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viernes 22, noviembre 2024

El puzzle industrial. Siero

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En temas de empresa, Siero es un puntal básico en el cómputo regional, gracias a uno de esos escasos tesoros en la orografía asturiana: terreno plano y edificable para grandes construcciones. Y además, en el centro geográfico de Asturias. Gracias a eso tiene una impresionante concentración de polígonos industriales, que son un muestrario de situaciones distintas y un termómetro de la situación empresarial actual.


Ya en su origen, Siero era tierra de mercados. El negocio ganadero situó el concejo entre los grandes de Europa, y hoy en día sigue siendo referencia en el sector. Este espíritu emprendedor se ha mantenido a lo largo de los siglos, y ha ido evolucionando para aprovechar los recursos disponibles y alojar industria y servicios, atrayendo por igual a empresarios que escogen este lugar para asentar sus negocios, y clientes que buscan la comodidad de tenerlo todo a mano.

Proni-Meres es una zona industrial de tamaño considerable, con más de cien empresas, que nació en los años ochenta atraída por la situación del terreno.

Pasar por la A-66 o la A-64 a la altura del concejo es ir viendo a ambos lados de la vía un rosario casi interminable de naves industriales y carteles anunciadores. Y a esto se suman grandes áreas comerciales como Parque Principado y sus alrededores, que atraen a clientes de todas partes de Asturias e incluso de las comunidades vecinas.

Corazón de industria

Cada polígono es un mundo. Los hay de titularidad pública y de titularidad privada. Surgidos de la necesidad y del asentamiento espontáneo de empresas, que tienden a agruparse mediante el efecto llamada; o planificados desde el primer momento. Enormes, con cientos de naves, o pequeños, sin llegar a la docena. Regidos por una entidad de conservación, por la administración pertinente o por una asociación de empresarios.

En La Meana, que ocupa unos 40.000 metros cuadrados situados entre Meres y El Berrón, los empresarios llevan años trabajando en un limbo administrativo, debido a problemas para obtener las licencias de ocupación.

Polígono de La Meana.
Polígono La Meana.

En muchos hay problemas por la titularidad, lo que supone un inconveniente para los empresarios. Es el caso del polígono de La Meana, que ocupa unos 40.000 metros cuadrados situados entre Meres y El Berrón, donde los empresarios llevan años trabajando en un limbo administrativo. Un desacuerdo entre el Ayuntamiento y la constructora impide que se concedan las licencias de ocupación, a pesar de que en la práctica todas las 26 naves disponibles están ocupadas y en funcionamiento, excepto una actualmente en alquiler. Precisamente con la esperanza de hacer un frente común y tener más fuerza a la hora de buscar soluciones se creó la Asociación de Empresarios del Polígono de la Meana. Y, de momento, los remedios necesarios los aplican por su cuenta: gracias a una subvención del IDEPA, prevén llevar a cabo diversas acciones como instalar cámaras de videovigilancia o un directorio de empresas. «Es frustrante, porque el Ayuntamiento no se hace cargo de muchos servicios por este problema con la constructora, que no sabemos muy bien cual es; pero nosotros llevamos aquí siete años y necesitamos tirar adelante», afirman desde la Asociación. Otro de los temas pendientes es la construcción de una rotonda de entrada desde la carretera N-634, que estaba en el proyecto original y no se llegó a construir.

La racionalización del tráfico y el acceso a los servicios básicos son reivindicaciones comunes de la mayoría de las zonas industriales. Iluminación, agua o recogida de basura son prestaciones que se dan por hecho, pero muchos empresarios carecen de ellas.

Las comunicaciones son la gran baza de Siero para situarse como ubicación empresarial ideal, y tienen un importante efecto llamada. Pero pueden llegar a ser un problema cuando el crecimiento es desenfrenado. Como ejemplo, Proni-Meres : una zona industrial de tamaño considerable, con más de cien empresas, que nació en los años ochenta atraída por la situación del terreno. Con los años han visto crecer las carreteras que les comunicaban con el exterior (A-66, N-634, AS-1 y Autovía del Cantábrico), mientras que las infraestructuras internas se han ido quedando pequeñas (escasez de aparcamientos, calles estrechas que dificultan las maniobras de los grandes camiones, tráfico saturado en horas punta…). Para hacer frente a éstos y otros problemas se creó en su día la Asociación de Empresarios del Polígono, que aglutina a una parte importante de los afectados. Casi desde el principio plantearon la recepción del polígono por parte del Ayuntamiento de Siero, una demanda común a muchas áreas de la zona, que ven en la gestión municipal una forma de integrarse en la maquinaria pública y contar por defecto con la mayoría de los servicios básicos.

El complejo empresarial La Carrera se engloba dentro de la zona industrial conocida como Siero Este, y ha sido creado por iniciativa privada.

Complejo Empresarial La Carrera. Siero.
Complejo Empresarial La Carrera.

Otros, sin embargo, optan directamente por la iniciativa privada. Es el caso del llamado complejo empresarial La Carrera, englobado dentro de la zona industrial conocida como Siero Este. Aprovechando todo el espacio disponible; la ampliación es imposible, sus 11.000 metros cuadrados se reparten en ocho módulos de tres plantas cada uno, que se entregaron a los propietarios en junio de 2012. En total 28 locales, que no 28 empresas, ya que hay varias que pertenecen a la misma raíz. Aquí se encuentran básicamente comercios que han salido de las ciudades buscando más espacio, aunque hay excepciones como una empresa de fabricación de aluminio, o una cafetería que da servicio a los nuevos clientes. En cuanto a los servicios como limpieza o alumbrado, al ser privado son asumidos por el propio complejo empresarial.
Ya sea por el poco tiempo de andadura, porque no es fácil coordinar diferentes intereses, o porque su pequeño tamaño no anima a grandes burocracias, hay áreas industriales que no cuentan con asociación de empresarios. En otros casos funciona a modo de pequeña comunidad de vecinos, como en Viella, un asentamiento que toma su nombre de la población más cercana, que todavía conserva su carácter rural. Viella, o Viella Estación, como se conoce a este pequeño polígono, tiene su estructura marcada por la estación de tren que delimita su terreno. La mayoría de las empresas aquí instaladas son pymes o micropymes dedicadas al sector servicios, e instaladas en régimen de alquiler. La Asociación gestiona determinados servicios básicos como la gestión del agua, el alumbrado o la limpieza, y saca partido de las cuotas de sus socios que, salvo subvenciones puntuales, son los únicos ingresos disponibles.

Naón es un polígono pequeño de ocupación alta. Su asociación de empresarios lidia con los problemas de titularidad, ya que los planos no están claros y no se sabe qué terreno pertenece al polígono y qué competencias atañen a cada cual.

Polígono de Naón. Siero.
Polígono de Naón.

Muy cerca está Naón, un polígono pequeño de ocupación alta, que nació sin planificación en los años ochenta. Eso ha planteado inconvenientes varios, pero sobre todo problemas en la titularidad, ya que los planos no están claros y no se sabe qué terreno pertenece al polígono y qué competencias atañen a cada cual. Mientras se desentraña el enredo, fundamental para poder crear un censo de empresas, la Asociación de Empresarios ASENA funciona como interlocutor ante las administraciones y gestiona en la medida de sus posibilidades los problemas comunes.

Problemas comunes

La racionalización del tráfico y el acceso a los servicios básicos son reivindicaciones comunes de la mayoría de las zonas industriales. Iluminación, agua, recogida de basura son prestaciones que se dan por hecho, pero muchos empresarios carecen de ellas. En Siero cada centímetro libre se aprovecha, los polígonos se suceden y muchas veces resulta complicado saber dónde termina uno y donde empieza el siguiente. A la rapidez propia de la demanda empresarial se suma en muchos casos una falta de planificación, especialmente en los polígonos más antiguos: las empresas se instalan porque necesitan funcionar rápido, y después van solucionando los inconvenientes como pueden. Esto era la tónica hace años, aunque en los últimos tiempos ha intentado paliarse con asentamientos más racionalizados y planificados, que nacen ya con acceso a la fibra óptica o el gas natural.

El polígono de Viella, también conocido como Viella Estación, tiene su estructura marcada por la estación de tren que delimita su terreno.

Polígono de Viella. Siero.
Polígono de Viella.

La ordenación del territorio también es un tema común. El trazado urbanístico es desordenado en los polígonos más antiguos, y muchas de las calles no tienen el nombre visible, lo que dificulta el trabajo de distribuidores y el acceso a los clientes. La impresión de mapas y la instalación de directorios de empresas en lugares visibles son soluciones eficaces y de coste no muy elevado. Además, los directorios están subvencionados en la mayoría de los casos.
La seguridad es otro de los asuntos que atañen a todas las zonas industriales, una preocupación que se ha incrementado en los últimos tiempos con la crisis económica y el aumento de robos. A los esfuerzos de la Guardia Civil, que patrulla por la zona, se han unido en los últimos tiempos iniciativas de los propios empresarios, que buscan reforzar la cobertura con seguridad privada, o instalando cámaras de seguridad. Es el caso ya citado de La Meana, o el de Las Vías, que también ha recibido recientemente una subvención del IDEPA. La ley obliga a una rigurosa gestión de las imágenes conseguidas, pero una vez sorteadas las trabas administrativas, el efecto disuasorio de las cámaras es evidente en cuanto se colocan. Perográn ha sido el polígono pionero en el concejo, instalando un sistema que implica a varias administraciones en su funcionamiento. El balance, tras pocos meses de funcionamiento, es positivo y sirve como referencia a otras zonas similares.

Con crisis o sin ella, los empresarios coinciden: no se puede parar. Hay que innovar y buscar vías de desarrollo en los diferentes sectores. También es una reivindicación común pedir el esfuerzo y la implicación de las administraciones.

Y es que, con crisis o sin ella, los empresarios coinciden: no se puede parar. Hay que innovar en la medida de las posibilidades de cada uno y buscar vías de desarrollo en los diferentes sectores. También es una reivindicación común pedir el esfuerzo y la implicación de las administraciones, que responden en distinta medida. En Siero, el Ayuntamiento cuenta con un concejal dedicado a la gestión de polígonos, acorde con el volumen empresarial de la zona. Y hay varios proyectos encima de la mesa. El más grande es Bobes,una gigantesca zona industrial que en su origen se planteó como el mayor polígono de Asturias, el más moderno, la punta de lanza. Hoy las expectativas son las mismas, pero la crisis económica ha puesto mayor realismo a los plazos. Y mientras, se buscan formas de potenciar o, al menos, no entorpecer, a las pymes y grandes empresas que ya están trabajando en la zona. Pese a los problemas, Siero sigue siendo un buen lugar para trabajar y la demanda del suelo en el concejo es siempre alta.

Fotos: Fusión Asturias

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