Muy pronto desde Fresneo (Riosa) partirán toneladas de arándanos con destino al mercado internacional. La plantación de Lorena Sariego se convierte así en una de las más importantes de Asturias.
Tras un tiempo fuera de Asturias, la bióloga riosana Lorena Sariego regresó creando su propia empresa dentro del concejo: una plantación de arándanos en unos prados de propiedad familiar, de los que espera obtener una media de doce toneladas de arándanos por hectárea.
-Es un proyecto novedoso. ¿Cómo se ha ido desarrollando?
-Teníamos unos prados de propiedad familiar y empezamos a estudiar opciones. Sabíamos que el arándano silvestre se da bien en Asturias y que el SERIDA tenía un estudio sobre el tema. También había estudios de viabilidad económica y sólo faltaba la comercialización. Nos pusimos en contacto con una cooperativa que garantiza la distribución y con eso cerramos el círculo. Es algo novedoso, que en Asturias está empezando y que tiene salida.
-¿Por qué no es un fruto de consumo habitual en Asturias?
-Es por tradición. El arándano para consumo fresco es un producto de gama alta, caro, porque la recogida es manual. También se puede recoger con máquinas, pero se consigue un fruto de menor calidad y tamaño, y se destina a mermeladas.
-Riosa no tiene suelo industrial, por lo que estas iniciativas se valoran mucho.
-El ayuntamiento nos ha facilitado bastante las cosas. Por otra parte, el Leader nos ha ayudado a gestionar la subvención económica para una inversión total que ronda los doscientos mil euros.
“El arándano para consumo fresco es un producto de gama alta, caro, porque la recogida es manual”
-¿Supondrá la creación de puestos de trabajo?
-A corto plazo, no. A partir del tercer año se empieza a recoger fuerte y es a partir del quinto cuando calculamos que necesitaremos cinco personas por hectárea. Según nuestro plan de negocio, habría 35 puestos de trabajo durante tres o cuatro meses. Lo ideal sería que fuese gente de la zona.
-Proyectos como éste suponen un freno a la despoblación de las zonas rurales.
-Hay que intentar hacer las cosas con un equilibrio entre la ecología natural y la explotación, sacar beneficios respetando el entorno.
-¿Hasta dónde llegarán los arándanos de Riosa?
-Sobre todo a mercados nórdicos, especialmente Alemania y a Inglaterra. De septiembre a octubre es una época de baja producción mundial, y ahí es donde nos interesaba meternos. Y en Asturias, por la altitud, se puede optar también por variedades un poco más tardías.
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