El verano suele ser especialmente complicado para los servicios de emergencia. 112, socorristas, bomberos, especialistas en rescate… todo debe estar preparado ante cualquier problema. En Asturias existen diferentes planes para cubrir todas las eventualidades.
Así lo explica Valentín Ruiz, Director General de Interior y Seguridad Pública del Principado.
-¿Está ya preparada la vigilancia de playas para este verano?
-El Plan SAPLA (Plan de Salvamento en Playas del Principado de Asturias) se activa a mediados de junio hasta septiembre, y supone un despliegue de medios y recursos especiales, en colaboración con los ayuntamientos para proteger las costas. El objetivo es que en las playas con mayor afluencia de veraneantes haya unas condiciones de atención y seguridad: setenta y dos playas, las más concurridas, van a contar con presencia física, otras tendrán sólo vigilancia y otras, las más pequeñas, no requieren esa presencia. Para eso se incrementa la dotación de personas, en colaboración con todos los ayuntamientos del litoral, incluido Gijón, que aunque tiene su propio plan y sus propios medios, también está coordinado con el SAPLA. En general el Principado pone un porcentaje de ayuda económica para pagar al personal que contratan los ayuntamientos, y además aporta material: lanchas, motos, indicadores, torres, casetas de atención primaria, etc. Este año invertiremos en este Plan más de setecientos mil euros.
-¿Este tema se coordina con Cruz Roja?
-Cruz Roja tiene su propio dispositivo y sus propios acuerdos con los ayuntamientos, generalmente para contratar personal. Nosotros ahí no intervenimos porque los ayuntamientos deciden y contratan directamente, cada uno tiene su autonomía en decidir la manera. Ahora mismo están en periodo de selección de personal, de socorristas, de lancheros, se prevé cubrir en torno a doscientas noventa plazas.
«En pocos grupos de rescate se lleva un médico a bordo, que es a la vez rescatador y atiende in situ, a veces en la propia vertical de la montaña».
-El SAPLA es específico para las playas, ¿con qué otros mecanismos cuentan para responder a emergencias?
-Próximamente aprobaremos un plan especial para el verano, durante el descenso del Sella. Dispondremos de muchísimos efectivos porque ese día requiere una movilización especial de recursos y de personas.
Lógicamente, todo esto está combinado con la propia red de bomberos del Principado de Asturias, que cuenta con dispositivos no sólo para incendios sino que hay un grupo de rescate que interviene en salvamentos, con el helicóptero que tiene que ir a una determinada zona a un rescate, o un traslado sanitario urgente que no se pueda hacer con ambulancia, etc. Estos servicios, evidentemente, cubren la atención habitual de urgencias todo el año: incendios, rastreos, gente perdida en mar o en tierra… todo ello se articula en colaboración con las agrupaciones de voluntarios de fuerza civil, allí donde los hay.
-¿Es el fuego un problema a tener en cuenta este verano?
-Los incendios no son nuestra mayor preocupación, de hecho nuestro sistema de alerta funciona especialmente de febrero a mayo. En verano evidentemente influye el calor y los descuidos, pero no es el mayor peligro. En cambio, se incrementan los rescates en montaña, los rastreos o los accidentes graves de excursionistas.
-¿Cuál es la preparación de estos equipos
profesionales?
-¿Cuál es el nivel de Asturias frente a otras comunidades?
-Esto es subjetivo, claro, pero yo pondría Asturias en primer lugar. Primero por los medios técnicos que tenemos, que son punteros. Nuestros vehículos, por ejemplo, son diseñados por los propios bomberos de Asturias y están siendo copiados por otras comunidades. También por la formación de los profesionales: estamos siendo de los más valorados en otras comunidades autónomas. En los premios nacionales de mérito a las emergencias, que se celebran anualmente, acaban de darle un premio al grupo de rescate de bomberos de Asturias. Presentamos la candidatura porque, además, cumplían veinte años, aunque ya en su día eran innovadores, porque fueron los primeros en incorporar una medicalización al tiempo de rescate. En pocos grupos se lleva un médico a bordo, que es a la vez rescatador y atiende in situ, a veces en la propia vertical de la montaña. Con los años se han ido perfeccionando y se han hecho merecedores de este premio y más. §