Desde hace ocho años la Asociación Cultural Amigos de Ribadesella se hace cargo del Camino de Santiago en su ruta por el concejo.
Ribadesella es parada y fonda de la ruta conocida como Camino del Norte, un trayecto muy transitado en los primeros años de peregrinación y que en el tiempo fue perdiendo afluencia a favor del Camino Fránces, que atraviesa la península por el interior.
El Camino del Norte discurre paralelo a la cornisa cantábrica, y en los últimos años ha comenzado a recuperar transeúntes que prefieren caminar entre arboledas frondosas, atravesar prados verdísimos y vadear acantilados, al paisaje más seco del interior, que añade dureza al Camino especialmente en verano.
El pasado año se sellaron en Ribadesella 1.589 credenciales y pernoctaron en el albergue 2.414 personas, gracias también a que se hizo un esfuerzo por aumentar el número de plazas disponibles, pasando de 24 a 38. «Y este año ya estamos viendo que se mantiene un porcentaje altísimo de visitantes», completa Alejandro Barredo, secretario de la Asociación Amigos de Ribadesella. «El Camino del Norte está en un momento muy fuerte. El Camino Francés es más conocido y está más masificado, mientras que el del Norte, tanto el de la Costa como el Primitivo, son novedosos, poco explorados, la gente se encuentra con cosas distintas todos los días. Y además, el clima. La diferencia es notable».
La asociación ha editado un folleto explicativo que se puede conseguir en la Oficina de Turismo. Además, en la web www.amigosderibadesella.com se puede acceder a un vídeo titulado «24.612 pasos», un originalísimo montaje visual de Julián Vega que recorre el camino a su paso por el concejo, fotografía a fotografía. Imposible perderse.
Peregrinando por Ribadesella
A Ribadesella se llega desde la Iglesia de Cuerres. Se baja la carretera y se incorpora uno al camino, por la parte conocida como Camino Real. Así se entra en la Villa. Se cruza la Calle Trasmarina y se baja por la plaza de la iglesia. Antes había que dirigirse al puerto para cruzar en barca. Ahora, con el puente, la mayoría de los peregrinos acceden a la villa para visitar la parte vieja, para luego volver a la ruta por el Paseo de Letizia. Pasado el puente se llega a la zona nueva de la playa. Ahí se hace un quiebro para poder conocer el Paseo de la Playa, ver las casas de los indianos e incluso darse un baño. Nuevamente se vuelve al camino hasta llegar a San Pedro, luego a Abeu, y ahí se puede ir al albergue que está en San Esteban de Leces. El que quiera continuar caminando, atraviesa la Playa de Vega, Berbes y entra ya por carretera al concejo de Caravia.