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martes 12, noviembre 2024

Siero en seis razones. Polígonos Industriales de Siero

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Es la referencia imprescindible a la hora de hablar del área central de Asturias: más de doscientos kilómetros cuadrados que combinan zonas residenciales, comerciales y empresariales. Pero ¿por qué Siero atrae a empresas regionales e internacionales, que escogen esta ubicación para llevar a cabo su actividad? Más allá de las razones evidentes, varios son los factores que entran en juego para que Siero se haya convertido en una potencia industrial.


1.- Por el terreno llano • Los caprichos orográficos han hecho que el concejo tenga lo que en Asturias, tierra de valles y montañas, se considera un tesoro: cantidad de terreno llano y edificable, que permite construir naves industriales, agrupándolas por áreas de influencia y por intereses comerciales. Más de veinte polígonos diferenciados se asientan en el concejo, además de grandes áreas comerciales. Pero las posibilidades de Siero en este sentido no están agotadas, ejemplos como el ambicioso polígono de Bobes, que se plantea como la mayor área industrial de Asturias, tienen el espacio reservado y en proceso de edificación. Pero también hay otros más modestos, como el novísimo polígono Natalio, donde la reciente instalación de unos talleres de ITV beneficia a otras empresas cercanas, que ven cómo ha subido el movimiento de coches y gente.

2.- Por su situación, en el centro de Asturias • Está a una distancia equidistante de casi cualquier parte. Siero es el centro geográfico de la región, y como tal atrae a asturianos de oriente y occidente que buscan la comodidad de realizar sus compras y negocios en un lugar donde todo está agrupado. En esto es fundamental la presencia de grandes áreas comerciales como Parque Principado o el Centro Comercial Azabache, que ejercen un importante poder de atracción hacia sus zonas de influencia. Ese efecto llamada sirve también para las comunidades vecinas, y no es extraño encontrar leoneses, gallegos o cántabros haciendo sus compras en determinados comercios que no hay en sus comunidades.

Viella cuenta con un antiguo apeadero que condiciona el trazado urbanístico e impide la ampliación. Es un ejemplo de cómo las vías del tren han sido y son fundamentales en la historia de muchas áreas industriales del concejo.

Polígono Industrial de Granda (Siero).
Polígono Industrial de Granda. / Foto: Fusión Asturias
3.- Por las buenas comunicaciones • Es el punto fundamental, el que todo empresario mira con lupa a la hora de plantear cualquier acción. Siero no sólo está a un paso del puerto del Musel o del aeropuerto asturiano, sino que cuenta con acceso a las autovías fundamentales: la A-66, que comunica con la meseta, la famosa Y que une el triángulo de las tres principales ciudades asturianas; la A-64, que comunica con la Autovía del Cantábrico en dirección a Santander; o la AS-1 o Autovía Minera, entre otras. Esta capacidad de acceder a cualquier vía de comunicación es siempre lo más valorado por los empresarios, que lo consideran una ayuda fundamental para mantener y aumentar su volumen de negocio, permitiéndoles incluso plantear planes de internacionalización.
También el acceso al transporte público es habitual en la mayoría de los polígonos, bien por autobús o por tren, lo que facilita el acceso de trabajadores y clientes, despeja el tráfico y permite viajar de forma más sostenible. En determinados casos el tren ha sido fundamental en la propia historia del polígono, como en el caso de Viella, que cuenta con un antiguo apeadero que condiciona el trazado urbanístico e impide la ampliación. Todos estos inconvenientes se ven superados, en cualquier caso, por las posibilidades de acceder de forma rápida y sencilla a cualquier vía de comunicación principal.

4.- Por tradición comercial e industrial • Siero nació como tierra de mercados, y fue de los primeros concejos donde se asentó el concepto de polígono industrial: una zona habilitada fuera de los núcleos urbanos donde las empresas pudieran funcionar más cómodamente, sin problemas de tráfico y coordinando necesidades y soluciones. El pionero en el concejo es el polígono de Granda, que nació a finales de los años ochenta por iniciativa privada. Desde entonces la Asociación de Empresarios ha hecho un gran esfuerzo por acondicionar y mantener las instalaciones comunes, que con el tiempo van sufriendo un lógico desgaste. Otros polígonos, de más reciente creación, no tienen los problemas de los veteranos, ya que han aprendido de la experiencia ajena y suelen plantearse con determinados servicios desde el principio. Sin embargo, ser el primero también tiene ventajas, ya que se ha podido elegir la mejor ubicación, las asociaciones están asentadas y funcionan de forma fluida, y se tienen claras las prioridades.

El pionero en el concejo es el polígono de Granda, que nació a finales de los años ochenta por iniciativa privada.

Polígono Industrial de Viella (Siero).
Polígono Industrial de Viella. / Foto: Fusión Asturias
5.- Por las sinergias • Porque semejante acumulación de industrias, comercios y servicios permite coordinar necesidades: lo que uno necesita, el otro lo tiene, sin casi necesidad de desplazarse. También permite generar y aprovechar sinergias, creando relaciones comerciales estables. Un ejemplo básico son las asociaciones de empresarios, que coordinan necesidades y medios para beneficiar al conjunto. De este modo se plantean combinadamente servicios básicos que en determinados casos no están cubiertas por el ámbito público: limpieza, mantenimiento, seguridad… Las cuotas de los asociados permiten mejorar el espacio común y la fuerza asociativa ayuda a optar a subvenciones que serían imposibles de manera individual, para acometer juntos proyectos más ambiciosos.

6.- Por la innovación • La experiencia es un grado, y en Siero se han enfrentado a prácticamente todos los problemas comunes a las áreas industriales. Y, en muchos casos, ya los han solucionado. Problemas estructurales, dudas en la titularidad, fallos de seguridad… muchos de ellos se han solventado gracias al asociacionismo, que permite a los empresarios crear un frente único y unir fuerzas y recursos para enderezar determinados problemas, para los que muchas veces hay que usar la creatividad. Un ejemplo de manual es la reciente instalación de cámaras de seguridad en el polígono de Perográn, algo que desde la Asociación de Empresarios han vivido como un triunfo, ya que han tenido que ir salvando diferentes obstáculos administrativos para poner en marcha un sistema viable, que cumpliese la Ley de protección de datos. Lo más difícil fue delimitar las competencias a la hora de gestionar las imágenes obtenidas por las cámaras. Al final se optó por un sistema según el cual la Policía Local tendrá acceso a esas imágenes sólo si hay una denuncia que lo justifique. Este sistema ha tenido además un impacto automático: ha bajado el número de robos o intentos, e incluso se ha eliminado de raíz un problema puntual, que eran las carreras de coches ilegales los fines de semana, simplemente por el efecto disuasorio de las cámaras. La solución a la que se ha llegado es sencilla pero no simple, y la novedad del planteamiento lo han convertido en un modelo que ya van a copiar en otras zonas similares.
Es un ejemplo de cómo Siero es un espejo donde se miran otras zonas, y la innovación se convierte en una herramienta básica para garantizar la viabilidad. Para lo bueno y para lo malo, Siero ofrece una referencia extrapolable de la situación empresarial asturiana, soluciones incluidas.

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