Todos los años, desde hace doce, el cielo de La Espasa se llena de colores. Es el Festival de Cometas, que reúne a decenas de aficionados mayores y pequeños en torno a una afición común: echar a volar sus cometas y disfrutar de una jornada lúdica, con exhibiciones, talleres, concursos y actividades para todas las edades.
La cita la convoca la Asociación Deportivo Cultural Sierpe, que nació ya en torno a las cometas, la afición, la promoción y la difusión de esta actividad en un sentido tanto lúdico como deportivo. Este año la cita tuvo lugar a finales de mayo, y concentró a un buen número de aficionados de gran parte del territorio nacional que disfrutaron de una jornada con talleres infantiles, pruebas de habilidad con cometas acrobáticas, demostraciones de vuelo con las cometas estáticas, exhibición de las de tracción con buggy y mountain board, vuelo de cometas acrobáticas por equipos, jardín de viento, fotografía aérea, cena con espicha… Leo Amez es uno de los pioneros, apasionado de las cometas y parte de la organización del evento.
-Con semejante programa es imposible aburrirse.
-En estos encuentros tenemos una parte deportiva pero procuramos que predomine la lúdica para que sea un festival en el que podamos participar todos. Sobre todo queremos que haya buen ambiente y la gente se lo pase bien, que vean que se puede practicar un deporte con los padres, los hijos, los amigos, sin grandes inversiones ni infraestructuras, sólo dependiendo del viento y de nuestra habilidad. Es muy divertido.
-Una de las actividades consiste en hacer talleres infantiles. ¿Los niños aprenden a fabricar sus propias cometas?
-Sí. Queremos que vean que con materiales muy sencillos se puede construir una cometa que vuele. Con una hoja, dos varillas y cuerda prácticamente es suficiente. O con un plástico con cuatro cortes. En principio es ésa la idea que les queremos mostrar: que no necesitamos la cometa más cara del mercado para pasar un rato divertido.
-¿Y los mayores? ¿Qué hay para ellos en este festival de cometas?
-Pues muchas veces este encuentro hace que los mayores nos desinhibamos y saquemos el niño que llevamos dentro; es curioso que a menudo los padres acaban participando en las actividades pensadas para niños. Para los organizadores esto supone reencontrarnos con amigos, gente que a veces sólo vemos de tanto en tanto, con la que compartimos experiencias y lo que hemos aprendido a lo largo del año.
Las cometas estáticas son las más sencillas. Habitualmente son de este tipo las que manejan los niños, aunque hay modelos grandes y muy elaborados, de gran vistosidad.
Las cometas acrobáticas necesitan más destreza, suelen tener forma de «delta» y son las que se usan para dibujar figuras en el cielo, hacer giros y vueltas, algunas muy espectaculares.
Las que necesitan más fuerza física para su control son las de tracción. Normalmente son más grandes y desplazan al que la maneja. Pueden usarse con monopatín, con un buggy o incluso sobre el agua (kite surf).