-¿Cómo habéis conseguido haceros un hueco en el panorama deportivo de Ribadesella?
-Lo más sacrificado son los inicios porque es un deporte muy técnico y esto hace que al principio sea bastante frustrante para las jugadoras. Tienen que invertir muchas horas en tocar la pelota y hasta que coges la técnica es difícil. Para llegar a ser competitivas tienen que entrenar tres o cuatro sesiones todas las semanas y como mínimo dos horas y media cada vez. Nosotros estamos trabajando tres o cuatro días a la semana con el equipo cadete y es lo que necesitas para ser competitivo. Luego también está el enfoque de hacer deporte como salud y para ello también tenemos creados grupos que semanalmente entrenan dos veces. A ellos los vas dirigiendo para que entiendan que el deporte es una pieza importante en la vida. En el club no solo estamos dirigidos a la élite competitiva sino a la práctica deportiva y a darle continuidad a la gente.
-¿Requiere mucha implicación por parte de las familias y sus entrenadores?
-Evidentemente todo esto se consigue a base de trabajo y sobre todo que las niñas y las familias se involucren. Hay que organizar muy bien el tema de estudios y también es verdad que en zonas pequeñas como la nuestra es difícil conseguir inculcar la mentalidad competitiva porque lo ven como un deporte de locos. Todo lo que consigas es a través de mucho sacrificio por parte de las jugadoras y de las familias y, por parte de los entrenadores, de invertir muchas horas. Ahora hay generaciones de jugadoras muy comprometidas y con muchas ganas de avanzar y ellas mismas van viendo que consiguen objetivos. Yo como entrenador les tengo que poner metas a corto plazo que no dependan del tiempo, sino de saber que lo van a conseguir porque pueden llegar. Esto hace que el grupo llegue cada vez más lejos.
-¿Qué retos tienes que asumir como entrenador?
-Al tener un club en una zona pequeña, como técnico, a cualquier jugadora que llegue al equipo la tienes que convertir en útil. En Ribadesella no tenemos un equipo A en el que estén las mejores técnica y físicamente, otro B y otro C. Cada jugadora que llega del colegio o del instituto que es de donde nos nutrimos, hay que adaptarla para que pase a formar parte del grupo y aporte lo mejor de sí misma. Al principio le cuesta un poco y juega algo menos pero la idea es que acabe totalmente integrada en el equipo.
“El equipo cadete femenino quedó subcampeón en los juegos deportivos de voley playa y bronce en el campeonato de Asturias”
El mejor perfil de jugadora es el de una niña trabajadora y que sea competitiva. Si ella quiere mejorar, a partir de ahí ya trabajamos lo que haga falta, pero la verdad es que ahora mismo todo tipo de jugadoras nos sirven y es de las cosas que más nos valoran porque no dejas a nadie atrás, no te lo puedes permitir. Cualquier jugadora que llega tiene que adaptarse para que pueda jugar y competir.
-¿Cómo ha sido la temporada?
-Estuvo bien, lo que pasa es que coincide que todas las jugadoras -tanto de infantil, como juvenil como cadete-, son de primer año y esto se nota mucho. Aun así la verdad es que competimos muy bien, la evolución sigue porque están entrando niñas nuevas y esto hace que tengamos una base sólida y podamos crecer. Nosotros queremos estar en las máximas categorías y cuando tengamos nuevas generaciones, aspirar a entrar en las zonas de medalla. Ahora mismo el equipo cadete femenino es el que está consiguiendo mejores resultados, quedó subcampeón en los juegos deportivos de voley playa y bronce en el campeonato de Asturias de la misma modalidad. Las niñas son todas de primer año y esto hace que el año que viene las expectativas sean muy altas y podamos intentar entrar en medallas en pista y también en los Campeonatos de España.
-¿Cómo es la relación con el Ayuntamiento de Ribadesella?
-Estamos trabajando muy bien gracias a la colaboración del Servicio de Deportes del Ayuntamiento que es gente súper dispuesta. Con cualquier propuesta que hacemos siempre están preparados para ayudar y no solo económicamente sino que también nos facilitan material, nos ayudan a buscar hoteles para que los equipos que vengan a jugar aquí estén cómodos… La verdad es que es una pasada poder contar con ellos.
-¿Qué ha supuesto para ti a nivel personal hacerte cargo de este equipo?
-Estoy muy contento y para mí es toda una experiencia porque venía de entrenar chicos y esto es nuevo. Yo tengo mi trabajo y no soy profesional del voleibol, es una afición que nos lleva muchas horas pero estoy contento y súper agradecido de la oportunidad que nos han dado en Ribadesella. La cuestión es que poco a poco seguimos creciendo y vamos haciendo las cosas bien o por lo menos lo intentamos, aunque a veces nos equivoquemos.