Durante todo el mes de marzo, este evento cultural se desarrolla en distintas comunidades de todo el país, buscando aportar visibilidad y reconocimiento al trabajo de las mujeres no sólo en el ámbito de la creación artística -que también- sino en todos los campos profesionales relacionados con las artes visuales: gestoras culturales, comisarias, galeristas, críticas, investigadoras…
El Festival nace en 2012 de la mano de MAV, Mujeres en las Artes Visuales, una asociación estatal formada por 400 profesionales en el sector de las artes plásticas en España. Poco a poco va tomando fuerza, e incorporando nuevas comunidades. Este año Asturias se añade al programa, un poco a última hora pero con gran éxito: «comparemos por ejemplo con Andalucía, que participa con 53 sedes; pues bien, Asturias, con un tamaño muchísimo menor y con una única provincia, aporta 27 sedes», explica Natalia García, responsable del Festival Miradas de Mujeres en la región. «Y con un poco más de tiempo, hubiesen participado más sedes. Aún así la respuesta ha sido muy buena, y ha hecho que desde Madrid se pregunten ¿Qué pasa en Asturias?».
¿Y qué es lo que pasa en Asturias? «Aquí ha habido siempre mucha vida cultural -opina García-, y ha calado esa cierta conciencia de darle protagonismo a la mujer como hacedora de arte. Desde luego, el proyecto se ha acogido con los brazos abiertos». Museos, galerías, centros de arte, universidad, e incluso algún espacio que se sale de lo tradicional, como centros autogestionados, participan en el programa, que se compone de exposiciones y conferencias sobre diversos temas relacionados con la creación femenina.
Asturias se añade al programa de Miradas de Mujeres, con 27 sedes que incluyen museos, galerías, centros de arte…
La inauguración oficial se celebra el 8 de marzo en Laboral Ciudad de la Cultura, aunque antes de esa fecha ya se han llevado a cabo algunas actividades. El programa, que cuenta con el patrocinio del Gobierno del Principado, se reparte entre Oviedo, Gijón y Avilés, pero en futuras ediciones se plantea ampliar el abanico a otras zonas de Asturias.
De este modo se combina la faceta artística con la reivindicativa. «Hasta hace muy poco, cuando una mujer se dedicaba al arte era en sus ratos libres, como hobby. Y si nos remontamos más atrás, lo normal es que si una mujer pintaba un cuadro, la firma fuese del marido. Esas cosas aún pasan, en cierta manera, pero también es cierto que en las últimas décadas hay un posicionamiento de la mujer como artista y como profesional». Miradas de Mujeres busca contribuir a visibilizar no sólo el trabajo de tantas mujeres, sino un terreno, el del arte, que aún es desconocido. «Existe un mercado de arte, pero cada vez está más envejecido -opina Natalia- y lo interesante sería conseguir que los jóvenes empiecen a invertir. La mayoría de la gente no sabe que por el precio que te cuesta, por ejemplo, el cuadro de los rascacielos de Ikea, puedes tener un cuadro original, que te emocione y que sea único». Quitarle ese aire elitista que a veces rodea a este mundo sería uno de los objetivos, creando un público ya desde la infancia: «Hay un cierto respeto a entrar en una galería de arte, y no debería ser así. No hay tanta ceremonia».
Más información: festivalmiradasdemujeres.es