El cantante, al que han llamado el Sinatra asturiano, acaba de publicar La fonda de Lola, un álbum en el que combina una prodigiosa voz con su capacidad como multiinstrumentista.
Posee dos licenciaturas, un máster en comunicación y es doctor en musicología. Sus vídeos de música tradicional superan las cien mil visitas en YouTube. Héctor Braga, considerado como un icono de la música popular asturiana, se atreve en su cuarto álbum con temas propios y nuevos estilos.
-¿Cómo ha sido el proceso de creación de su último trabajo?
-Después de cinco años de silencio discográfico pero de muchos conciertos por distintos países -Marruecos, Suiza, Argentina, Francia- sentí que llegaba el momento de sacar un nuevo disco. En este tiempo vi que habían cambiado muchas cosas: mi manera de entender la música, mi repertorio… así que tenía que sacar algo nuevo, ya. Éste es un disco muy plural, tanto como los países que he visitado. Está presente la música que me caracteriza, junto con influencias del country, flamenco, música clásica, ranchera o incluso música latina. Trece temas con una producción muy densa, donde además de cantar toco el violín, el arpa, la zanfona y la gaita, y cuento con diversos invitados: Kepa Junquera, Luis Delgado, Orquesta de Cámara de Siero, Ángel Ruiz, Orestes Barbachán o la Banda de Gaitas Picos de Europa.
«Éste es un disco muy plural. Está presente la música que me caracteriza, junto con influencias de otros países que he visitado»
-¿Qué hay que contar de la canción que da título al álbum?
–La fonda de Lola es una canción que compuse en 2011, partiendo de un poema de Eduardo García Salueña. La estrené en la Plaza Mayor de Gijón con motivo de un poema sinfónico de la Banda de Gaitas Noega. Se trata de una habanera propia, de nueva creación, pero cuando la gente la oye tiene la sensación de que está ante una canción de las de toda la vida. Como en aquella ocasión no llegó a grabarse pensé que podía formar parte de este último trabajo, y además darle título.
-¿Cuál es la historia de La fonda de Lola?
-Cuenta la aventura de un emigrante asturiano que se va a buscar fortuna a Latinoamérica y se aloja en la fonda de Lola. No tiene suerte y regresa a Asturias sin nada en los bolsillos, pero con un recuerdo extraordinario de todas las vivencias que allí tuvo. Es la historia oculta de los que no triunfan, los que no llegaron a ser ricos indianos, algo con lo que mucha gente se siente identificada porque todo el mundo conoce una historia así.
-Comenta que es un trabajo muy innovador, con mucha fusión de estilos. ¿Cómo ha sido la acogida del público?
-Pues al principio con sorpresa porque soy más conocido por cultivar música de raíz, de folklore. Con La fonda de Lola voy más allá porque ofrezco sonidos asturianos de arpa, de gaita, de mi manera de cantar, y también hay fusión, maridaje con otras músicas genuinas y universales. Creo que para llegar a un público universal tienes que tener un discurso local, tienes que decir quién eres, de dónde vienes, cómo piensas o dónde te criaste.
«La música tradicional se basa en mimetizar, copiar, cantar canciones de siempre… y no me quería quedar ahí»
-¿Se considera más cantante o instrumentista?
-Me considero más cantante. Creo que la voz es el instrumento más difícil. En cuanto a estilos, como productor no me encauzo por ninguno concreto, simplemente dejo fluir letras o combino músicas que me interesan y creo algo nuevo. Nunca doy un concierto igual a otro.
-En este disco canta sus propias canciones. ¿Es un proceso natural fruto de la experiencia adquirida?
-Escribo canciones desde hace muchos años pero no solía publicarlas, en cambio ahora me pide el cuerpo sacar mis canciones, cantadas a mi manera y con mi estilo. La música tradicional se basa en mimetizar, copiar, cantar canciones de siempre… y no me quería quedar ahí. Creo que forma parte del proceso de cualquier artista.
-¿Cómo se ha planteado la distribución del álbum?
-La distribución digital lleva ya tiempo en marcha, y hemos empezado con la física en Navidad. A lo largo del año hemos planteado distintos conciertos tanto en Asturias como Europa, como un festival internacional en Croacia, y otros proyectos que hay en marcha. Este disco se va a mover mucho.
-¿Seguirá con sus conciertos didácticos de música e instrumentos?
-Sí, como todos los años. Estos conciertos los organiza la Oficina de Política Lingüistica del Principado y para mí son una satisfacción muy grande porque más que conciertos son actividades didácticas. Hay mucho diálogo con el público, les muestro instrumentos, hago proyecciones sobre conceptos interesantes y al final les hago un montón de preguntas sobre la exposición para que se queden con cosas importantes que antes no sabían. Este año he dado unos dieciséis, me parece que este tipo de actividades son fundamentales en la educación.