Bullicio, color, música, teatro, deporte… muchas son las combinaciones del verano en la villa de Navia. La inquieta localidad es la mejor tarjeta de presentación para un concejo que rebosa oferta y que sabe cómo atraer a los visitantes.
El mes de agosto en Navia es la locura. El punto álgido de un periodo -el estival- que apenas necesita publicidad. Ya lo dicen en la Oficina de Turismo: «desde que empieza el Descenso hasta muy avanzado el mes hay muchísima gente». Las cifras del año pasado hablan por sí solas, con una media de 80 visitas a la oficina y más de 3.000 consultas. Las fiestas patronales de la villa naviega y eventos deportivos de gran tirón mediático ponen cuesta arriba la tarea de conseguir alojamiento si no hay una reserva anterior. Y este año promete repetirse: «el mes de julio ya han venido muchos turistas». A la pequeña oficina ubicada junto al puerto naviego vienen sobre todo madrileños y asturianos, que en cifras están a la par, seguidos de los andaluces que buscan un clima más fresco para sus días de descanso. Los de comunidades vecinas como Cantabria o Galicia prefieren acercarse hasta el concejo en otras fechas y durante periodos más cortos, mientras que la primavera es la estación preferida por extranjeros de países como Francia, Alemania o Inglaterra.
Vengan en el mes que vengan, todos se llevan gratas sensaciones pues si de algo puede presumir la villa, y por ende el concejo, es de mantener una actividad constante a lo largo de todo el año. Desde el Ayuntamiento la agenda cultural y festiva es intensa, destacando eventos como la Feria del Libro, los conciertos de verano, el festival de magia, etc. Los hosteleros del municipio contribuyen a este clima creando interesantes jornadas gastronómicas y organizando citas como la campaña ‘Ir de pinchos en Navia ¡es la caña!’ iniciativa en la que participaron establecimientos de Navia y de Puerto de Vega. Durante un mes, y todos los viernes, ofrecían un pincho y una caña de cerveza por sólo dos euros.
En ruta por el concejo el visitante encuentra playas espectaculares como Frejulfe o Barayo, y localidades con encanto como el pueblo marinero de Puerto de Vega.
Los comerciantes, agrupados en la Asociación de Empresarios, también plantean ideas originales con las que dinamizar la vida social y como consecuencia incrementar el consumo. Y lo consiguen. Como muestra las Noches Blancas, que en el mes de junio consiguieron atraer a visitantes y naviegos, con pasarelas de moda en la calle, música y las tiendas abiertas hasta las 23:00 horas. Los Jardinillos, una céntrica zona de la villa asistían a una incesante afluencia de gente estimulada por unos días de buena climatología. Y es que cómo venga el tiempo influye mucho en los hábitos de consumo. Por eso desde el colectivo de comerciantes esperan que la proxima cita «¡Stocks de tienda en tienda!» tenga también buenos resultados y que el sol permita a los establecimientos sacar sus productos a la calle y liquidar los stocks de temporada. La fecha está fijada del 20 al 23 de agosto.
La ubicación del concejo naviego, bañado por el Cantábrico y en una posición intermedia del ala occidental, contribuye a aumentar su atractivo, ejerciendo un gran tirón en poblaciones cercanas de ámbito rural que encuentran en la capital naviega todos los servicios necesarios. Por eso en el mismo espacio confluyen vecinos de municipios cercanos con intereses comerciales y de ocio con turistas que vienen a disfrutar de sus vacaciones. «Nosotros, desde la oficina de turismo, les hablamos de la costa, de que además de Navia pueden conocer Puerto de Vega, la playa de Frejulfe (Monumento Natural) o la de Barayo, compartida con el concejo de Valdés y que es Reserva de la Biosfera». En el interior del concejo, entre las visitas recomendadas se encuentra el Palacio de Anleo, recientemente rehabilitado, las diferentes áreas recreativas y la arquitectura indiana distribuida por algunas de las aldeas naviegas.
En la Oficina de Turismo se facilita la información necesaria para emprender diferentes excursiones. Si lo que se desea es pasear por la villa, la recomendación es sencilla: «les hablamos del paseo marítimo que va al lado de la ría, y también del casco histórico con los restos de muralla medieval, la iglesia de Santa María de La Barca, el Ayuntamiento… Pueden callejear por las calles antiguas como Las Armas, El Reloj o conocer el Parque Ramón de Campoamor junto a la ría, porque normalmente el puerto ya lo han visto». La tendencia es bastante clara y en general los visitantes prefieren no coger el coche o que los desplazamientos sean pequeños, aunque también hay quien con varios días de estancia llega a desplazarse hasta la Playa de las Catedrales en Ribadeo o hasta Cudillero.