Cuando Antonio Mingote pasó por Ribadesella para plasmar allí sus famosas y enormes viñetas de cerámica, dejó también una huella en Patricia Toyos, que lo oyó hablar apasionadamente de las tertulias de las que había formado parte.
De ahí nació la idea de crear algo similar en Ribadesella, igualmente enriquecedor, que estimulase la conversación temática, la divulgación de conocimientos y el compartir tiempos de calidad. Patricia Toyos, aparejadora, se puso en contacto con mujeres de distintas edades y profesiones sin más vinculación entre sí que el hecho de ser, cada una en su campo, personas con iniciativa. De las siete cartas enviadas presentando el embrión del proyecto que hoy es la Tertulia El Garabatu, se lograron siete respuestas afirmativas, y por votación se decidió que participasen solamente mujeres. Se proponía crear una reunión cada quince días sobre temas distintos, excluyendo política, religión y cuestiones locales. Funcionó, y de qué manera. Lo demuestra el hecho de que próximamente cumplen su tertulia número 75º, que festejarán organizando algún encuentro especial.
Hasta la fecha, han sido muchas las charlas que han mantenido entre ellas y con invitados pertenecientes a distintos ámbitos, «porque cualquier persona especializada siempre enriquece mucho los temas», explica Patricia Toyos. Charlas que se alargan a veces desde las ocho de la tarde hasta la medianoche. Recientemente se han desplazado a Lastres a conocer de primera mano el trabajo de las rederas.
Este grupo de mujeres organiza también unos encuentros bautizados con el nombre de «Manos Curtidas». Se trata de reuniones abiertas a las que se invita a personas de Ribadesella, normalmente anónimas, que han llevado a cabo alguna acción que ha dejado huella en el municipio. Son reuniones entrañables en las que se realiza una entrevista en público, se charla animadamente y se cierra la jornada con un acto especial. Este año, la cuarta edición de los encuentros se cerró con un espectáculo de zarzuela que el público asistente supo agradecer.
La acogida fue positiva desde el principio, y hoy cuentan ya con veinticinco lectores asiduos que participan en las lecturas comunes. Cada miembro hace su propuesta, se agrupan por temas y se votan. La variedad aporta calidad y riqueza a las lecturas propuestas, porque al elegir en conjunto se leen obras que, de otro modo, a nivel personal no serían elegidas. Una vez al año se invita a un escritor asturiano a compartir una jornada, que siempre es amena. Por la agrupación han pasado Fulgencio Argüelles, María Luisa Prada o Ricardo Menéndez Salmón.
Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo