Dame solo un segundo para
mirarte a los ojos y ver que
seguimos ahí, enamorados de lo
que vemos reflejado en esos iris
tan marrones que nadie diría que
son especiales,
pero para nosotros sí ya que
guardan todos los colores del
camino recorrido y de las
aventuras por vivir,
del vendaval y la calma que es
para nosotros sostener la mirada
del otro.