No es grande, mas sí agitado y cercano
dueño de olas que cubren las almenas;
guarda tesoros bajo las arenas
de sus templadas aguas, de verano.
Es antiguo como el mundo, y está ufano
de sus corceles de blancas melenas,
que de agua de mar van sus grupas llenas,
con que golpean el rompiente en vano
distribuyen pétalos sin colores
que el viento alza a la senda que rezuma
por toda la costa, suaves olores,
y muestra su belleza entre la bruma,
un solitario que no hace favores,
y el tributo, en lo más profundo inhuma.