A pesar de su nombre, lo cierto es que años de carretera les han permitido hacerse un buen nombre en la escena musical. Con su nuevo disco, Eternas Promesas, van un paso más allá en su sonido apostando por un disco conceptual más melódico y ambicioso, de la mano de Rock Estatal Records.
Esas Eternas Promesas se presentan como una vacuna contra la resignación. «Son las promesas que nos hacemos a nosotros mismos, que nos empujan a seguir creciendo», explica Juan Santamaría, guitarra y voz del grupo.
-Han pasado cuatro años desde vuestro último disco. ¿Qué habéis hecho en este tiempo?
-Realmente no hemos parado. Estuvimos tocando con el disco anterior hasta el año pasado, cuando decidimos parar para preparar el disco nuevo. Tuvimos que hacerlo así porque todos tenemos nuestros trabajos y dedicamos todo el tiempo libre a esto, pero desgraciadamente el tiempo no da para más. En la práctica tuvimos que escoger entre ensayar para seguir dando conciertos o dedicarnos a preparar el disco.
-Este trabajo supone un punto de inflexión en vuestra trayectoria. ¿En qué sentido?
-Es cierto que hay un cambio, hay quien dice que es madurez y también hay quien dice directamente que hemos cambiado de estilo. A mí no me lo parece, yo creo que hemos abierto un poco el espectro, y nuestras influencias son más del rock europeo y americano y menos del rock nacional. Esto se traduce en un pequeño cambio en la forma de tocar, en las estructuras y melodías, pero yo creo que el estilo básico se mantiene.
«Hemos abierto un poco el espectro, y nuestras influencias son más del rock europeo y americano y menos del rock nacional. Esto se traduce en un pequeño cambio en la forma de tocar, en las estructuras y melodías, pero el estilo básico se mantiene»
-El sonido parece más natural.
-Bueno, las guitarras están más trabajadas, pero la grabación es la más sencilla que hemos hecho, sin repetir pistas, así que el sonido es lo más parecido al directo. Quizá en vivo tendemos a acelerar la velocidad, por la propia adrenalina del concierto, pero el sonido es muy similar.
-¿Cómo estáis viviendo la respuesta del público?
-Todavía estamos empezando con los conciertos, pero de momento estamos muy contentos porque además estamos recibiendo críticas muy buenas de los medios especializados. Creo que la gente ha entendido ese pequeño cambio del que hablamos, de hecho la reacción está siendo incluso mejor de lo que pensábamos.
-¿Os notais más maduros a la hora de plantear el trabajo?
-Sí notamos la experiencia, aunque cuando vamos a festivales o tocamos con otros grupos seguimos siendo de los más jóvenes. Llevamos dieciocho años tocando, pero hay que pensar que yo, por ejemplo, tenía dieciséis años cuando empecé con Mala Reputación.
-¿En qué ha cambiado Mala Reputación desde que empezasteis, en 1998?
-A rasgos generales en poca cosa: seguimos siendo cuatro amigos, y lo que más nos gusta es salir a tocar. Evidentemente, en un proceso creativo siempre hay alguna discusión, pero al final todos sabemos ceder. La experiencia también nos ayuda a la hora de grabar y de evitar errores que cometimos en otros discos o en otras giras.
-¿Por dónde pasa vuestro futuro?
-De momento pasa por los escenarios, tocando con este disco y disfrutándolo. Al menos este año y el que viene estaremos girando con bastante frecuencia. Queremos tocar en todas las ciudades y festivales que podamos. Y también nos gustaría abrir campo hacia Sudamérica: ha habido un par de contactos, nada concreto aún, pero pensamos que ésa sería la evolución lógica.