‘International Network for Economics Research in Tourism and Enviroment’ o lo que es lo mismo, INERTE, es una asociación internacional sin ánimo de lucro dedicada a la investigación, estudio y conocimiento de temas relacionados con la economía, turismo y medio ambiente.
Radicada en Asturias y presidida por la economista Marta Magadán, esta entidad trabaja -gracias a las nuevas tecnologías- con investigadores de distintas universidades del mundo.
-¿Cómo surge esta iniciativa de carácter internacional y por qué elegís Asturias como sede?
-Somos casi trescientos los investigadores que estamos trabajando en este momento en INERTE. Especialistas de distintas ramas de conocimiento que de alguna forma se relacionan con el turismo, la economía y el medio ambiente: Derecho, Ingeniería, Economía, etc. Desde INERTE pretendemos aglutinar todos esos conocimientos, darle un soporte y transferirlos a la sociedad. Para ello organizamos congresos internacionales, seminarios, grupos de trabajo donde se estudian por ejemplo dependencias, conexiones y sinergias entre turismo, transporte y medioambiente, o cuestiones relacionadas con el ecoturismo. La idea final es compartir estos conocimientos y colaborar con otras asociaciones o administraciones. Acabamos de firmar un convenio de colaboración con una asociación chilena que se llama Redes para llevar a cabo varios proyectos en el Cono Sur americano.
Elegirme a mí como presidenta y a Asturias como sede, creo que tuvo que ver más con aspectos de gestión. Mis compañeros pensaron que era la más adecuada para encargarme de todo ello.
«Se puede llevar a cabo un crecimiento económico, un desarrollo turístico, y todo ello respetando el medio ambiente»
-¿Cómo se coordina el trabajo?
-Los investigadores que participan en esta iniciativa pertenecen a distintas universidades: Chile, México, China, Florencia, EEUU y por supuesto España. ¿Cómo coincidir en un proyecto así? La verdad es que nuestra relación no fue espontánea. Cuando uno está metido dentro del ámbito de la investigación y sobre todo, dentro de la Universidad, vas participando en distintos proyectos, vas conociendo a otros compañeros y vas estableciendo lazos a lo largo de los años. Al final se establece una red de cooperación muy rica fuera del ámbito local. Por otro lado y gracias a las nuevas tecnologías podemos estar en contacto con gente de Shanghai, Nueva York, Italia y hasta Irán, sin ningún problema. Nuestro idioma común es el inglés.
-¿Hablamos de una especie de laboratorio de ideas?
-Más que un laboratorio sería una factoría de ideas, que produce por un lado y que también necesita trasladar toda esa información a la sociedad según sus necesidades. Tenemos varios proyectos en marcha en Sudamérica. Por un lado necesitan desarrollarse económicamente a través del turismo pero sin destrozar su entorno natural y para ello quieren conocer experiencias que hemos tenido en España en el tema del turismo rural. Pretenden explotar el turismo de sol y playa pero sin caer en las masificaciones, cosa que se ha conseguido ya en algunos lugares. En ellos está muy presente el respeto a la madre naturaleza.
«INERTE es una factoría de ideas que necesita trasladar esa información a la sociedad»
-Y en este contexto, ¿cómo se ha desarrollado el turismo en la región? ¿Sigue siendo Asturias Paraíso Natural?
-Asturias afortunadamente se salvó del boom inmobiliario de la construcción que se produjo en otros lugares, como en las Rías Baixas, por ejemplo. Ahí se ha tenido en cuenta lo que se denomina capacidad de carga, es decir, que en vacaciones para ir a comprar pan en un pueblo, te pases una hora en el coche. O que vayas a cenar a un sitio y no tengas dónde aparcar. Hablamos de poblaciones con una infraestructura preparada para dos o tres mil personas que en el verano se multiplica por cuatro. Eso va en detrimento del turismo porque el visitante va a relajarse y si resulta que el verano se convierte en estrés, no vuelve. Asturias, a grandes rasgos, se ha salvado de esta situación. Eso no quita que haya zonas concretas donde se esté viviendo esto.
-¿Economía, turismo y medio ambiente pueden llegar a ser compatibles?
-Hubo una política tremendamente agresora con el entorno en la zona mediterránea. La planificación urbanística se hizo pensando sólo en el turismo a corto plazo, ingresos y cemento a pie de playa. Eso ha dado una imagen muy negativa del turismo como actividad perjudicial con el medio ambiente. El turista también ha cambiado y empieza a valorar un entorno no construido. Tenemos el ejemplo de Croacia, que no tiene grandes playas, pero el visitante que elige este destino valora el entorno natural, la tranquilidad, el paisaje, que las playas sean accesibles y estén limpias, que las construcciones no deterioren el paisaje… Existe otra sensibilidad en la que el medio ambiente es un factor esencial. Todo ello es compatible. Se puede llevar a cabo un crecimiento económico y un desarrollo turístico, respetando el medio ambiente. Son los nuevos planteamientos del turismo sostenible.