIn, Flickr o Twitter la asociación de empresarios vuelca toda la información que pueda interesar a sus asociados. Con el grupo de Facebook «Yo también trabajo en el polígono de Silvota» se ha creado una comunidad que pretende ser punto de encuentro para las personas que acuden aquí diariamente.
La carrera nació para dar a conocer el Polígono Industrial de Silvota. La idea partió de la Asociación de Empresarios y ha calado hondo, de tal forma que está ganando muchos adeptos en el mundo deportivo, que ven como edición tras edición la prueba convoca a más de 150 participantes. La prueba discurre por los viales interiores del polígono, con un recorrido de 5,3 kilómetros y un perfil llano, y cuenta con varios puntos de control y avituallamiento.
«La organización del año pasado fue impecable, incorporamos los dorsales con chip electrónico, y de esta forma tanto los resultados de clasificación como la entrega de premios fueron muy rápidos», cuenta Pablo Vigón, presidente de Asemposil. «La carrera le da un punto lúdico-deportivo a un área que siempre está considerada como algo apartado, un poco gris, e incluso sucio, donde sólo se va a trabajar». De esta forma Asemposil consigue fomentar las actividades saludables en el polígono y que éste tenga un escaparate al público, un objetivo especialmente importante en Silvota, que cuenta con muchas empresas orientadas al ámbito comercial y de servicios. «Es importante que la gente sepa que el polígono está abierto al público -añade Vigón- y que si alguien quiere pintar su casa, hacer un trabajo de impermeabilización, arreglar el coche, comer en un restaurante, visitar una tienda de motos, una ferretería… puede hacerlo aquí».
Un parque industrial de excelencia
Pablo Vigón preside la Asociación de Empresarios Asemposil, la locomotora que ha llevado al polígono de Silvota por las vías del desarrollo y la modernidad.
-Silvota ha destacado siempre por la innovación. Lo último será la instalación de un directorio con pantalla táctil.
-Sí, porque cada vez que viene una nueva empresa hay que ir a poner un nuevo vinilo y es un proceso lento, pero ahora hay tecnologías que permiten que no sea así. Por eso hemos apostado por soluciones digitales, software actualizable en el acto, lo cual facilita mucho las cosas. Esto lo hemos pedido a través del IDEPA como mejora del suelo industrial, nos han concedido la ayuda y ahora estamos en la fase de instalación del sistema.
-¿Tiene Silvota alguna asignatura pendiente?
-En 2014 queremos centrarnos principalmente en el tema de la seguridad con los vehículos de alto tonelaje aparcados en las calles, porque esto genera un problema y estamos trabajando en una solución.
-¿En qué situación está el proyecto del centro de transportes?
-La Asociación está ultimando un estudio para ver cuál es la calificación urbanística de una parcela de 9.000 metros que se halla ubicada detrás de la gasolinera y el hotel. Por lo visto, entre el Ayuntamiento y el promotor del polígono Sepes existen discrepancias respecto al uso y la calificación de la misma. Así que hemos decidido hacer un estudio independiente que será muy importante de cara a futuras dotaciones del polígono. Todavía no podemos concretar los resultados pero creo que va a ser algo fundamental, porque nuestro gran reto es dar una solución al problema de aparcamiento de vehículos de gran tonelaje. En este momento es lo único que le falta al polígono.
-Otro de los temas pendientes es la recepción del polígono por parte del Ayuntamiento de Llanera.
-Sí, como el polígono tiene muchos años el polígono está recepcionado de facto, pero desde el punto de vista legal administrativo la situación no es correcta. La recepción formal está condicionada a la finalización de unas obras que tenían dos fases: una primera que se ha ejecutado, y una segunda que está pendiente y que -a pesar de estar incluida en el presupuesto general del Principado de 2013- no se ha llegado ni siquiera a licitar. Nosotros estamos presionando para que esto se ejecute. Lo que siempre le hemos trasladado al Ayuntamiento es que una vez solucionado el tema legal nos gustaría seguir teniendo la buena gestión privada que ha tenido hasta ahora, para lo cual y -a través de un convenio con el Ayuntamiento- podemos convertir Asemposil en un gestor de servicios del polígono de Silvota, de la misma manera que otros servicios se gestionan con empresas privadas. Queremos que nos recepcionen y que se le dé una solución a la alegalidad en la que nos encontramos, pero nos gustaría que la fórmula fuese la más beneficiosa para todos.
«La Asociación de empresarios del polígono cuenta con la certificación de sistemas de gestión de la calidad ISO 9001, por la cual demuestra su capacidad para proporcionar productos o servicios que satisfacen los requisitos de los asociados»
-El polígono cuenta con todos los servicios necesarios pero, simplificando, quedaría una segunda fase de mejoras por acometer. ¿De qué inversiones estamos hablando?
-Tenemos una calle en la que se hizo recientemente una actualización de asfaltado pero tiene pendiente la renovación de alumbrado y la red de agua. Es una calle de un kilómetro de largo que cuenta con industrias muy importantes, y que tiene el mismo derecho que el resto a una actualización. Es una obra de poco más de un millón de euros, de la cual el Principado había comprometido para este ejercicio 200.000 euros pero todavía no se ha licitado ni ejecutado. Entendemos que los momentos son los que son y somos comprensivos, pero esperemos que esa partida llegue.
-Han tenido problemas con la climatología, sufriendo inundaciones en alguna zona del polígono. ¿Están estudiando tomar medidas frente a este problema?
-Esta cuestión la hemos trasladado a la Confederación Hidrográfica para ver qué tipo de medidas se pueden tomar. El problema radica en que hay una serie de parcelas que están construidas en zonas inundables. Ahora mismo la legislación faculta a la Confederación a parar edificaciones con estas características, pero en el momento en que se hicieron estas naves esto no era así: las empresas tenían una licencia municipal y, aunque se sabía que era una zona inundable, no se construyó con los requisitos suficientes para evitar el máximo histórico del nivel de agua que alcanzaba el río Nora. Es un tema de compleja solución. La Asociación podrá ayudar como ya lo ha hecho, hemos limpiado el cauce del río de troncos y basura que puedan dificultar el tránsito del cauce, pero hasta ahí podemos hacer porque otras medidas son muy costosas.
-Silvota es un claro ejemplo de área industrial que apuesta por la tecnología. ¿Podría considerarse como un Smart Industrial Park, un parque industrial inteligente?
-La palabra smart está relacionada con el uso de nuevas tecnologías y evidentemente Silvota coincidiría con esa calificación, pero no podemos olvidar el factor humano, que significa que en Asemposil están trabajando grandes profesionales, como Arantxa y Vanesa, y que cuando tú llamas a la Asociación no te responde una máquina, sino una persona. En Silvota le hemos puesto cara a las cosas, y si alguien quiere hablar con el presidente puede hacerlo; y si surge algún problema no dudamos en ir a la empresa para hablar y resolverlo; y si hay que defender una infraestructura vamos a la Consejería a buscar soluciones, pelear por inversiones y lo que haga falta. Por eso, yo iría un poco más allá y lo llamaría Parque industrial de excelencia, porque no sólo está presente lo tecnológico, sino también lo social. Es importante la combinación de ambas cosas.