Ya comentamos en estas páginas, hace un tiempo, algunos aspectos de la mitología del lobo en Asturias así como las leyendas de hombres lobo a causa de maldiciones maternas. Hoy vamos a ocuparnos de algunos refranes que no solamente se refieren a aspectos biológicos, sino que también gozan de una buena dosis de carga mítica.
Por ejemplo en Sotres (Cabrales) cuando alguien se enfrentaba a una situación extrema se decía: “Del llobu un pelu anque sea del rabu”. Podría parecer que se recurre al lobo como sinónimo de valentía o coraje para enfrentarse a la adversidad, pero se hace mención al rabo y Plinio El Viejo, en el siglo I de nuestra era hablaba de que el pelo del rabo del lobo alimentaba el deseo y el vigor sexual. En la traducción realizada en 1624 por Gerónimo Huerta, ofrecida a Felipe IV, leemos el siguiente comentario:
(…) “y ansí se cree vulgarmente que la cola deste animal tenga en un pequeño pelo fuerza de provocar amor y que le dexa cuando le caza, no teniendo esta propiedad si no es arrancado del lobo vivo (…)”.
Otru refrán ye: “El llobu y la espada si nun tienen presa muerden la tierra de rabia”. También encontramos referente en la obra de Plinio El Viejo, donde leemos: “Los lobos cuando han hambre comen tierra”.
Otros refranes, en cambio hacen referencia a los ciclos vitales, por ejemplo en Ponga se dice: “El tres de mayu la lloba parida y el Montiquín de Mederu cerrau”.
En otros lugares de Asturies se dice: “Pola Santa Cruz de mayu la lloba parida y el monte pesllau” o “Pola Ascensión los llobos paridos son”, “Por San Fernando la lloba parida o rabexando”, “En mayu’l llobu parín y el raposu medio criau”.
Otros se refieren al final del invierno: “El circu d’abril sal el osu del cubil, la lloba del llobil, la cigüeña de dormir y les vaques de collera, ya ta l’ivienru fuera”.
Otros en cambio hablan de que el invierno está por llegar: “Al ivienru nun lu cuemen los llobos”.