Lleva seis años compitiendo en tala de troncos de altura, quince practicando y promocionando deportes autóctonos asturianos, y más todavía vinculado al mundo de la tala forestal debido a su trabajo. Estamos ante un especialista que atesora cuatro Campeonatos de Asturias y uno de España.
Es el único asturiano Campeón de España en una disciplina que en nuestro país dominan los vascos, y que a nivel internacional está liderada por los competidores de Nueva Zelanda. Al lado de los mejores ya destaca el asturiano José Riesgo, en un deporte que requiere una dosis de maña y otra de fuerza.
-Tras varios intentos en años anteriores, en 2006 te hiciste con el Campeonato de España. ¿Qué pruebas hay que superar para ganar un campeonato como éste?
-Seis en total: tres de hachu, dos de motosierra y una de tronza individual. Son difíciles. Yo quedé dos años en el segundo puesto, y al tercero, en el 2006, fue cuando conseguí el campeonato.
Es una competición muy reñida, y la prueba es que ya hemos disputado cinco Campeonatos de España y nadie ha podido repetir triunfo, cada año gana alguien diferente. Está complicado, porque son seis pruebas y todas puntúan, de modo que puedes fallar en cualquiera. Hay que ser muy regular en todas para tener opciones. Y a veces la madera también te juega malas pasadas, porque pueden salir unos troncos un poco más duros que otros. Eso es un tema que se cuida mucho, toda la madera es de chopu y viene de Holanda, para intentar que todos estemos en las mismas condiciones.
-Aquí en España estáis muy igualados. ¿Qué nivel tenéis con respecto a otros países?
-Con el hachu y la motosierra vamos bien, aunque si nos comparamos con el resto de Europa aún nos queda un poco, y si luego nos comparamos con los campeones del mundo, ¡mi madre del alma! Los de Nueva Zelanda son seguramente los mejores del mundo, junto con Australia, y, un poco más atrás, Estados Unidos. Nos llevan mucha ventaja porque aquí este deporte lo introdujo Alemania hace seis o siete años, mientras que en esos países llevan más de veinte años compitiendo.
-¿Cómo te iniciaste en este tipo de competiciones, tan especializadas?
-Pues empecé hace casi seis años en Astur Foresta, la feria de Tineo, donde estaban el campeón y subcampeón de Europa haciendo unas exhibiciones. Yo trabajo en el monte con el hachu y la motosierra, y llevaba varios años en deportes autóctonos con el grupo Seis Conceyos de Sariego, haciendo exhibiciones y compitiendo. Me llamó la atención la tala de troncos en altura porque son pruebas muy espectaculares, así que fui a la feria y me apunté.
Después fui completando la formación en campamentos, en Vitoria con un entrenador americano, y otros donde vino gente del resto de Europa y de España, sobre todo del País Vasco, que es de donde son la mayoría de competidores nacionales.
-¿Cuál es la prueba más impactante de las seis?
-Sin duda, es la última, en la que se trata de cortar tres rodajas de madera de 46 centímetros de diámetro con una motosierra que tiene 75 caballos de potencia, y cuya mayor dificultad reside en aguantar y controlar la motosierra; también arrancarla, porque la máquina pesa más de veinte kilos y resulta bastante difícil.
Aun así, para que te hagas una idea, el récord del mundo en tronchar las tres rodajas con ese aparato está en algo más de cinco segundos, así que imagínate la velocidad.
“Los deportistas que dominan el campeonato del mundo miden casi dos metros, pesan 120/130 kilos y mueven hachas de cuatro kilos. Evidentemente eso se nota mucho en cada golpe y en la rapidez, que es de lo que se trata”
-¿Qué cualidades hay que tener para competir en la tala de troncos?
-Existen muchas mañas. Hay que entrenar, practicar mucho, y por supuesto, la fuerza es muy importante también. Los deportistas que dominan el campeonato del mundo miden casi dos metros, pesan 120-130 kilos y mueven hachas de cuatro kilos, cuando a nosotros, con nuestra envergadura, ya nos cuesta mover una de dos kilos y medio o tres. Evidentemente eso se nota mucho en cada golpe y en la rapidez, que es de lo que se trata. Y la técnica también es muy importante porque son pruebas muy rápidas, tienes que estar muy concentrado y ser muy preciso.
-¿Crees que tienen algo especial estos deportes, que se basan en actividades ancestrales del hombre ya sea en España, América o Nueva Zelanda?
-Sí. Lo que nosotros hacemos ahora como deporte es lo que antes hacía cantidad de gente como trabajo rutinario. Por ejemplo, el corte de troncos en altura nació en Nueva Zelanda y Australia, para cortar aquéllos que tenían en la base una circunferencia tan grande que era imposible hacerlo de otro modo. Hacían unos encajes y colocaban las tablas a dos o tres metros de altura, donde el tronco tenía menos grosor y se podía cortar.
-¿Va cuajando este deporte en Asturias o te encuentras un poco solo en esta disciplina?
-Sí. Lo que ocurre es que estos deportes, como te decía antes, son difíciles. La gente que quiera apuntarse tiene que ir a unos campamentos primero, y si los pasan ya se les da la licencia para competir. Pero hay que entrenar y aprender mucho para competir bien. Hay gente que después de iniciarse, luego no permanece para mejorar. §